Director: Rogelio López Blanco      Editora: Dolores Sanahuja      Responsable TI: Vidal Vidal Garcia     
  • Novedades

    Wise Up Ghost, CD de Elvis Costello and The Roots (por Marion Cassabalian)
  • Cine

    Conocerás al hombre de tu vida, película de Woody Allen (por Eva Pereiro López)
  • Sugerencias

  • Música

    One Kind Favor, CD de BB King (crítica de Marion Cassabalian)
  • Viajes

  • MundoDigital

    Por qué los contenidos propios de un web son el mayor activo de las empresas en la Red
  • Temas

    La memoria oculta del PSOE en la Guerra Civil (por Alfredo Semprún)
  • Blog

  • Creación

    Poemas de Urbano Blanco Cea
  • Recomendar

    Su nombre Completo
    Direccción de correo del destinatario
Trevanian: "Shibumi" (Entrelibros, 2006)

Trevanian: "Shibumi" (Entrelibros, 2006)

    AUTOR
Trevanian

    GÉNERO
Novela

    TÍTULO
Shibumi

    OTROS DATOS
Traducción editorial Entrelibros. Barcelona, 2006. 383 páginas. 20,85 €

    EDITORIAL
entrELibros



Trevanian

Trevanian

Bernabé Sarabia es Catedrático de Sociología de la Universidad Pública de Navarra

Bernabé Sarabia es Catedrático de Sociología de la Universidad Pública de Navarra


Reseñas de libros/Ficción
Trevanian: "Shibumi" (entrELibros, 2006)
Por Bernabé Sarabia, jueves, 4 de enero de 2007
Existen libros inolvidables. Este es uno de ellos. Fue publicado en 1979 por un autor oculto tras el seudónimo de Trevanian. De inmediato se convirtió en un éxito de ventas en todo el mundo. En aquellas fechas estaba trabajando mi tesis doctoral en la Universidad de California y desde el campus de San Diego iba con frecuencia al de Los Angeles en la camioneta encargada del préstamo interbibliotecario. Disponía sólo de siete incómodas plazas, pero como salía muy temprano no solía llenarse pese a que el viaje era gratis. Allí sentado comencé a leer Shibumi en una edición de bolsillo recién comprada en la magnífica librería de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA). Me habían hablado bien del libro, pero la verdad es que lo compré a desgana porque en plena portada se leía “The number one world-wide bestseller” y con la arrogancia de la juventud uno no estaba para perder el tiempo con bestsellers.

Lo cierto es que comencé a leer Shibumi mientras el pequeño autobús de la biblioteca volvía por la ajetreada autopista, seis carriles por sentido, a San Diego. No pude dejarlo, lo recomendé a todo el que quiso escucharme y me compré el resto de la corta obra de Trevanian, un tipo misterioso del que como Salinger o Thomas Pynchon apenas se sabía nada. De repente dejó de publicar y sus libros desaparecieron como si se los hubiera tragado la tierra. Ni en librerías españolas ni en mi favorita Blackwell’s de Oxford, ni siquiera en las de segunda mano de Nueva York. Nada, hasta que de pronto el pasado 13 de diciembre de 2006, abro, como todos los miércoles, el suplemento cultural de La Vanguardia y encuentro desplegado a doble página un texto de Lilian Neuman en el que destacado en negritas se lee el siguiente título a tres columnas: “Un ermitaño que vendió millones de libros”. Y, más arriba, a dos columnas: “’Shibumi’ es un título de culto de las novelas de espías que vuelve a las librerías. Su autor fue una figura enigmática, que residió a temporadas en el País Vasco francés y escribió otras dos obras de espionaje fascinantes”.

Las dos obras de espionaje a las que se refiere Lilian Neuman son La sanción de Eiger, llevada al cine con Clint Eastwood de protagonista bajo el título Licencia para matar, y La sanción de Loo. Dos textos de indudable interés, también editados ahora por Entrelibros, pero que carecen de la grandiosa arquitectura de Shibumi. No sé a que se debe, pero La Vanguardia no menciona dos obras más de Trevanian: The Main, ambientada en Montreal, y The Summer of Katya, creo que editada por el desaparecido sello Noguer (tengo la obra en mi biblioteca de Pamplona y escribo desde Madrid) y cuya acción discurre en parte en el País Vasco francés. A través de La Vanguardia me entero de que Trevanian murió en 2005 y que The New York Times le dedicó un sentido obituario. Ese mismo año publicó The crazyladies of Pearl Street, una novela con mucho de autobiografía, aún por traducir.

