Preguntas
doradas
En el cielo, toda la gente
interesante está ausente.
Friedrich Nietzsche
Dirk volvía a casa de la
biblioteca. Había decidido compartir con Angélica las historias favoritas de su
juventud. Llevaba en el coche La telaraña de Carlota, Stuart Little y
Los cuentos de las mil y una noches. Se los leerían en voz alta uno al
otro. Dirk sonrió de felicidad imaginando a Angélica escuchando esos cuentos de
magia y maravilla. Luego ella le leería y, como el sultán embelesado por
Serezade, él sucumbiría al profundo terciopelo de su voz.
Se detuvo en una zona prohibida y
saltó del coche hacia un cajero. Metió la tarjeta. Antes de que pudiera retirar
la mano, antes de que pudiera gritar o siquiera pensar en gritar, fue absorbido
vorazmente por la ranura. Fue aplanado hasta el grosor de una tarjeta de crédito
y chupado por la oscuridad.
Despertó ante una puerta tan
limpia que le dolían los ojos. «Familias bienvenidas» estaba claramente rotulado
a mano sobre la entrada al cielo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de
los Últimos Días.
La guía de Dirk Quigby
del más allá mormón
En 1820 Joseph Smith júnior tenía
14 años y un problema: ¿cuál religión era la verdadera? Se metió en los bosques
y oró pidiendo orientación. Jesús y su papá se le aparecieron dándole algunas
noticias sorprendentes:
Todas las Iglesias del mundo eran
ofensivas para el Señor.
A Joseph se le ordenó que fundara
una religión nueva, que sería la única verdadera Iglesia de Jesucristo. Un guía
espiritual le diría qué había que hacer.
Joe esperó meses, pero no
apareció nadie. Pasó un año más y seguía sin aparecer nadie. Por último, tras
tres años, vino un ángel llamado Moroni con algunas tabletas doradas.
Moroni dio a Joe un par de
piedras para que se pusiera en los ojos y así poder traducir las tabletas del
«egipcio reformado» y convertirlas en el Libro de Mormón: otro testamento de
Jesucristo. A las piedras, o «piedras proféticas», se las llamó Urim y
Thummim, Urmie y Thumie para sus amigos. Joseph se las puso en los ojos y se
cubrió la cara con el sombrero, excluyendo toda distracción mundana y
pareciendo bastante idiota. Cuando Joseph había compilado el Libro de
Mormón, Moroni volvió y recuperó las tabletas doradas, por eso no se las
expone junto a los Diez Mandamientos, el Arca de la Alianza, la auténtica Sábana
Santa de Turín y el Santo Grial en el Museo de los Cacharros perdidos de
Dios.
En los 1840 Dios pasó a charlar
un rato con Joe y le dijo que tener varias esposas era supercorrecto. ¡No veas
cómo se puso su mujer!
Aunque extremadamente
carismático, Joseph no era apreciado universalmente. Reunió un grupo de
seguidores, pero tras ser embreado, emplumado y expulsado violentamente de Ohio
y de Misuri, le mataron cuando intentaba huir de la cárcel de Illinois.
Se proclamó nuevo revelador y
profeta del grupo a Brigham Young. Condujo a los creyentes, múltiples esposas
incluidas, a la tierra de la leche, la miel y la sal, en Sión, también conocido
como Salt Lake City [Ciudad del Lago Salado]. Salt Lake City: el único sitio del
mundo donde hasta los judíos son gentiles. Los mormones llaman gentiles a todos
los que no son mormones. Imagínate.
En 1890 Dios le dijo al
presidente de la Iglesia, Wilford Woodruff, que tras alguna reflexión había
decidido que lo de los matrimonios múltiples no era buena idea. Para ser exactos
¡eran malos y estaban prohibidos! El hecho de que el ejército de los Estados
Unidos estuviera a punto de invadir Utah no tenía absolutamente nada que ver con
la decisión de Dios.
El mormonismo es la religión con
el crecimiento más rápido del mundo. Aunque no tan rápido como en los días de
la poligamia. Claro que ayuda tener más de 60 000 aturdidos veinteañeros
errando por el mundo en misiones de dos años bautizando a nuevos conversos. El
bautismo indirecto de los muertos (celebrado en templos mormones) ayuda a
equilibrar las filas de los miembros en activo con las de los que ya descansan.
Me encanta bautizar a los muertos, no se resisten cuando los metes bajo el
agua.
Destino
final:
Hay tres niveles celestiales: el
Reino Celestial, el Reino Terrestre y el Reino Teleste. Los más ambiciosos de
sexo masculino del Reino Celestial pueden seguir para llegar a ser dioses. El
más allá consiste en una serie de pasos que conducen a la diosez.
Las tinieblas exteriores son un
tanque que contiene las almas de los malos. Se quedan aquí hasta el fin del
milenio, cuando resucitarán y serán juzgados. A la mayoría se le permitirá
acceder al limbo del Reino Teleste. Los asesinos, apóstatas, hijos de la
perdición y golfistas dominicales regresarán a las tinieblas exteriores,
esta vez para siempre.
