Juan Antonio González Fuentes
Vivo en una ciudad que es puerto de mar, capital de una región cuyas costas están bañadas por el agreste y nervioso mar Cantábrico. En cuanto sopla un poco el viento sur, las aguas de la bahía se ponen a hervir, y cuando sopla el noroeste las olas gigantes baten los muelles y las islas que pueden contemplarse desde la costa. Me gusta el mar, no puedo vivir sin mar. Cuando llego de Madrid, por ejemplo, lo primero que siento es el aroma salino del mar, la piel se me humedece, y parece que, paradójicamente, respiro mejor.
Me apasionan las historias de mar, los relatos marinos. Esa es al razón por la que llegué hasta el raro libro que ahora les voy a recomendar y hasta su autor, un tipo realmente fascinante, y cuyas características y elementos conformantes son más abundantes en la cultura anglosajona que quizá en ninguna otra. Me refiero a Alan Villiers (Melbourne, 1903; Oxford, 1982), un marino escritor, insisto, figura británica por antonomasia.
Alan Villiers
Villiers tuvo una pasión en su vida: navegar, y además hacerlo a vela. Estuvo embarcado en buques balleneros, circunnavegó en varias ocasiones la tierra y, para rematar la faena, tomó parte en la segunda guerra mundial, tras la que fue ascendido a comandante y condecorado.
Y entre ola y ola, entre vuelta al mundo y vuelta al mundo, Villiers escribió, y no lo hizo con excesiva moderación. Más de 40 títulos lo contemplan, desde una especie de biografía del afamado capitán Cook, hasta la narración de muchos de sus interesantes viajes. Tal producción le valió el éxito como escritor en lengua inglesa, y el ser reconocido como un narrador de mérito y acierto.
El libro que hasta aquí no trae se titula La campaña de la goleta Argus, y su subtítulo es muy explícito: Un viaje a la pesca del bacalao por los grandes bancos de Terranova y Groenlandia. El libro lo ha editado Ediciones Trea de Gijón, y en sus casi trescientas páginas ilustradas con increíbles fotografías realizadas por el propio Alan Villiers, nuestro autor lleva a cabo casi la escritura de un documento divulgativo, antropológico y etnográfico en torno a una de las últimas actividades económicas que hicieron uso y costumbre de la navegación a vela en viajes por los distintos océanos: la pesca del bacalao por marinos y barcos portugueses, nuestros vecinos.
Alan Villiers: La campaña de la goleta Argus (Ediciones Trea, 2007)
Villiers vivió más de cinco meses embarcado en el Argus, una goleta de bandera portuguesa que, junto a los compañeros marineros, es la gran protagonista del relato. Hombres y nave, juntos y protegiéndose y ayudándose mutuamente, se enfrentan tanto de día como de noche a tormentas descomunales, a la niebla, las olas gigantescas, los icebergs...
Este libro de Villiers en una verdadera obra maestra de las narraciones que tienen el mar como elemento protagonista, y leyendo sus páginas uno no puede sino asombrarse y saludar con el sombrero en la mano a estos esforzados hombres capaces de hazañas cotidianas en las condiciones más duras en mitad de océanos negros y helados y a bordo de naves frágiles y con velas al viento.
Villiers, la pesca del bacalao en los mares fríos del norte, los marinos portugueses... No imagino ahora placer más a apropiado al momento que leer las páginas de este hermoso y poco habitual libro sentado a la mesa de un modesto pero limpio restaurante lisboeta mientras se degusta alguna delicia con bacalao de la rica gastronomía lusa. ¿Me aceptan la invitación? Coman y lean. Que aproveche.
NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.