Podría parecer una broma, pero no lo es. Sobre
J(erome) D(avid) Salinger hay muchas más biografías que libros escritos por él. La primera, si no estoy mal informado, la escribió
Warren French en 1963, ayudando sobradamente a la construcción del mito Salinger. Luego vino la de
Ian Hamilton, que acabó en los tribunales de justicia americanos. Más tarde, y casi en avalancha, las biografías con algo de vengativas de
Joyce Maynard (ex amante) y
Margaret. A. Salinger, la hijita consentida.
Paul Alexander escribió la suya con espíritu de tabloide escandaloso y sensacionalista.
Pero ahora llega nuestras librerías de la que puede ser considerada sin duda la más seria y preparada de todas, la escrita por
Kenneth Slawenski y editada en España por Galaxia Gutenberg. ¿El título?, obvio pero preciso:
J. D. Salinger: una vida oculta. El autor se ocupa, lógicamente de los avatares y vaivenes de la vida del mítico escritor norteamericano, pero hace también algo que hasta la fecha nadie se había propuesto con seriedad: hablar de su literatura.
Kenneth Slawenski: J. D. Salinger: una vida oculta (Galaxia Gutenberg, 2010)
Desde su nacimiento hasta la publicación de su gran obra,
El gardián entre el centeno, la vida de Salinger no presenta muchos misterios. Nació en Nueva York en 1919 en una familia judía. Tuvo una infancia complicada, siendo expulsado de diversos colegios. Participó en la Segunda Guerra Mundial, en la que destacó como un “competente” interrogador de nazis. Regresó a Nueva York al término de la guerra y comenzó a publicar con éxito en
New Yorker, revista en la que publicó capítulos enteros de la que sería la obra con la que logró el milagro de la fama universal. Publicó
El guardían…, un
best seller internacional y de calidad sobre un adolescente radicalmente abstracto. Y a partir de este “feliz” suceso llegó la nada, o la supuesta nada. Salinger se recluyó en su casa de New Hampshire y no se volvió a saber de él, a excepción de su querencia por el budismo, unos matrimonios raros y relaciones extrañas con chiquillas. ¿Siguió escribiendo Salinger? Esa es la pregunta aún sin resolver. Lo cierto es que el escritor murió el último día de enero de 2010 en su casa de New Hampshire y que jamás publicó nada nuevo. Ahí queda para la historia de la literatura su
guardíán. Bueno, y también para la de la psiquiatría, pues algunos de los magnicidas más sonados de las últimas décadas confesaron ser fieles fans del libro.