Requisitos de
entrada:
Todos fuimos ángeles en la
preexistencia. Durante los grandes debates Dios-Satán de 00 a. C. (antes de la
Creación), un tercio de los 144 000 ángeles respaldaron a Satán. El equipo de
Satán perdió la escaramuza, además de sus apartamentos, y fueron condenados al
infierno para siempre, así que podemos olvidarnos de ellos. El resto apoyó a
Dios, pero algunos, en lugar de luchar valientemente, corrieron a esconderse
tras las nubes. «Los que fueron menos valientes en la preexistencia son los
que llamamos negros».
La Iglesia ha reformado este modo
de pensar y ahora afirma: «Los que fueron menos valientes en la preexistencia
son los que llamamos afroamericanos». Hasta 1978 los negros no podían ser
curas. Las negras, como las demás mujeres, no pueden ser curas tampoco hoy día,
ni tampoco alcanzar la diosez. «La piel oscura es una maldición de Dios y una
señal de su disgusto». Las vaginas tampoco son gran cosa,
aparentemente.
Pero, si eres una persona marrón
verdaderamente buena, ¡Dios lavará la maldición (en unas generaciones) y te
volverás blanco!
En 1978 Dios reveló por fin que
los negros podían ser ordenados. Esta revelación no tuvo nada que ver con el
hecho de que la Brigham Young University no pudiera jugar contra nadie a ningún
deporte.
El Libro de Mormón trata de una tribu de judíos que
navegaron desde Jerusalén hasta el nuevo mundo en 600 a. C. (Leif Erickson y
Cristóbal Colón pueden irse a pescar gambusinos).
Por entonces vivía en Jerusalén
un judío correctísimo llamado Lehi. A los otros judíos no les gustaba Lehi
porque se empeñaba en aparecer por las fiestas profetizando la inminente
destrucción de Jerusalén. Por último, Lehi y sus hijos Laman, Lemuel, Nefi y Sam
abandonaron la ciudad para ir a América, seguramente por la ruta del Mar
Muerto. Antes de embarcar, Lehi envió a sus hijos de vuelta a Jerusalén para
que recogieran algunas esposas y planchas de latón sagradas que contenían su
genealogía e historia.
Laban, el dueño de las planchas,
no quería cederlas. Laman, Lemuel y Sam intentaron pedirlas, comprarlas y
robarlas, sin éxito. Por último Nefi las consiguió a la correctísima antigua
usanza: le cortó la cabeza a Laban y robó las planchas, además de al criado de
Laban.
Y así los judíos, bajo la
dirección moral de Nefi y su sirviente obligado, navegaron a América. Cuando
llegaron se dividieron en dos facciones enfrentadas. Los nefitas, temerosos de
Dios, eran «blancos y encantandores », mientras que los lamanitas, idólatras,
eran «oscuros y aborrecibles ». Los oscuros, sucios y aborrecibles lamanitas son
los «ancestros principales de los indios americanos, polinesios y latinos del
Nuevo Mundo». Y así resulta que los indios americanos, polinesios y latinos del
Nuevo Mundo son los verdaderos descendientes de las tribus perdidas de Israel.
Qué gracia, porque no parecen judíos.
Para el año 385 de nuestra era,
los oscuros lamanitas habían exterminado a los demás judíos. Pero la buena
noticia es que si los lamanitas vuelven a la Iglesia, su piel se hará blanca de
nuevo. Me he estado fijando en la expansión de la Iglesia Mormona en México,
pero todavía no he visto cambios en la pigmentación.
El Libro de Mormón es la palabra de Dios, divina,
incambiable e incambiada, pero curiosamente sigue alterándose. Por ejemplo, en
1981 los nefitas se transformaron de «blancos y encantadores» en «puros y encantadores». Pero si pones
el Libro de Mormón ante un espejo, puedes ver la verdad de la buena.
Tras su crucifixión, Cristo
marchó al cielo por el camino más turístico, deteniéndose a visitar el Nuevo
Mundo y parando en puntos particularmente interesantes como Panamá, Honduras y
Ohio. Durante estas vacaciones en América, Cristo tomó doce nuevos discípulos.
Antes de irse al cielo, le concedió un deseo a cada uno.
Nueve de los discípulos eligieron
tener vidas largas y saludables al servicio de Cristo y luego acompañarlo al
cielo. Los tres restantes optaron por quedarse en la tierra un poco más…, por
ejemplo hasta el fin del mundo. Deseaban una vida eterna para poder recorrer el
mundo haciendo proselitismo. Desde entonces ha habido numerosos avistamientos de
los tres nefitas. Es difícil que haya una localidad de Utah que no haya sido
visitada por ellos, con sus pies blanquísimos, su blanco pelo flotando, su larga
barba blanca y sus blancos y deliciosos dientes. Son muy buenos amigos de Elvis
y de Jimmie Dean. Si ves a un nefita, por favor, avisa al representante
nefita más próximo.
Tuve un encuentro con seis de
los discípulos muertos. Estaban preparando gelatina y estudiando para llegar a
dioses.
*
Dios fue un hombre que progresó
hasta la diosez. Si estudias mucho, también tú puedes ser Dios.
