Bruce
Springsteen: “Thunder Road” (video colgado en YouTube por
DanCranePondi)
En la historia de la música, pocos
artistas pueden presumir de ser apodados «El Jefe». Solo hay uno. Bruce Springsteen (Nueva Jersey, 1949)
siempre ha sido y siempre será «The Boss». Con 40 años de carrera y miles de
horas en el escenario, con una energía visceral que transforma cada uno de sus
show en una fiesta endiablada, Springsteen es una figura indispensable
del rock del siglo XX.
El
joven Bruce Frederick Joseph empieza a tocar la guitarra influenciado por el
reciente éxito de Elvis Presley en
los Estados Unidos cuando tiene apenas 13 años. Desde sus primeros conciertos en
los años sesenta con su primera banda llamada The Castiles, Springsteen impresiona por su carisma y
sus dotes de compositor. Tanto su físico y su estilo de chico malo, como su voz,
poderosa y comunicadora, forman parte del personaje.
Al
comienzo de los años setenta, Springsteen ya tenía el sobrenombre de
«The Boss» (porque, según se cuenta, cobraba él los conciertos) y ya estaba
acompañado por los músicos que iban a ser sus fieles acólitos durante casi toda
su impresionante carrera y que formarán la famosa E Street Band: el guitarrista Steve Van Zandt, el saxofonista Clarence “Big Man” Clemons, el
organista Danny Federici y el
baterista Vini López, que dejo la
banda en el 1974.
Este
conjunto tan potente como novedoso fue inmediatamente fichado por el productor
de Columbia Records, John H.
Hammond, el mismísimo que había fichado a Bob Dylan diez años antes. De
hecho, en su primer disco, Greetings from
Asbury Park, N.J. (1973), “El Jefe” tiene algunas similitudes con el
trovador de Minnesota en su tono de voz y en el sonido de su armónica; pero
enseguida se distingue un color propio más rockero y ligeramente torturado en Springsteen, que fue madurando a los
largo de sus discos, volviéndose único. Eso sí, los dos músicos siempre han
compartido un fuerte compromiso social con la situación política que les rodeaba
en esta época tumultuosa. En este primer álbum, Springsteen ya les dedica uno de sus
temas, “Lost in The Flood”, a los veteranos de la guerra de Vietnam
.
Bruce
Springsteen: “Badlands”, en vivo en Barcelona (video colgado en YouTube
por TheMajestyOfRock2)
A
partir de entonces, “el Jefe” no ha parado. Su segundo álbum, The Wild, The Innocent & The E Street
Shuffle, sale seis meses más tarde con el mismo reconocimiento de parte de
las criticas; pero es en 1975, con Born
To Run, cuando el éxito estalla verdaderamente y el grupo se convierte en la
banda del momento. El primer y el último tema de este disco, “Thunder Road” y
“Jungleland”, son unos temazos. A la vez potentes y melodiosos, son un excelente
ejemplo del estilo Springsteen del
momento, al igual que la canción homónima del álbum “Born To
Run”.
Darkness
of The Edge of Town,
estrenado en 1977, marca un cambio en este estilo que no dejará de evolucionar a
lo largo de la carrera del músico. Su crítica hacia la sociedad estadounidense
se vuelve más ácida. Springsteen se
convierte en la voz de los olvidados del sueño americano con canciones como
“Badlands” o “The Promised Lands”. El mismo hijo de inmigrantes italianos e
irlandeses, Bruce siente que
comparte los sufrimientos de una sociedad cada vez menos igualitaria. En esta
época, otros músicos comprometidos prestaron sus voces a algunas de sus
composiciones como Patti Smith con la increíble
“Because The Night”.
En
sus siguientes álbumes, ya sea con la E
Street Band, en The River (1980),
ya sea en solitario, en un disco casi umplugged titulado Nebraska (1982), “The Boss” no disminuye
su vorágine contestataria. En este último disco acústico, Springsteen sorprende por su
sensibilidad y su lado oscuro hasta ahora escondidos detrás de una fuerza
descomunal.
En
1984, “The Boss” compone uno de los temas más conocidos de la historia del rock.
En el álbum homónimo, se estrena este año “Born in the USA”, una canción que
denuncia el abandono de los veteranos de la guerra por Vietnam de parte del
gobierno. Lamentablemente, este tema fue un arma de doble filo para Springsteen, ya que el gobierno de la
época lo redibujó como un homenaje patriótico utilizándolo en la campaña
presidencial. Desde entonces, ciertas personas se confunden sobre “El Jefe”,
olvidando que siempre fue una de los voces más contestatarias de su
país.
Bruce
Springsteen, U2 y Patti Smith:
“Because the Night” (video colgado en YouTube por Martin1210)
La
inmensa notoriedad que obtuvo entonces Springsteen le permitió sacar una caja
con tres discos (muy buenos) titulada Live/1975-85 que alcanzó, por primera
vez en la historia de la lista Billboards, el primer puesto de
ventas.
