La literatura es una dimensión humana situada a media distancia entre lo terrenal y lo espiritual. Los diversos géneros se mueven entre estos dos ámbitos equilibradamente: si en algún momento los sueños nos privan de la perspectiva real y humana, la obra se resiente, al igual que ocurre cuando el árbol del hiper-realismo no nos deja ver el bosque de los sueños, de las ideas, del sentido de la vida.
El ensayo es justamente el género en el que la práctica y la teoría han de convivir armónicamente, el género más didáctico, el que más directamente puede incidir en la vida, en la economía, pero también en los sentimientos humanos.
Muakuku Rondo Igambo es uno de los ensayistas más perspicaces y pertinaces que conozco. Su literatura no solo está ligada al compás del tiempo histórico, sino al compás de su propia existencia. Sus libros son el producto de este otro ensayo permanente que se llama vida, y están macerados en ese laboratorio rico, que ha configurado su trayectoria.
Muakuku Rondo Igambo
Muakuku nació en Punta Mbonda. Bata. (Guinea Ecuatorial). Se lincenció en economía por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Cooperación y Desarrollo, en Derecho Tributario y en Relaciones Laborales. Ha sido profesor en diversos organismos de prestigio como la UNED.
Pero Muakuku no es un economista al uso, sus obras, sus teorías siempre tratan de armonizar lo económico y lo social, para él, al contrario que para muchos otros economistas, esta ciencia está sometida siempre a las leyes del bienestar social. No cultiva una teoría que concibe la economía como una ciencia independiente a cuyas leyes han de someterse quienes quieran medrar. Para él la economía no es un campo de batalla, una lucha permanente entre grupos, sino una ciencia al servicio del bienestar general.
Tampoco cae en utopías igualitaristas en el que el padre Estado reparte entre sus pequeños la proporción racionalizada del producto general. La economía forma parte de la vida, de la política, del empuje, de la justicia. Y en esta dirección se enfocan la inmensa mayoría de los ensayos de este gran teórico.
Obras anteriores como: Pobreza, desarrollo y globalización en el sur del sur, Conflictos étnicos y gobernabilidad: Guinea Ecuatorial, Crisis y Capitalismo en el tercer mundo o África Subsahariana y occidente: historia de una dependencia…, etc. muestran el doble carácter social y económico de su enfoque.
Muakuku Rondo Igambo: El juego social. Moral o conveniencia (Ediciones Carena, 2013)
Pero tal vez lo que más llame la atención es que este escritor sale de las trincheras de la teoría y se convierte en activador de los procesos económicos que él mismo teoriza. De ahí su creciente credibilidad como teórico. Sus soluciones están muy ligadas a la dinámica del momento y esto las dota de una gran fortaleza.
En esta línea discurre su penúltimo ensayo: El Juego Social. Moral o conveniencia. La interrelación entre economía y organización social es el objeto de este ensayo publicado por Ediciones Carena en el que la oposición aparente o real entre interés general y el individual, entre la moral social y las necesidades humanas, constituye uno de los puntos de mayor interés.
Esta obra nos enseña a compatibilizar producción de bienes materiales con la justicia social. El bienestar de una sociedad no radica en producir muchos bienes si carece de justicia equitativa. Por otra parte, individualmente, estamos obligados a desarrollar la sociabilidad. Conjugar la autenticidad de cada uno, sus cualidades, su educación, sus aspiraciones, con las necesidades sociales, conseguir un entrelazamiento entre valores individuales y colectivos, establecer un equilibrio entre moral y conveniencia, entre libertad y servicio, entre el precio y el valor, corregir desigualdades, establecer canales que integren las justas reivindicaciones tendentes a reforzar las estructuras sociales, activar mecanismos que subsanen las injusticias, conjugar los deberes para con la sociedad con la independencia individual, integrar la producción de bienes en las nuevas formas de relacionarse, de concebir la convivencia, adaptarse a la nueva explosión de las redes sociales, conseguir una sociedad en cuyo gobierno puedan participar los ciudadanos con mucha más nitidez que las condiciones establecidas hasta ahora, fortalecer la democracia participativa… son algunos de los puntos de reflexión abiertos en este necesario ensayo.
Un libro imprescindible para quienes aspiren a construir una sociedad justa, equilibrada, que respete la pluralidad, pero que unifique los objetivos sociales.