Caminaba esta tarde con buen paso dirigiéndome a la emisora de radio donde me tocaba intervenir como contertulio. No llegaba tarde pero tampoco me sobraba el tiempo. En el camino pasé junto a un establecimiento de esos que llamo de tipo mixto. ¿Que a qué me refiero? Pues a un estanco de los de toda la vida, es decir, de los que venden tabaco y sellos de correos, pero en los que además, para tener una mayor oferta y potencial clientela, también venden prensa, y todo lo que ahora se vende en cualquier kiosko español: caramelos, recargas de teléfono, bonos de transporte público, revistas mil, videos, discos..., y libros y coleccionables.
Siempre detengo la mirada en este tipo de escaparates y en las alas desplegadas de los kioskos, pues las ofertas y chollos están a la que salta. Y en efecto, para no dejar mal a mi intuición, desde el escaparate del extraño establecimiento mixto llamó mi atención un brillante envoltorio de cartón y plástico que guardaba por el módico precio de menos de 3 euros un volumen de tapa dura y encuadernación en tela con dos títulos emblemáticos de
Ortega y Gasset:
España invertebrada y
La deshumanización del arte. Se trata de la primera entrega de una nueva colección de libros destinados a los kioskos editada por editorial Planeta DeAgostini. El título de la colección es expresivo: “Grandes pensadores españoles”. El libro de enganche el volumen ya citado con los dos trabajos de Ortega. Insisto, tapa duro, encuadernación en tal, letra generosa y 315 páginas que incluyen un enjundioso prólogo de
Valeriano Bozal.
José Ortega y Gasset en los años 50 (fuente: wikipedia)
No he resistido la tentación. Abandoné el camino hacia la emisora, entré en el estanco-librería y salí con el producto a cambio de 2 euros y pico. Rompí el cartón y los plásticos, deposité los deshechos en los contenedores ecológicos cercanos y comprobé la oferta. Sí, tapa dura, cubiertas en tela..., una bonita edición con dos obras claves de Ortega por menos de tres euros. Anuncian los autores de las próximas entregas:
Julián Marías, Unamuno, Ferrater Mora, Marañón, Ramón y Cajal... El precio de los próximos libros sube, y sube bastante, aunque no los saca de la baratura. Realmente es una colección interesante, editada con calidad y a un precio más que asequible. Desde luego, una oferta maravillosa para ser un joven de veinte años con ganas de ir fundando libro a libro una buena biblioteca.
Cuando llegué a la emisora me topé con mis compañeros de tertulia. Entre ellos el novelista
Enrique Álvarez, quien comenta que su última novela
, Garabandal, la risa de la Virgen (ediciones Tantín) ya ha agotado sorprendentemente su primera edición. Y también está el narrador y poeta
Miguel Ibáñez, autor de un fabuloso libro de microrrelatos:
El lobo veloz. Miguel trae consigo uno de los regalos que le han dejado los Reyes Magos estas pasadas navidades: un
libro electrónico, o mejor dicho, un lector de libros electrónicos. Lo muestra orgulloso y me enseña su funcionamiento. Me comenta que ya tiene almacenados mil y pico libros en ese aparatejo parpadeante y orgullosamente pequeño y plano. Si se le aumenta la memoria, me dice, calcula que puede almacenar en él unos 30.000 libros. Yo le echo un vistazo a mi recién adquisición bibliográfica. Ortega y Gasset, Grandes Pensadores Españoles, tapa dura,
España invertebrada, cubierta en tela, La deshumanización del arte. Y veo el aparato luminoso, desafiante. Me siento antiguo, viejo, pasado de moda..., casi un poco avergonzado. Pero de pronto, Miguel Ibáñez apaga el aparato y bajando la cabeza desde su baloncestística altura hasta mi oreja me susurra: “pero no es tan manejable como el libro de toda la vida, ni tan cómodo, ni respira, ni huele, ni tiene ni tendrá nunca el aroma de mis propias manos”. Una sonrisa se esbozó en mi boca, y con cariño y algo de melancolía dejé que mis dedos recorriesen la cubierta en tela y las letras que con algún relieve y en color granate dicen: Ortega y Gasset,
La deshumanización del arte.