Su
siguiente álbum, Tunnel of Love
(1987), aparece como una forma de escaparse un poco del éxito alocado que le
rodea en esta temporada, ya que se inspira de temas más comunes como las
historias de amor (su primer matrimonio contraído en 1985 quizás haya sido
también una fuente de inspiración), con sus pros y sus contras. La ironía del
destino hizo que Springsteen se
enamore de una de sus coristas, Patti
Scialfa, durante la gira promocional de este disco. El cantante se divorció
para volver a casarse unos años después con la mujer que sigue siendo su
compañera sentimental y la madre de sus tres hijos hoy en
día.
Este
vuelco en su historia personal tuvo repercusiones sobre su vida profesional: Springsteen disolvió la E Street Band en 1991 y prosiguió su
carrera en solitario (eso sí, con Patti
de corista). Como suele pasar a veces cuando las cosas cambian, los críticos
se entusiasmaron menos con sus dos siguientes discos, Human Touch y Lucky Town, estrenados al mismo tiempo
en 1992. Sin embargo, estos dos discos están repletos de buenas canciones
felices y con aire fresco, como “Roll of the Dice”, “Man’s Job” o la preciosa “I
Wish I Were Blind”.
Por
suerte, la popularidad que alcanzó su composición para la banda original de la
película de Jonathan Demme, Filadelfia en 1993, le permitió
recuperar su buena reputación, “manchada” por la separación de su legendaria
banda. Este fue el punto de partida de un nuevo álbum acústico titulado The Ghost of Tom Joad (1995), uno de los
discos más comprometidos de su carrera ya que, esta vez, Springsteen critica abiertamente la
guerra de Irak.
Bruce Springsteen: “The
River”
Los
acontecimientos políticos no dejaron tregua al “Jefe”, que compuso su siguiente
disco, The Rising (2002), pensando en
las victimas de los atentados del 11 de setiembre en Nueva York. Springsteen ya se había vuelto a reunir
con la E Street Band para une gira
de mega conciertos, en los que denunciaba, a través de un tema polémico titulado
“American Skin (41 Shots)”, el asesinato de Amadou Diallo por la policía en un acto
denunciado por sus partidarios como racista.
Su
compromiso político llevo Springsteen a apoyar explícitamente el
Partido Demócrata en las elecciones del 2004 y sacar un tercer álbum acústico
titulado Devil & Dust, en
referencia a los sentimientos y a los miedos de un soldado en
Irak.
Después
de 30 años de carrera, “el Jefe” vuelve a sus raíces y decide rendir homenaje a
Woody Guthrie (este músico folk que
fue la fuente de inspiración de numerosos músicos como Dylan, entre otros) en un disco
titulado We Shall Overcome: The Seeger
Sessions (2006), en el que toca acompañado por 17 músicos especialistas en
folk americano.
Su
siguiente disco (Magic, 2007) fue,
entre otros, una buena excusa para recaudar fondos para la lucha en contra del
cáncer del que murió su pianista con el que compartió su vida musical desde el
comienzo de los años setenta, Vini
López. Lamentablemente, otra tragedia sucedió cuatro años más tarde, después
de haber sacado su decimosexto álbum, Working on a Dream en 2009, cuando
falleció su saxofonista e intimo amigo Clarence Clemons, que tuvo tiempo de participar
en dos temas en el último disco de Springsteen, Wrecking Balls (2012).
Bruce Springsteen: “Wrecking Ball” (video colgado en
YouTube por zeroblindterry1)
En
este álbum, recién estrenado, “The Boss” está rodeado de otros viejos amigos
como el guitarrista de la E Street
Band, Steve Van Zandt, o su
mujer Patti Scialfa, y decenas de
otros músicos invitados. La multitud de artistas presentes en la grabación y de
ahí la multitud de instrumentos (sobre todo vientos como clarinetes, trombones,
saxófonos, tubas, trompetas, cornetes, acordeones y otras cosas raras como el
sousaphone), le dan al conjunto una energía fresca, nueva y alegre, a pesar de
conservar el estilo Springsteen de
siempre y letras eternamente comprometidas, mucho menos alegres que la parte
instrumental.
Desde
el primer retumbe de la batería en “We Take Care of Our Own”, el tema que abre
este disco, se puede identificar el color propio de Springsteen. Incluso en los temas
siguientes, como “Easy Money”, “Shackled and Drawn”, “Death To My Hometown” o
“American Land”, y a pesar de los vientos, que suenan a gaitas escocesas, y a
los coros, que también parecen venir de lejos, nadie puede poner en duda que Bruce Springsteen está detrás de estas
composiciones.
El
tema “Wrecking Balls” reúne todas las características del estilo del cantante,
entre otras, esta energía legendaria. Springsteen se atreve incluso con temas
más folk como “You’ve Got It” o “We are Alive”. En cuanto a las baladas (siempre
bastante enérgicas), “Rocky Ground” y “Land of Hope and Dreams” tienen más
relieve que “This Depression” o “Jack of All Trades”, con una mención
especial para la original y grave “Swallowed Up”.
Una
vez más, “el Jefe” derrocha energía en un disco positivo y potente, además de
comprometido. Bruce Springsteen
sigue fiel a su viejo estilo de siempre y está a la altura de su intachable
reputación.
Bruce Springsteen: “Land of hope and dreams”,
Barcelona en 2002 (video colgado en YouTube por
TheBossInBarcelonaHD)