Shibumi es mucho más que una novela de espías o un thriller al uso. Es una amplia y profunda reflexión en torno a los cambios que modifican el mundo tras la Segunda Guerra Mundial

Lo que ahora he podido averiguar sobre Trevanian a través de lo leído en La Vanguardia y de internet no es mucho. Su nombre era Rodney William Whitaker y en la solapa del volumen que nos ocupa puede leerse que nació en Granville, estado de Nueva York, el 12 de junio de 1931. Sirvió en la Marina durante la guerra de Corea de 1949 a 1953. Cursó un doctorado en Comunicaciones en la Northwestern University, Illinois. Director de diálogos y dramaturgo para varios estudios cinematográficos, fue profesor en el Departamento de Cinematografía de la Universidad de Texas. Tras vivir en el País Vasco francés y el oeste del Reino Unido, murió el 14 de diciembre del 2005 en Inglaterra a causa de distintas enfermedades pulmonares.

Shibumi es mucho más que una novela de espías o un thriller al uso. Es una amplia y profunda reflexión en torno a los cambios que modifican el mundo tras la Segunda Guerra Mundial. El hilo conductor de este texto es Nicholai Alexandrovich Hel, un niño que nace en el Shanghai de los años treinta, ocupado por las grandes potencias, hijo de madre rusa y padre alemán. Huérfano siendo casi un niño, es adoptado por un general japonés que ante el desarrollo de la guerra le envía a Japón para ser educado, en un remoto pueblo, por un gran maestro de go, un juego más complejo que el ajedrez y que constituye una metáfora de la filosofía de la vida. Vencido y humillado el Imperio del Sol Naciente, Hel pierde a su maestro y debe ayudar a su padrastro a morir con dignidad. Él mismo deberá acabar con su vida utilizando un sutil pero efectivo método. Los rusos han hecho prisionero al general japonés en Manchuria y le condenan a muerte acusándole de acciones de guerra de las que es inocente. A consecuencia de este acto de compasión para con el general japonés, Hel es brutalmente torturado y encarcelado durante años en Japón. A su salida de la cárcel se convierte en un sofisticado y complejo asesino a sueldo.

Tras una tensión narrativa que no tiene nada que envidiar a la que saben dar a sus textos los Le Carré, Forsyth, Michener o Clavell, Trevanian ofrece al lector una visión crítica de la sociedad contemporánea de una agudeza excepcional

Hel vive retirado en un castillo situado en los Pirineos vascofranceses. Trata de conseguir su viejo anhelo de infancia, llegar a alcanzar la calidad espiritual que en la filosofía japonesa se conoce por el término shibumi. Mientras cuida su jardín y hace espeleología en el macizo de Larrau, se ve envuelto en el conflicto entre árabes y judíos. Los grandes intereses del petróleo deciden sancionarle y para ello utilizan a la CIA. Hel es brutalmente castigado y se ve empujado a tramar una venganza igualmente terrible.

Esta es la trama, a grandes líneas, de Shibumi, pero como ya hemos señalado, tras una tensión narrativa que no tiene nada que envidiar a la que saben dar a sus textos los Le Carré, Forsyth, Michener o Clavell, Trevanian ofrece al lector una visión crítica de la sociedad contemporánea de una agudeza excepcional. Se ha escrito -es lo más evidente- que es demoledor con la sociedad norteamericana. Es cierto, pero hacer trizas la cultura estadounidense no era algo tan excepcional en los años setenta, que es cuando escribe Trevanian. Sus agudas observaciones en torno al papel de Japón o de la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial merecen ser leídas. Con los franceses no es muy piadoso. Tampoco lo es con la relación entre los curas vascos y ETA. Xavier, el párroco rural pirenaico, justifica ya lo que vale este libro. Las reflexiones de Trevanian sobre la ineficacia de los árabes no son, desde luego, políticamente correctas.

Releído ahora, casi treinta años después de ser escrito, este volumen sigue despertando enorme interés y emoción. Volvemos a ver, esta vez en Irak, la ineficacia de la CIA, los intereses de la industria del petróleo, la miseria moral del terrorismo, el valor de la espiritualidad oriental o de la mezcla de razas. De la presente edición cabe lamentar la desaparición de la dedicatoria de Trevanian a sus principales personajes. Tampoco figura el plano de la cueva pirenaica que juega un papel central en la trama. Por desgracia, no aparece el nombre del autor de la traducción de la presente edición. Hay que señalar que mejora la que hizo para Plaza y Janés, en 1980, Montserrat Solanas de Guinarte, traductora también, según se lee en La Vanguardia, de la edición que ahora manejamos de Entrelibros. En todo caso magnífica lectura para comenzar el año con tensión positiva.

  • Suscribirse





    He leido el texto legal


  • Reseñas

    Memorias de José Ramón Recalde (reseña de Rogelio López Blanco)
  • Publicidad

  • Autores