jueves, 31 de mayo de 2007
Javier Cervera Gil: La guerra no ha terminado. El exilio español en Francia (Taurus, 2007)
Con el fin de analizar la realidad del exilio español en Francia después de la Segunda Guerra Mundial, Cervera coloca en sus justos términos la simpatía francesa hacia la causa del exilio y analiza cómo fueron evolucionando.
Título:
La guerra no ha terminado. El exilio español en Francia
Autor: Javier Cervera Gil
Editorial: Taurus
Lugar y fecha: Madrid, 2007
Páginas: 769
Precio: 22 €
«La guerra ha terminado.» Esta frase del parte del 1 de abril de 1939 daba por terminada oficialmente la Guerra Civil española. Sin embargo, podría decirse que entonces no terminó toda la guerra y, desde luego, no terminó para todos. Un enorme contingente de españoles partidarios de la República, combatientes o no -los exiliados-, se tuvieron que marchar de la nueva España en la que no tenían cabida. La mayoría se instaló en Francia y, poco más de un año después, se desencadenó un nuevo conflicto bélico que complicó más su difícil situación: la invasión alemana de 1940.
Con el fin de analizar la verdadera realidad del exilio español en Francia después de la Segunda Guerra Mundial,
Cervera coloca en sus justos términos la simpatía francesa hacia la causa del exilio y analiza cómo fueron evolucionando la opinión pública, los sectores políticos y el ejecutivo de París desde la inicial simpatía hacia el exilio republicano antifranquista que cooperó en la Liberación de Francia, hacia posiciones más críticas -cuando no hostiles- frente a unos exiliados que cada vez resultaban más incómodos. Además, en esta obra se pone en tela de juicio que la dictadura franquista, aliada a los regímenes totalitarios derrotados, sufriera realmente un aislamiento en los años cuarenta y comienzos de los cincuenta, como ha sido un lugar común en obras anteriores. Todas estas circunstancias hicieron que muchos exiliados perdieran la esperanza de regresar pronto a España, y que tuvieran claro, en esos años cuarenta y cincuenta, que la guerra no había terminado todavía.
Javier Cervera Gil (Valencia, 1967) es profesor de la Universidad Francisco de Vitoria y del Centro Universitario Villanueva, adscrito a la Universidad Complutense. Doctor en Historia Contemporánea y en Ciencias de la Información, es autor de varios libros acerca de la
Guerra Civil: Madrid en guerra,
Así terminó la guerra de España y el último
Ya sabes mi paradero. La guerra civil a través de las cartas de los que la vivieron.
La editorial ha puesto al alcance de los lectores interesados la posibilidad de leer la
Introducción, el
Índice del libro
y unos breves
comentarios del autor sobre su trabajo.
De la reseña del profesor
Rafael Núñez Florencio para
El Cultural (24-5-2007), se han seleccionado los siguientes párrafos:
Aquí el protagonismo no corresponde propiamente ni a la guerra civil ni a los años inmediatamente posteriores, pues el estudio tiene como punto de arranque 1944, fecha en que se produce la liberación del hexágono por las tropas aliadas, y se prolonga hasta 1953, es decir, el fin simbólico del aislamiento franquista con la firma del tratado con Estados Unidos. La propia acotación antedicha nos da una clave fundamental para entender el sentido de esta investigación: no es sólo el exilio español al otro lado de los Pirineos lo que le interesa al autor sino también –y, me atrevo a añadir, sobre todo– la actitud francesa ante ese fenómeno.
Así que, por un lado, nos encontramos con un examen detallado de la reacción de la sociedad francesa ante los refugiados españoles pero, por otro, como casi resulta inevitable, ese estudio de la opinión pública se sitúa en el marco más amplio de la consideración política del franquismo y las relaciones de convivencia que debía mantener Francia con su vecino del sur. En términos más concretos, usando el planteamiento del autor, se trata de diseccionar la supuesta simpatía del país de acogida con la causa anti-franquista, analizar cómo fue evolucionando esa afinidad –muy matizable, como veremos– y mostrar cómo se intentó en las esferas oficiales hacer compatible todo ello con una realidad política –el mantenimiento de facto
de un Estado dictatorial– con la que había que contar, gustara más o menos.
Cervera dice explícitamente que desea romper con algunos lugares comunes, desde el inevitable “Francia, tradicional tierra de asilo” hasta el no menos repetido anti-franquismo francés, pasando por la tópica imagen del Estado democrático hostil a una dictadura militar. Nada de esto es falso, pero tampoco totalmente cierto. Cervera matiza cada una de esas afirmaciones con datos que demuestran que la realidad fue mucho más prosaica y la política concreta tuvo que adaptarse a las circunstancias (en definitiva, eso que expresa el término Realpolitik).
A la larga los refugiados españoles eran un engorro en más de un sentido y el idealismo de la sociedad vecina tenía unos límites muy marcados, los que imponía la vida cotidiana en unos tiempos nada fáciles.
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NOTA: Este blog es una suerte de
Escaparate dedicado a los libros y revistas, pero no a la crítica, sino a dar noticia de ellos a través de la información que proporcionan las editoriales, la prensa y las revistas y suplementos culturales.