René Char: <i>Cantos de la Balandrane</i> (Icaria, 2011)

René Char: Cantos de la Balandrane (Icaria, 2011)

    FICHA DEL LIBRO
René Char: Cantos de la Balandrane. Editorial Icaria. Traducción de Jorge Riechmann. ISBN: 978-84-9888- 390-9. Barcelona, 2011. 128 páginas. 16 €

    AUTOR
René Char

    LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO
L’Isle-sur-Sorgue (Francia), 1907 – París, 1988

    APUNTE BIOGRÁFICO
Publicó a los 21 años su primer libro de poemas. Hizo amistad con los surrealistas, cuyo segundo manifiesto firmó. Se distanció progresivamente del surrealismo en la segunda mitad de los años treinta. Tras participar en la drôle de guerre y licenciarse, en 1940 se une a la resistencia contra los nazis. El resto de su vida continuó comprometido con las luchas por la libertad y la dignidad humanas. Considerado uno de los poetas más grandes de Francia, publicó cerca de una veintena de obras

    TRADUCTOR
Jorge Riechmann

    BREVE CURRICULUM
Madrid (España), 1962. Poeta, traductor literario, ensayista y profesor titular de Filosofía Moral en la Universidad Autónoma de Madrid. Es autor de una treintena de ensayos (en solitario o en colaboración) sobre cuestiones de ecología política y pensamiento ecológico. Ha traducido extensamente a poetas como René Char y dramaturgos como Heiner Müller

    OBRA POÉTICA
Todo un primer tramo de su poesía, de 1979 a 2000, está reunido en Futuralgia (Calambur, 2011). Otros libros de poemas recientes son Ahí te quiero ver (Icaria, 2005), Conversaciones entre alquimistas (Tusquets, 2007), Rengo Wrongo (dvd, 2008), Pablo Neruda y una familia de lobos (Creática, 2010) y El común de los mortales (Tusquets, 2011)



René Char (1907-1988)

René Char (1907-1988)


Creación/Creación
René Char: Cantos de la Balandrane
Por René Char, jueves, 1 de marzo de 2012
René Char es incontestablemente uno de los mayores poetas del siglo xx. Entre 1907 y 1988 se tensó su aventura humana, estética y moral. Las manos que escribieron los poemas fueron las mismas que las del capitán de guerrilleros que resistían contra el nazismo; la voz que cantó la nobleza del río Sorgue fue la misma que se irguió contra la instalación de misiles nucleares en la meseta de Albión. Con esta publicación de Cantos de la Balandrane se vuelve accesible a los lectores de nuestra lengua, en edición bilingüe, uno de los libros de Char todavía inéditos en español (por Jorge Riechmann).
Aunque la experiencia es siempre en la poesía de René Char el lugar de encuentro con la palabra, lo cierto es que el poema no busca ni la explicación ni la justificación de aquella experiencia. La función de la palabra poética es otra. Char transforma toda experiencia en espacio para la conciencia a través de un decir que aspira al conocimiento productivo de lo real. En esa búsqueda, propia de la tradición hermética, no ajena en este caso, aunque superándolo, al breve periodo surrealista del poeta, la palabra destruye la anécdota al mismo tiempo que hilvana un tejido completamente nuevo, basado en una conjunción de elementos relacionados entre sí no tanto por la claridad como por la iluminación. De este modo, la poesía de René Char profundiza en lo real y se aproxima a la intimidad de las cosas. Si al pan le corresponde ser la belleza del amanecer es por aquellos mismos motivos por los que la noche y el calor, la vegetación y el cielo se tornan invisibles para ser sentidos mejor. Cada acercamiento es único y en cada uno de ellos prevalece el sabor eléctrico de la primera vez. De la poesía de Char podría decirse lo que él mismo dijo del pensamiento de su admirado Heráclito: posee ese soberano poder ascensional que confiere apertura y dota de movimiento al lenguaje, adecuándolo a su propia consumación (por Vicente Valero)


SELECCIÓN DE POEMAS (obra de Jesús Ortiz Pérez de Molino)


MA FEUILLE VINEUSE

Les mots qui vont surgir savent de nous ce que nous
ignorons d’eux. Un moment nous serons l’équipage de
cette flotte composée d’unités rétives, et le temps d’un
grain, son amiral. Puis le large la reprendra, nous laissant
à nos torrents limoneux et à nos barbelés givrés.

MI HOJA VINOSA

Las palabras que van a surgir saben acerca de nosotros
lo que nosotros ignoramos de ellas. Por un momento
seremos la tripulación de esta flota formada por unidades
reacias, y durante el tiempo de una turbonada, su
almirante. Después la alta mar volverá a llevársela, dejándonos
con nuestros torrentes cenagosos y nuestras
alambradas cubiertas de escarcha.

***


Ma mémoire est une plaie à vif où les faits passés
refusent d’apparaître au présent. S’ils y sont contraints,
ils saignent et une chatte n’y reconnaîtrait pas ses petits
sanglants.

