lunes, 14 de julio de 2008
El origen de la inmigración irregular. Los cayucos y las mafias occidentales
Autor: José Membrive - Lecturas[{0}] Comentarios[{1}]
Sociedad en Blog personal por Sociedad
Occidente mira con lástima, con paternalismo o con desprecio a quienes exponen su vida para mendigarnos un pedazo de pan que los libre de la inanición. Pero los occidentales tienen algo que ver en el origen de la tragedia. Mucho más de lo que los medios de comunicación cotidianos, nos dicen

José Membrive

José Membrive

De nuevo el largo verano se queda sin “noticias”. Los políticos dejan de insultarse y se van a veranear juntos. Los malos datos de la economía hay que suavizarlos para que la gente se siga endeudando con más viajes, para así evitar la crisis del sector turístico. Hasta las noticias de cuernos entre famosos, empequeñecidas por los cuernos de los sanfermines, dejan de tener peso, tal vez porque el público, gozando de vacaciones en su gran mayoría ve más emocionante la posibilidad de ser protagonista de una infidelidad que de preocuparse por las infidelidades ajenas. Así que, también los famosos toman sus vacaciones durante las cuales, seguramente, pactarán los futuros escándalos, harán cuentas y se repartirán los dividendos y negociarán las exclusivas bajo el paraguas de un chiringuito playero.

¿Qué hacer entonces para seguir vendiendo periódicos y revistas del culo que, por un eufemismo absurdo denominan, del corazón? Los cayucos y los crímenes de género. ¿Qué sería de los noticieros, de la prensa, de las revistas veraniegas sin estos “chollos” informativos? Pero estos dos temas: la inmigración y la violencia en el hogar, son demasiado serios, tienen muchísimas implicaciones que no se quieren abordar. Por eso todos los medios dedican sus energías a desinformarnos sobre ellos, o lo que es lo mismo a ofrecer una información fragmentaria y manipulada. La felicidad siempre es relativa. Recordarnos que hay gente que da su vida por tener la posibilidad de vivir como nosotros siempre es un halago y un motivo para que dejemos de quejarnos.

Centrándonos en el tema de la inmigración, a lo más que llegan nuestros medios de comunicación es a hablar de las mafias oriundas que organizan estos viajes hacia el infierno. Pero nunca hablan de las otras mafias: el entramado de mafias empresariales, europeas, norteamericanas y chinas, que están chupando la sangre de África. Uno de los continentes más ricos en recursos naturales.

¿Qué son los cayucos? ¿de dónde vienen? ¿quiénes los traen? ¿por qué emigran precisamente ahora? Todas estas preguntas están respondidas con una claridad espeluznante en un artículo que Alex Aguilar, investigador de los orígenes de los movimientos migratorios y del cambio climático, publicó el 18 de septiembre de 2007, en la edición española de Le Monde Diplomatique (Sobrepesca y migración en el África subsahariana). Lo que expongo a continuación no es otra cosa que el extracto de algunas de sus ideas. Centra su análisis en Senegal y Mauritania que poseían uno de los caladeros más fecundos en pesca del Atlántico –escribo poseían- porque en las últimas décadas están siendo esquilmados debido al “desembarco masivo de las flotas asiáticas y europeas de la zona. Y con ellas ha llegado inevitablemente la sobrepesca”.

El pesquero Atlantic Dawn

El pesquero Atlantic Dawn

El propio Banco Mundial reconoce que la presión pesquera internacional ha empobrecido los caladeros hasta provocar la escasez en los mercados locales. Teniendo en cuenta que el 75% de las proteínas consumidas por los senegaleses provenían del pescado ¿Qué se puede esperar?

La FAO reconoce que los stocks de pulpo y langosta están arruinados. Otros recursos como los tiburones (en 1985, desembarcaron 800 toneladas) ya han desaparecido del mapa comercial. Entre 1986 y 1991 la abundancia de productos pesqueros en la zona se redujo a la mitad. Sin embargo, la voracidad de las flotas internacionales sigue exigiendo a Senegal la autorización de más y más capturas. En la actualidad en el África subsahariana la flota pesquera europea captura seis veces y media más pescado que la flota local. El impacto de la pesca abusiva en la zona ha dejado sin trabajo a 700.000 pescadores que utilizaban sus pateras como herramienta de trabajo.

Un informe del Programa de Naciones Unidas Para el Desarrollo reconocía que “después de 15 años de cooperación (sic) con la Unión Europea, el sector pesquero de Senegal se enfrenta a una profunda crisis. Los stocks de pescado están exhaustos y el colectivo artesanal desorganizado, lo que ha elevado los precios del pescado en los mercados locales y puesto en peligro los suministros e industrias conserveras”..

El comportamiento ético de los europeos, como suele ocurrir, desaparece cuando actúa fuera de sus fronteras. Así en 2001 la ayuda europea a Mauritania fue condicionada a que este país admitiera la presencia del Atlantic Dawn, un mastodóntico pesquero irlandés que faenaba con una enorme red de arrastre en forma de embudo de 600 metros de ancho y 100 de alto, cuya actividad había sido prohibida en aguas europeas por destructiva. En Senegal, durante seis años el Atlantic Dawn ha capturado cada día la misma cantidad de peces que 3.000 piraguas locales hasta que el pasado año fue multado por pescar en una zona prohibida…

Con estos datos y bastantes más que aporta Alex Aguilar en su minucioso artículo, no hace falta mucha imaginación para deducir que los cayucos son los inmigrantes “ilegales” pertenecen al batallón enviado al paro por la codicia de los países ricos –e idiotas- que está cavando la tumba de multitud de especies del mar, multitud de caladeros, multitud de pescadores y que, de seguir esa feroz depredación acabará por decretar su propia miseria…

Desde este punto de vista, tal vez no esté mal preguntarse: ¿quiénes son los verdaderos ilegales? ¿quiénes conforman las auténticas mafias que condenan al hambre y a la desesperación a millones de personas arrebatándoles sus riquezas y destruyendo su medio de vida?


NOTA: En el blog titulado Besos.com se pueden leer los anteriores artículos de José Membrive, clasificados tanto por temas (vivencias, creación, sociedad, labor editorial, autores) como cronológicamente.