viernes, 9 de febrero de 2007
Massimo Gaggi y Edoardo Narduzzi: “El fin de la clase media” (Lengua de Trapo, 2006)
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Europa vive con estupefacción un hecho social sin precedentes: la desaparición de la clase media y su transformación en una potencial clase de masa. La economía global de mercado va perfilando a sus nuevos consumidores.

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Título: El fin de la clase media y el nacimiento de la sociedad de bajo coste
Autor: Massimo Gaggi y Edoardo Narduzzi
Traducción: Cuqui Weller
Editorial: Lengua de Trapo
Lugar y fecha: Madrid, 2006
Páginas: 144
Precio: 16,85 €

Europa vive con estupefacción un hecho social sin precedentes: la desaparición de la clase media y su transformación en una potencial clase de masa. La economía global de mercado va perfilando a sus nuevos consumidores. Los productos ya no van dirigidos a una clase media influyente y con poder adquisitivo, y la aparición de empresas denominadas low cost imponen nuevos modelos de mercado. La Unión Europea se enfrenta al reto de asumir los valores de esta nueva economía sin perder su identidad como garante del estado del bienestar o renunciar y asumir como propio el modelo estadounidense, basado en la privatización de los servicios esenciales, con una fórmula muy simple: más servicios, más ocupación, menos Estado.

Massimo Gaggi y Edoardo Narduzzi estudian la actual evolución económica y social desde una perspectiva amplia, rigurosa, documentada, para esclarecer los problemas a los que nos enfrentaremos y advertirnos de que están apareciendo nuevas economías en escena ─China, India o Brasil─, que trasladarán el terreno de juego de las finanzas mundiales y cambiarán la configuración social, política y económica del nuevo mundo globalizado.

Massimo Gaggi es subdirector del Corriere della Sera y actualmente trabaja en Nueva York como columnista corresponsal. Ha dedicado gran parte de su tiempo al estudio de las consecuencias socioeconómicas y políticas de la globalización. Edoardo Narduzzi es manager y empresario en el sector de la alta tecnología. Ha estudiado durante muchos años los efectos de la innovación y las nuevas tecnologías en la sociedad y la economía. Ha escrito numerosos libros sobre este tema, incluidos: La rivolta liberale (1994), Il malessere fiscale (1996), Il mercato globale (1997), American Internet (2002) y Sesto Potere (2004).

En la reseña del libro publicada en el suplemento de La Vanguardia que aparece los domingos (Dinero), titulada “La clase media en la sociedad Ikea” (28-1-2007), Justo Barranco proporciona una visión muy atractiva del libro:

Ahora que todos somos clase media, la clase media ya no existe. Llevaba enferma bastante tiempo debido a procesos de fuerte deslocalización, tecnologías de alta rentabilidad, como consecuencia, una fuerte polarización de rentas. Así las cosas, su certificado de defunción ha sido extendido con prisas para sustituirla por una clase de masas. No de masas en el sentido proletario, sino de sociedad sin barreras, con algunos excluidos por abajo y por arriba. Una sociedad de bajo coste que tan bien representan las nacidas anteayer pero ya simbólicas starlets globales Ikea, Ryanair, Wal-Mart, H&M o Zara.

(...)

...para los autores, la clase media que se desarrolló durante el siglo XX, que permitió la producción a gran escala, contuvo el empuje de la clase obrera, fue la clase numéricamente fundamental en los procesos electorales y el motor del estado de bienestar, ha sufrido un big bang debido a la globalización y sus miles de millones de trabajadores de bajo coste. Un big bang en todas las direcciones: hacia una sociedad en la que ya no hay obreros pero tampoco un papel preciso para profesores y médicos, una realidad indiferenciada, más monocorde que homogénea, en la que es difícil definir sus referencias culturales y sus plataformas políticas. En definitiva, una clase de masas en la que sólo están excluidos por abajo los trabajadores no especializados y por arriba una aristocracia muy patrimonializada beneficiaria de la riqueza generada por el conocimiento creativo.

Ese universo humano magmático y poco ideologizado, en el que los hijos tendrán más difícil hallar un trabajo bien remunerado pero heredarán un gran patrimonio paterno, es flexible y está deseoso de ampliar al máximo sus posibilidades de consumo: así, para los menos acomodados, los precios bajos de los productos importados se convierten en algo tan importante como los servicios sociales. Ejemplos como los vuelos baratos muestran que las empresas low cost pueden crear inclusión social poniendo la movilidad a disposición de millones de personas. No sólo eso: las empresas exitosas son hoy las que siguen una estrategia de negocio alineada con las exigencias postclase media, mientras que antes sólo interesaba la clase media.

La clase de masas, dicen los autores, busca la proletarización de los servicios y los bienes de consumo. “Lo que no significa necesariamente calidad inferior. Al contrario, porque favorecidos por la experiencia que garantizan las nuevas tecnologías, por el reducido coste de adquisición e intercambio de las informaciones y por la dimensión global de la demanda, los consumidores de bajo coste se encuentran en una posición de fuerza que ni siquiera la clase media soñó nunca con alcanzar. Pueden dirigir las ofertas para satisfacer las propias exigencias.

Cierto que no todos los consumidores se interesan por al bajo coste: hay una nueva aristocracia del conocimiento que demanda bienes y servicios exclusivos, personalizados. Y también hay bastantes excluidos a los que no les alcanza ni para productos superdescontados.

En esta nueva realidad, los gobiernos occidentales ya no tienen capacidad de redistribuir la renta y han de reorganizar sus sistemas asistenciales: además de los límites de la recaudación, la clase de masas aprenderá en breve a replicar sus hábitos de compra incluso en el ámbito de la oferta de servicios personales, provocando una revolución en la agenda política. Darán forma a un bienestar de bajo coste, con servicios a costes menores gracias a las tecnologías y modelos de producción y abastecimientos originales.

(...)

No está claro que es esta sociedad alguien vaya a ser capaz de aislar intereses o valores capaces de crear nuevas mayorías de ciudadanos. La emoción y la sugestión serán más importantes para el votante y, con ellas, los extremismos. Para evitarlos, concluyen, es necesario evitar el colapso del sistema actual. Comenzando ya sus reformas.

Se pueden leer las primeras páginas del libro en literaturas.com y una entrevista breve con los autores en la propia web de la editorial Lengua de Trapo.

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NOTA: Este blog es una suerte de Escaparate dedicado a los libros y revistas, pero no a la crítica, sino a dar noticia de ellos a través de la información que proporcionan las editoriales, la prensa y las revistas y suplementos culturales.