Mi memoria es una herida en carne viva donde los
hechos pasados se niegan a aparecer en presente. Si se
les fuerza a ello, sangran, y una gata no reconocería a
sus pequeños ensangrentados.

***


PRÉVARICATEUR

— Je remercie chaque matin courtoisement le diable
ou l’un de ses agents penché sur mon ardoise. Prévenance
n’est point pacte.
— Que répond-il?
— Mec, laisse tomber. C’est un daru.
— Satisfait, dans l'injuste milieu?
— Non.
— Alors?
— Les années admirables, la grande peste, la juridiction
mathématique, l’horloger d’ici marmot sinistre, toi
à demeure.

PREVARICADOR

—Cada mañana le doy las gracias cortésmente al diablo
o a uno de sus agentes inclinado sobre mi pizarra.
Amabilidad sin pacto.
—¿Y qué contesta?
—Tío, déjalo. Es un pasmarote.
—¿Satisfecho, en el injusto medio?
—No.
—¿Y entonces?
—Los años admirables, la gran peste, la jurisdicción
matemática, el relojero de acá arrapiezo siniestro, tú
para siempre.

***


Entraperçue

Je sème de mes mains,
Je plante avec mes reins;
Muette est la pluie fine.
Dans un sentier étroit
J’écris ma confidence.
N’est pas minuit qui veut.
L’écho est mon voisin,
La brume est ma suivante.

Entrevista

Siembro con mis propias manos,
Planto a golpe de lomos:
Muda es la lluvia fina.
En un sendero estrecho
Escribo mi confidencia.
No es medianoche quien quiere.
El eco es mi vecino,
La bruma mi sucesora.

***


LE SCARABÉE SAUVÉ IN EXTREMIS

L’étoile retardataire vient à son tour d’éclater. Notre
double coeur l’a perçu. Son brasier au visage grêlé sera
le dernier d’une longue carrière. Le rang des ténèbres
s’est ouvert. Mais qu’elle doit hésiter, sans son nom, à
s’y glisser! La souffrance éparpillée commet peu d’énergie.
Moins qu’un soleil. Moins qu’une chatte décidée à
mordre. Pour nous, il ne s’agit que de naître et de battre
l’air, d’écumer un moment, puis d’enserrer une nuque
docile et de rire de l’embarras du coursier. Au bord des
belles dents des jours, la part privée de coeur, aiguisée de
hantises, devra-t-elle encore être ce bourreau de la
nôtre, la libérable, comme c’est la coutume? Les meurtriers
innocents achètent des bijoux à leurs filles. Nous,
non. Ah! aujourd’hui tout se chante en cendres, l’étoile
autant que nous.

EL ESCARABAJO SALVADO IN EXTREMIS

La estrella retardataria acaba de estallar a su vez.
Nuestro doble corazón se ha dado cuenta. Su hoguera
de rostro maltratado será la última de una larga carrera.
La hilera de las tinieblas se ha abierto. Pero, sin su nombre,
¡cómo debe ella de dudar a la hora de deslizarse allí!
El sufrimiento desperdigado comete poca energía. Menos
que un sol. Menos que una gata resuelta a morder.
Para nosotros se trata solamente de nacer y agitar el aire,
espumar durante un momento, luego apretar una
nuca dócil y reír con el apuro del corcel. En el borde de
los bellos dientes de los días, la parte privada de corazón,
afilada por las obsesiones, ¿tendrá que ser una vez
más verduga de la nuestra, la liberable, como se acostumbra?
Los asesinos inocentes les compran joyas a sus
hijas. No, no. Ay, hoy todo se canta en cenizas, la estrella
lo mismo que nosotros.

***


Paléontologique commerce de la banque,
Les hauteurs de l’argent, dit-on, s’affaissent.
Celui-ci roulotte loin dans ses plaines finales.
Nul Cuvier ne se penche
Sur la manne dispersée.
Biens des vieux océans exhumés
Retournent aux ouragans stériles.
L’homme creuse là ses abris, croit-on,
Mouillé de sang et sec d’espace.
Est-ce le terme, est-ce l’issue?

Paleontológico comercio de la banca.
Las cimas del dinero, se nos dice, se hunden.
Éste rueda a lo lejos por sus llanuras últimas.
Ningún Cuvier se inclina
Sobre el maná disperso.
Bienes de los viejos océanos exhumados
Regresan a los huracanes estériles.
El hombre excava allá sus abrigos, se cree,
Mojado de sangre y seco de espacio.
¿Hemos llegado al término, a algún desenlace?


Nota de la Redacción: agradecemos a la editorial Icaria, en la persona del director de su colección de poesía, Jesús Ortiz, la amabilidad por permitir la publicación de esta selección poemas del libro de René Char, Cantos de La Balandrane, traducido magistralmente al español por el poeta Jorge Riechmann, en Ojos de Papel.