EL EXTRANJERO (1)
Dedicado a la Señora del Consejero de Minas von
Charpentier
Cansado estás y frío, oh extranjero, y no pareces
adaptado a este cielo. Vientos más calientes
soplan que en tu patria, y más libre
en otro tiempo se alzaba el
pecho joven.
¿No expandía la vida allí su colorido
por el campo
sereno y la eterna primavera?
¿No tendía allí la
paz sus densos hilos?
¿No florecía allí eternamente lo que una vez
brotó?
Oh, buscas en vano. Se ha hundido
aquella tierra celestial.
Ningún mortal
conoce ya el sendero inaccesible
que el mar ha sumergido para siempre.
Muy pocos de los tuyos
han logrado
ponerse a salvo del feroz oleaje. Están dispersos
aquí y allá, y esperan
mejores tiempos
para reencontrarse.
Ten voluntad y sígueme. Te ha sido
favorable el
destino que aquí te ha conducido.
Gentes de tu
tierra hay aquí, y que en silencio
celebran una fiesta entrañable.
No puedes sin embargo entender cómo sus corazones
allí se unían. Ves
brillar en sus rostros
inocencia y amor, igual
que en otro tiempo allí en la patria.
Más clara se alza tu
mirada. La tarde se despliega
como un sueño amistoso, y transcurre veloz
en dulce charla, y entre tanto
tu corazón se
funde con la bondad que reina.
Mirad. Está aquí el extranjero. De una
misma tierra
a la que pertenecéis se siente desterrado. Horas sombrías
han pasado por él. Muy pronto
se ha
acabado para él el día feliz.
Con gusto permanece entre los suyos.
Feliz celebra entre ellos la fiesta del hogar.
La primavera, que fresca florece
en torno de sus padres, le cautiva.
Vuelva a celebrarse la fiesta entre nosotros,
antes de que la madre,
disgustada, se aleje
de los hijos que lloran, y por
sendas oscuras
siga al guía que la lleve a la patria.
Que el
hechizo que estrecha vuestro lazo
no ceda, y los que lejos están
lo disfruten también, y todos juntos
caminéis felices por un mismo camino.
Esto es lo que el huésped desea,
pero ha hablado el poeta
en su lugar, porque prefiere permanecer callado
cuando está contento y anhela la venida
de los seres que quiere y que están lejos.
Permaneced amables con el
extranjero.
Escasas alegrías le están deparadas.
Rodeado de personas
amigas espera con paciencia
el día de su gran nacimiento.
***
[CONÓCETE A TI MISMO]
Una
cosa sólo ha buscado el hombre en todo tiempo,
y lo ha hecho en
todas partes, en las cimas y en las simas
del mundo.
Bajo
nombres distintos –en vano– se ocultaba siempre,
y siempre, aun creyéndola
cerca, se le iba de las manos.
Hubo hace tiempo un hombre que en amables
mitos
infantiles
revelaba a sus hijos las llaves y el
camino de un castillo
escondido.
Pocos lograban conocer la
sencilla clave del enigma,
pero esos pocos se convertían entonces en
maestros
del destino.
Discurrió largo tiempo –el error nos
aguzó el ingenio–
y el mito dejó ya de ocultarnos la verdad.
Feliz quien
se ha hecho sabio y ha dejado su obsesión
por el mundo,
quien por sí mismo anhela la piedra de la sabiduría
eterna.
El hombre razonable se convierte entonces en discípulo
auténtico,
todo lo transforma en vida y en oro, no necesita ya los
elixires.
Bulle dentro de él el sagrado alambique, está el
rey en él,
y también Delfos, y al final comprende lo que significa
conócete a ti mismo.
***
EL POEMA
Vida celestial de azul vestida,
sereno deseo de pálida apariencia,
que en arenas de colores traza
los rasgos huidizos de su nombre.
Bajo los arcos altos, firmes,
iluminado sólo por las lámparas,
yace, huido ya el espíritu,
el
mundo más sagrado.
En silencio nos anuncia una hoja
perdida los
mejores días,
y vemos abrirse los ojos poderosos
de la antigua leyenda.
Acercaos en silencio a la puerta solemne,
escuchad el golpe que
produce al abrirse,
bajad luego del coro y contemplad allí
dónde está el
mármol que anuncia los presagios.
Vida fugaz y formas luminosas
llenan la noche anchurosa y vacía.
Ha transcurrido un tiempo sin final
que se ha perdido haciendo bromas sólo.
Trajo el amor las copas
llenas,
como entre flores se derrama el espíritu,
y beben sin parar los
comensales,
hasta que se rasga el tapiz sagrado.
En extrañas filas
llegan
veloces carruajes de colores,
y llevada en el suyo por insectos
variados
sola llegó la princesa de las flores.
Velos como nubes
descendían
de su frente luminosa hasta los pies.
Caímos de rodillas para
saludarla,
rompimos a llorar, y ya no estaba.
***
CUANDO CIFRAS Y FIGURAS
Cuando cifras y
figuras dejen de ser
las claves de toda criatura,
cuando aquellos que al
cantar o besarse
sepan más que los sabios más profundos,
cuando vuelva
al mundo la libertad de nuevo,
vuelva el mundo a ser mundo otra vez,
cuando al fin las luces y las sombras se fundan
y juntas se conviertan
en claridad perfecta,
cuando en versos y en cuentos
estén los verdaderos
relatos del mundo,
entonces una sola palabra secreta
desterrará las
discordancias de la tierra entera.
***
Hay en la piedra un signo misterioso
grabado en el fondo de su
sangre ardiente.
es como un corazón en que estuviera
grabada la imagen
de la desconocida.
mil fulgores en torno de la piedra,
y una clara marea
ondea alrededor.
Hay en ella enterrado el brillo de una luz,
¿será ésta
un corazón dentro del corazón?
NOTAS
(1) La
selección de los poemas ha sido obra de
Marta
López Vilar.