Juan Antonio González Fuentes
¿Recuerdan el conocido
Tutto Pavarotti? Fue un disco del famoso tenor italiano cuyo título hizo tanta fortuna entre la gente de nuestro país, que muchos iban a las tiendas pidiendo a los dependientes el último disco de un tal Tutto Pavarotti.
Recientemente la frase con su poderío comunicativo y publicitario ha cambiado de apellido, pero sin salirse de lo operístico. Claro que ahora se trata de un apellido de verdad mayor, quizá el más grande que pueda emplearse junto a los
Mozart y
Wagner dentro del género. Me refiero a
Verdi, Giuseppe Verdi.
Y es que la
ABAO, la
Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera, la
, ha emprendido una las aventuras artísticas y culturales más alucinantes que pueda plantearse cualquier teatro o institución dentro del mundo de la ópera: representar todos y cada uno de los títulos de Giuseppe Verdi, es decir, afrontar un
Tutto Verdi de nivel y calidad. Se ha propuesto llevar a cabo la hazaña a lo largo de los próximos 15 años, y hacerlo, insisto, no con los mínimos parámetros con los que el prodigio se realizó hace años en EE.UU., sino con suficiencia y holgura, poniendo la carne en el asador, dentro de la modestia general económica y de las posibilidades que hoy ofrecen los cantantes existentes. Para ello se ha rodeado de un consejo asesor de campanillas, entre los que figuran algunos de los verdianos más entusiastas del presente: el escritor
Mario Vargas Llosa, el mítico tenor
Carlo Bergonzi, el legendario y temido director de teatros y festivales
Gérard Mortier...
En total serán 35 títulos, contando con las reescrituras y diversas versiones que el genio italiano escribió a lo largo de su longeva existencia (1813-1901). Sí, Tutto Verdi, y los verdianos de pro, como yo, estamos entusiasmados, pues además de las representaciones, se realizarán también conferencias, proyecciones, una gran exposición..., vamos, que ya me estoy relamiendo los bigotes, contemplando la posibilidad de acercarme más, en vivo y en directo, al disfrute y conocimiento de uno de los grandes artistas europeos de la historia, uno de los que más me emocionan, uno de los más emocionantes.
Giuseppe Verdi
Esta mañana, tomando los cafés del desayuno de rigor en casa, he estado escuchando el primer acto de
Stiffelio, y luego algunos coros de
Attila, dos de las óperas menos conocidas y representadas del Verdi casi primerizo. Y de inmediato la mente se me ha ido al proyecto Tutto Verdi, y de allí, con el sabor del café en la boca, me ha venido a la cabeza la célebre anécdota (no sé si verídica, pero qué más da, estamos hablando de cuentos y sueños) que posibilitó que el Tutto Verdi de la ABAO necesite 15 años para su cabal ejecución, y no unos pocos meses. Es decir, he repasado con alguna melancolía norteña y cantábrica el suceso que al parecer llevo a Verdi a escribir más óperas de las dos en la que decidió plantarse ante los reveses de la vida y la fortuna, ante el fracaso vital y profesional.
Sí, Verdi estrenó su primera ópera,
Oberto, conte di San Bonifacio, en 1839, sin que el trabajo supusiera ni un gran éxito ni un gran fracaso. Después, al año siguiente, estrenó, también en la Scala de Milán, su segunda obra lírica,
Un giorno di regno, una comedia que fue un rotundo fracaso. Además, durante el periodo de escritura, la primera mujer del músico,
Margherita Barezzi, murió, al igual que sus dos hijos.
Abrumado por la desaparición de su familia y por los fracasos artísticos, Verdi decidió abandonarse a la suerte. Tomó la decisión de no volver a componer y vegetar de alguna manera hasta el final de sus días. Sin embargo, el intendente de la Scala, al verlo tan desesperado, le confió un nuevo libreto operístico y le recomendó que, con tranquilidad, le echase un vistazo, a ver si se le ocurría algo.
Verdi cogió el manuscrito por compromiso. Marchó a su casa y, cansado y borracho de tristeza, arrojó de sí el manuscrito y se olvidó de él. Echó un sueño, se despertó depresivo y comenzó a deambular por la oscura habitación.
La escena yo siempre la he imaginado por la noche. En una modesta habitación de una casa milanesa pobremente decorada. La luz de dos o tres velas es lo único que ilumina los rincones. Todo es pobre, no sucio, pero sí desordenado y confuso. Las ropas de la cama están revueltas, hace frío y hay bastante humedad. El hombre ha visto morir al primer amor de su vida, a sus hijos, es pobre, ha fracasado en sus sueños de artista..., nada tiene sentido. Sólo le queda deambular esperando algo, un milagro. Y de pronto el joven desesperado repara en el libreto abierto. Se acerca a él dispuesto a destruirlo, a echarlo al fuego. Lo recoge, y casi sin querer, deja que sus ojos lean algunos versos...,
Va pensiero...
Algo lo retiene, vuelve a leer los versos, se detiene en ellos, los repasa de arriba abajo, y una antigua melodía que había escrito cuando apenas era un niño le viene a la mente como un fogonazo... Los versos encajan a la perfección en la antigua melodía, y de repente ve en su interior una escena completa, las notas surgen y encajan con la historia, sí, una historia de un padre y su hija, de esclavos que quieren ser libres, se sienta, escribe, visualiza escenas, canta, escribe, escribe...
Y así, del coro de esclavos que entonan
Va pensiero, brota una ópera entera, una ópera de asunto bíblico,
Nabucodonosor, que se estrenará en 1842 y cuyo éxito será como una marea imparable, arrasadora, anegadora... Nada volverá a ser igual en la ópera italiana, en el teatro lírico universal.
Después vendrán más trabajos, más éxito y algún fracaso, pero siempre una carrera compacta, irresistible, revolucionario desde lo establecido:
Ernani, Macbeth, Luisa Miller, Rigoletto, El Trovador, La Traviata, Un ballo in masquera, La forza, Don Carlo, Aida, Otello, Falstaff, el Réquiem... Tutto Verdi, un Tutto Verdi que es de por sí un universo sonoro inconmensurable, una historia sentimental del siglo XIX, la creación genial de estereotipos humanos. Tutto Verdi, ahora en Bilbao, durante los próximos 15 años. Vaya fiesta!!!
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NOTA: En el blog titulado
El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente .