El historiador y erudito prusiano
Theodor Mommsen, autor de unas 1.500 obras, entre ellas la legendaria
Historia de Roma, tenía en enero de 1903 ochenta y cinco años de edad, estaba mordido por la depresión y había decidido, tiempo antes, pasar todo el tiempo posible en su impresionante biblioteca. Aproximadamente un año antes la Academia Sueca le había concedido el premio Nobel de Literatura.
El 26 de enero del año ya mencionado, Mommsen subió a lo más alto de la escalera que terminaba en las estanterías más altas de una parte de su biblioteca. Sacó un libro y, mientras lo hojeaba con dificultad sosteniéndolo con una sola mano, con la otra sostenía una vela que le daba la luz suficiente para poder leer. Sin darse cuenta, claro, acercó el fuego de la vela a su blanca melena, y esta se prendió incendiándose con consecuencias trágicas. El viejo erudito logró apagar el incendio de su cabellera, pero su rostro quedó herido con consecuencias ya irremediables. Murió diez meses después.
Joaquín Rodríguez: Bibliofrenia o la obsesión irrefrenable por los libros (Melusina, 2010)
Esta anécdota es el final de un capítulo de los veinticinco que conforman un libro absolutamente delicioso dedicado al amor a los libros, a las bibliotecas. El libro se titula
Bibliofrenia o la obsesión irrefrenable por los libros, lo ha editado Melusina y lo ha escrito
Joaquín Rodríguez. Cada capítulo de
Bibliofrenia está dedicado a contar con brevedad, humor, erudición…, la curiosa y llamativa historia de 25 célebres bibliofilos occidentales, 25 hombres que dedicaron sus esfuerzos y pasión a construir bibliotecas sencillamente impresionantes por su calidad y la cantidad de libros y documentos reunidos. Hablamos de personajes como
Franceso di Petrarco, Kant, Henry E. Huntington, Casanova, Gómez de la Cortina…
Bibliofrenia es un homenaje al
libro de papel en un momento histórico en el que posiblemente
estemos asistiendo a su defunción, al menos con el sentido y
presencia que ha tendido a lo largo de los últimos dos mil años.
Bibliofrenia es uno de los mejores regalos que puedan ocurrírseme hoy para cualquier
amante auténtico de los libros. El lector lo pasará muy bien leyendo esta páginas, y verá cómo su propia bibliofília encuentra motivos y aliento para enraizarse un poco más en su propia vida.