Si eres mujer, tienes que
obedecer a tu marido. Al fin y al cabo, va a ser Dios.
Entrega el 10 % de tus ingresos a
la Iglesia, de otro modo no se te permitirá el acceso al templo. Solo los
miembros que hayan superado esa cantidad y estén recomendados por el templo
pueden participar de los ritos secretos.
Sigue la Palabra de Sabiduría y
rechaza el alcohol, el tabaco, la cafeína y la fornicación. Los mormones se
toman el compromiso «nada de sexo sin matrimonio» muy en serio, incluso ahora
que la oferta es mucho más reducida en la sociedad monógama. Pero es muy
popular lo de frotarse con la ropa puesta.
Estate preparado. Ten en casa
acopio de comida y bebida para dos años, por si acaso Dios baja y cierra todos
los supermercados. La mayoría de los hogares que visité habían continuado con
esta costumbre en el cielo, pero no tengo ni idea de por qué. ¡Aquí no hace
falta descongelar las neveras y el almacenamiento es
celestial!
Calificaciones:
Ventajas
especiales: ** Los mormones siguen progresando en el
más allá, y finalmente llegan a ser dioses.
Incluso si estás muerto y en el
infierno, puedes llegar a este cielo si un mormón vivo te bautiza
indirectamente.
En el cielo permanecerás para
siempre vinculado a tu familia, una delicia dudosa.
Los hombres pueden vincularse con
varias esposas, pero no a la inversa. Cuidado: esto a veces tiene complicaciones
en el paraíso.
Las mujeres se pasan la eternidad
limpiando.
A los hombres que van a rituales
de tipo masónico les encantará este lugar. Los chicos entran en el sacerdocio
aarónico ya con doce años, y cuando tienen 18 ya pueden lograr el sacerdocio de
Melquisedec ¡y un anillo descifrador!
En el templo, si has pagado,
puedes usar ropa limpia y participar en rituales arcanos. Muchos de ellos
incluyen el uso de gorros de ducha y delantales verdes en forma de hoja de
parra.
Puedes jugar a «estar muerto». Te
metes en una habitación oscura donde miembros elegidos de la comunidad fingen
ser espíritus. Se supone que esto es para prepararte para el más allá, pero
es difícil tomárselo en serio si Dios suena como tu tío Manolo o tu profesor de
matemáticas de segundo.
A todo el mundo se le enseña una
manera secreta de darse la mano y se le da un nombre secreto, para que Dios sepa
que irás al cielo. (Las mujeres pueden decirles a los hombres su nombre secreto,
pero no a la inversa).
Ambos sexos reciben ropa interior
especial. Esto puede resultarle atractivo a quienes no fueron a campamentos
de verano, pero te aviso de que no es ni cómoda ni atractiva.
Hay una red social increíblemente
extensa. Siempre estás dando clase a domicilio, yendo a reuniones, practicando
artesanía mormona o comiendo gelatina.
Tienes los consuelos del Señor.
El primer consuelo es Cristo. El segundo consuelo es el Espíritu Santo. El
tercer consuelo es la gelatina.
Comida: * Si te gustan
los moldes de gelatina que le dan mejoras exóticas como forma de tiras de
zanahoria, pepino y verduras enlatadas, ¡este es tu cielo! También es popular la
ambrosía (el alimento de los dioses). Me parece que la gelatina infundida con
malvavisco con reducción de fruta de lata y nata montada es un gusto al que hay
que acostumbrarse, y es mejor hacerlo antes de la eternidad. La bendición de la
gelatina es así: «Por favor, bendice este alimento que nutrirá y fortalecerá
nuestros cuerpos». También puede aplicarse al helado, los donuts, los twinkies
Bebida: * ¿Qué puede
decirse del Postum (sucedáneo del café, sin cafeína)? También hay sucedáneos del
alcohol, aunque los más correctos evitan «hasta la apariencia de pecado». Pero
la vicodina, el Trankimazín y el Prozac son muy populares.
Música: * Himnos
superdulzones cantados por el Coro del Tabernáculo Mormón.
Alojamiento:
** Increíblemente limpios y asombrosamente
horteras.
Requisitos de
acceso: **
Calificación
general: **
Dos días o una hora más tarde,
Dirk volvió a su sofá. Estaba sonando el teléfono. Cuando lo cogió descubrió
que, mientras él había estado fuera, su coche también había estado viajando
hasta un depósito lejano donde esperaba su rescate.
Maldiciendo en alto, tomó un taxi
hacia el depósito, donde descubrió que por solo 200 dólares podría recuperar su
coche, al que ahora le faltaban los tapacubos y la radio.
—¡Maldito Lucifer! —estalló—. ¿No
podría contratar un aparcamiento en condiciones?
Nota de la Redacción: este texto corresponde a un extracto de la
novela de E. E.
King. La
guía de Dirk Quigby al más allá (milrazones,
2012). Queremos hacer constar nuestro agradecimiento a la Editorial
milrazones en la persona de su editor, Jesús Ortiz, por
la gentileza al facilitar la publicación en Ojos de
Papel.