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Jordi Canal: "Banderas blancas, boinas rojas" (Marcial Pons, 2006)

Jordi Canal: "Banderas blancas, boinas rojas" (Marcial Pons, 2006)

    AUTOR
Jordi Canal

    GÉNERO
Investigación histórica

    TÍTULO
Banderas blancas, boinas rojas. Una historia política del carlismo, 1876-1939

    OTROS DATOS
Madrid, 2006. 355 páginas. 24,96 €

    EDITORIAL
Marcial Pons Historia




Reseñas de libros/No ficción
Jordi Canal: Banderas blancas, boinas rojas (Marcial Pons, 2006)
Por Rogelio López Blanco, lunes, 4 de diciembre de 2006
Con más de quince años dedicado a la investigación del mundo carlista, el profesor Jordi Canal es uno de los mayores especialistas, sino el más destacado, en la materia. Toda una garantía para quien desee adentrarse y conocer en profundidad una orientación política que en la actualidad tiene una representación marginal, pero que desempeñó un papel capital en el devenir de la España contemporánea.
El carlismo, como todos los movimientos legitimistas nacidos en las primeras décadas del siglo XIX, constituyó un fenómeno político reactivo frente al avance del liberalismo en muchos países europeos. En este sentido, no es una “anomalía” española, al contrario, está emparentado con el miguelismo portugués, el legitimismo francés y otros movimientos de signo análogo en otras zonas del continente. Lo que significa al carlismo español frente a sus parientes europeos es su pervivencia, algo que da idea del formidable enemigo que tuvo ante sí el desarrollo de la España liberal y democrática.

En muchas ocasiones se ha hablado con no poca ligereza de la debilidad del proceso de modernización español sin reparar ni en las condiciones en que se produjo la revolución liberal en España ni los tremendos obstáculos que hubo de superar. Banderas blancas, boinas rojas da una idea cabal de cuál fue uno de ellos.

Se trata de una historia política que, sin perder de vista las otras vertientes (estructuras políticas, institucionales y discursos), introduce el estudio de la cultura política, un factor central para explicar la larga pervivencia del carlismo en España y las razones de la adhesión a esta causa de tantas familias

En esta historia política del carlismo entre 1876 y 1939, Jordi Canal recopila once artículos, aunque no es una mera agrupación de textos dispersos con un tema en común. En realidad, consiste en un trabajo concienzudo de revisión y reescritura que ofrece una obra internamente coherente que, además de proporcionar perspectivas inéditas, aborda aspectos fundamentales que esclarecen asuntos relevantes como la evolución de la organización en el terreno de la violencia política, el exilio tras la derrota de 1876, el cisma integrista de 1888, la conquista del espacio político propio y la competencia por el espacio público en dura pugna con las otras organizaciones (republicanas, socialistas, nacionalistas...), el papel de los individuos concretos (los pretendientes, el marqués de Cerralbo, Luis M. Llauder, etc.), las relaciones con el catalanismo, la cultura política carlista (estructuras, imágenes, fiestas), la contribución espacial a la expansión del imaginario constituido por el contubernio judeo-masónico-comunista y, finalmente, la actuación durante la guerra civil en los planos militar y político y militar.

Se trata de una historia política que, sin perder de vista las otras vertientes (estructuras políticas, institucionales y discursos), introduce el estudio de la cultura política, un factor central para explicar la larga pervivencia del carlismo en España y las razones de la adhesión a esta causa de tantas familias. La cuestión llama más la atención si reparamos en que el movimiento logró sobrevivir a la derrota en dos grandes guerras (1833-1840) y (1872-1876), a otras de rango menor, como la de los Matiners en Cataluña (1846-1849) y a infinidad de intentos insurreccionales (como la octubrada de 1900). El énfasis en la cultura política y lo que muestra, junto a lo que ya se conoce sobre otras alternativas (republicanas, socialistas, nacionalistas...), supone una seria matización, sin que las invalide, a las tesis de aquellos que han defendido como sustrato del sistema de la Restauración la pasividad y la desmovilización.

Nunca se perdió de vista el fin último del carlismo, la idea de sustitución del sistema liberal por medio de la fuerza, lo que consagró el Requeté como unidad paramilitar sólidamente implantada y desarrollada, instrumento que daría sus mejores resultados en la Guerra Civil

Volviendo al tema central de la supervivencia del carlismo, cabe destacar cómo el autor explica la sagacidad de los dirigentes, en especial el marqués de Cerralbo, para mantener la llama y hacerla expandirse geográficamente en tiempos en que la solidez del sistema político canovista desaconsejaba la vía militar, superando incluso la formidable crisis planteada por la escisión de los integristas de Ramón Nocedal a través de la adaptación y renovación de las estructuras de socialización política (familia, círculos, prensa, organizaciones femeninas e infantiles, fiestas...) y la lucha por imponerse en la vida política, compitiendo electoralmente y disputando el espacio público. Sin embargo, como sostiene Jordi Canal, nunca se perdió de vista el fin último, la idea de sustitución del sistema liberal por medio de la fuerza, lo que consagró el Requeté como unidad paramilitar sólidamente implantada y desarrollada, instrumento que daría sus mejores resultados en la Guerra Civil, donde los carlistas aportaron más de sesenta mil combatientes según los cálculos más conservadores.

El libro de Jordi Canal suministra una experta y enriquecedora panorámica del carlismo entre 1876 y 1939, una vez culminada la contienda civil española, cuando se manifiesta la terrible paradoja que supuso que la primera victoria en la que era partícipe a lo largo de su dilatada historia “significaría el inicio de su andanza hacia la definitiva marginalidad”.
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