Magazine/Música
Crítica de Roots and grooves, CD de Maceo Parker
Por Marion Cassabalian, viernes, 2 de noviembre de 2007
El saxofonista estadounidense, Maceo Parker, rinde homenaje a Ray Charles en un doble álbum, Roots and grooves, en el que revisita los clásicos de este maestro del blues y nos regala una sesión de funk del más alto nivel.
Maceo Parker es el maestro incondicional del funk. Su saxo es una referencia para todos los músicos y los amantes de la música negra. Empezó a tocar soul con James Brown en los años 60, saltó al funk con la banda de George Clinton quince años después, jugueteó con un funk más acido con Bootsy Colins y la Bootsy’s Rubber Band y, más recientemente, el mismsimo Prince lo llamó para que tocará en su último disco Musicology Tour, adentrándose en terrenos cada vez más “groovys”…
Con Pee Wee Ellis y el trombonista Fred Wesley -conocidos con el sobrenombre de los J.B.'s Horns-, con los que coincidió en la sección de vientos de James Brown, Maceo ha creado diversas formaciones como Maceo & All The King's Men y ha logrado a lo largo de los años constituir una de las secciones de viento mas emblemáticas del soul jazz, terreno en el que cada uno de ellos ha demostrado una altísima creatividad y una increíble facilidad para combinar tradición y modernidad.
Aunque Maceo fue un excelente compañero de viaje para muchos de los mejores músicos de la historia, es durante su carrera en solitario, a comienzo de los años 90, cuando más aportó al género del funk. Dotó de una vida nueva al saxo, dándole a este instrumento mágico un protagonismo y un sonido nuevo.
De esta época, nacieron dos álbumes imprescindibles: Roots Revisited (que ocupó el primer lugar de los Billboard's Jazz Charts durante diez semanas en 1990) y Mo' Roots (1991). Pero es en el disco siguiente, Life on Planet Groove, grabado en vivo en 1992, en el que Maceo alcanzó este sonido incomparable que lo define hoy como el maestro incondicional del funk. Otro álbum destacable de su discografía es el grabado el año siguiente para Jive/Novus titulado Southern exposure.
Ray Charles fue sin duda uno de los músicos que más fascinó a Maceo. Desde pequeño soñaba con tocar sus temas o compartir escenario algún día con su héroe (...) Hoy Maceo Parker quiere rendirle homenaje a pocos meses de su muerte y hacerlo “a lo grande” con la magnífica orquesta de Colonia WDR Big Band
Solía decir que el truco reside en combinar “un 2 por ciento de jazz y un 98 por ciento de funk”. Durante 20 años, Maceo no ha parado de indagar en la música inspirándose en David Fathead Newman, Hank Crawford, Cannonball Adderley y King Curtis, entre otros, logrando plasmar siempre su “buen humor” y su inagotable energía en su trabajo. Ray Charles, Ani Difranco, James Taylor, De La Soul, Dave Matthews Band, Keith Richards, Bryan Ferry, All Stars, Living Colour y hasta los Red Hot Chilli Peppers fueron algunos de los afortunados que contaron con la colaboración de este músico inconfundible.
Ray Charles fue sin duda uno de los músicos que más fascinó a Maceo. Desde pequeño soñaba con tocar sus temas o compartir escenario algún día con su héroe. Lo logró en el 1994 cuando el legendario Ray, ímpresionado después de escuchar Southern exposure, eligió a Maceo para abrir sus conciertos.
Hoy Maceo quiere rendirle homenaje a pocos meses de su muerte. Desde que el pasado 10 de junio, el maestro del blues falleció a los 73 años en su hogar de Los Ángeles por complicaciones con su hígado, ha habido muchos tributos en su honor. Maceo decidió hacerlo “a lo grande” con la magnífica orquesta de Colonia WDR Big Band, dirigida por el prestigioso director, pianista y productor Michael Abene y una formidable sección rítmica, formada por Dennis Chambers a la batería y Rodney Curtis al bajo.
El resultado es un doble álbum titulado Roots and grooves cuyo primer disco revisita grandes clásicos de Ray Charles desde “Hit the road Jack” a “What’d i say”, pasando por los más románticos “You don’t know me” y “Georgia on my mind”, con Maceo al saxo y a la voz (porque también canta y no lo hace nada mal); y un segundo disco dedicado al mejor funk y a este sonido tan propio que caracteriza al músico.
Ambos discos fueron grabados durante su gira europea 2007: los gritos del público y los aplausos dan una buena idea del ambiente que se recrea en uno de sus conciertos. Que sea acompañado de una Big Band o de su hijo Corey y sus compañeros raperos, la experiencia es única: la música que nace de este instrumento mágico es como un hechizo que traspasa el cuerpo recorriendo la espina dorsal y deja huellas desde el cuello hasta los pies.