Guillermo Castro Buendía : <i>Las mudanzas del cante en tiempos de Silverio Franconetti. Análisis histórico-musical de su escuela de cante</i> (Ediciones Carena, 2010)

Guillermo Castro Buendía : Las mudanzas del cante en tiempos de Silverio Franconetti. Análisis histórico-musical de su escuela de cante (Ediciones Carena, 2010)

    AUTOR
Guillermo Castro Buendía

    LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO
Madrid (España), 1973

    BREVE CURRICULUM
Titulado superior en la especialidad de guitarra clásica. Ha tenido una intensa vida musical en diversos campos relacionados con la música española del siglo XX, la música de vanguardia y, especialmente, el flamenco, siendo catedrático de esta última disciplina en el Conservatorio Superior de Música de Murcia. Publicó el artículo “De la petenera del Mochuelo a la de Chacón y la Niña de los Peines” en la revista universitaria de investigación La Madrugá




Tribuna/Tribuna libre
Las mudanzas del cante en tiempos de Silverio Franconetti. Análisis histórico-musical de su escuela de cante
Por Guillermo Castro Buendía, jueves, 1 de julio de 2010
La figura artística de Silverio Franconetti fue determinante en la configuración de los primeros estilos de cante flamenco y en su posterior desarrollo. Sabemos de su viaje a América, de sus primeros recitales, de su famoso café cantante y de los profesionales que le conocieron y que fueron sus discípulos, quienes le coronaron como Rey de los cantaores. Sin embargo, poco se ha dicho sobre las características de sus cañas, polos, “inimitables” serranas, seguidillas del sentimiento, soleares… Las transcripciones de los cantes flamencos que se han conservado revelan aspectos imprescindibles para comprender el nacimiento y evolución del género flamenco como arte. Con ellas clarificamos la musicalidad de los cantes que aparecen a mediados del siglo XIX –con Silverio como principal artífice– y definimos los aspectos fundamentales de su escuela y su transmisión hasta la actualidad. Asimismo se establecen diversos criterios para el análisis y la calificación de los distintos cantes flamencos, que se estructuran en familias, estilos y modalidades, según su compás, melodía y armonía. Las mudanzas del cante en tiempos de Silverio Franconetti. Análisis histórico-musical de su escuela de cante, de Guillermo Castro Buendía, viene a paliar una de las lagunas de la investigación flamenca, prolija en anécdotas de cantaores, biografías y letras, pero escasa en materia musical.
La importancia de los registros sonoros y el papel de Silverio Franconetti

La música flamenca ha tenido un desarrollo muy importante desde el momento de su aparición a mediados del siglo XIX hasta la actualidad, proceso evolutivo que aún continúa.

Puesto que los primeros medios de grabación sonora no aparecieron hasta casi finales del siglo XIX –con el fonógrafo de Edison, inventado en 1877 y patentado un año después y el posterior gramófono de Emile Berliner en 1888, ya como un medio sonoro bastante perfeccionado– no es posible disponer de otros medios para conocer la exacta interpretación de los estilos flamencos. Es cierto que existen estudios musicológicos sobre folclore realizados desde el siglo XIX, –por ejemplo los de Eduardo Ocón, Felipe Pedrell, Julián Calvo y José Verdú– que pueden ayudar a descifrar los orígenes musicales de algunos estilos que beben directamente de la música popular; pero para encontrar algo exclusivo sobre flamenco –exceptuando alguno de los Cantos españoles de Ocón– tenemos que irnos al Método de guitarra de Rafael Marín de 1902, que ya se aleja cincuenta años aproximadamente del inicio de este género artístico; y los posteriores estudios de Manuel García Matos, ya desde los años cincuenta del siglo XX en adelante, así como los de Hipólito Rossy en 1966. El resto de la bibliografía flamenca no aporta mucha información musical válida sobre los mismos, y aunque profundizan sobre aspectos biográficos de grandes cantaores, uso y transmisión de letras, escuelas cantaoras, diversidad de estilos, etc., no ayudan mucho a la comprensión del hecho musical flamenco, y la mayoría de las veces confunden más de lo que clarifican.

Hay que decir que en la primera época de aparición de los estilos flamencos –hacia mediados del siglo XIX– no había medios de grabación (si exceptuamos el fonoautógrafo de Édouard-Léon Scott de Martinville, patentado el 25 de marzo de 1857 que podía transcribir sonido a un medio visible, pero no tenía un modo de ser reproducido después). Tampoco han aparecido transcripciones de los cantes flamencos con su acompañamiento guitarrístico, exceptuando algunas posteriores (1874) de Eduardo Ocón, como la Soledad, Polo Gitano o Flamenco, fandango (rasgueado), Malagueña, Murcianas o granadinas; sin embargo, la fecha de su publicación se aleja ya de los inicios del género. Por todo ello no sabemos con exactitud cómo se interpretarían aquellos primeros estilos.

Como documentación musical muy útil e importante podemos usar los arreglos para voz con acompañamiento de piano de Antonio Moreno, Isidoro Hernández, y el mismo Eduardo Ocón, que nos pueden servir para hacer una aproximación a su forma interpretativa flamenca, comparándolos con los registros sonoros posteriores.

El papel de Silverio

Consideramos a Silverio Franconetti (1830-1889) como el primer “cantaor” verdaderamente flamenco que se sube a un escenario –aunque en un principio no se usara esa denominación para anunciarle sino la de “célebre cantador popular”–; fue concretamente en un teatro, según los datos que conservamos. José Manuel Gamboa en Una Historia del flamenco, informa que Faustino Núñez encuentra una actuación de este cantaor publicada por el Diario gaditano El Comercio el 28 de julio de 1864: “En el teatro Circo Gaditano el viernes 29 tendrá efecto en este teatro una escogida y variada función a beneficio de don Silverio Franconetti, en la que cantará él mismo a la guitarra varias canciones en su brillante repertorio oriental”, apuntando que fue el maestro Patiño el que le acompañó a la guitarra, interpretando “seguidillas, cañas, polos y la rondeña del Negro”, repitiéndose el día 31. Nos informa también de que llegó a España procedente de Montevideo el 20 de mayo de ese mismo año.

En fechas posteriores, en el Teatro Principal de Jerez en 1865, interpreta “El polo andaluz”, “La antigua caña”, “Seguidillas”, “El polo de Tobalo”, “Rondeñas del Negro” y “Las Serranas”. Esto supuso la independencia del cantaor en su función supeditada al baile y el uso exclusivo de la guitarra como instrumento acompañante, faceta esta que constituyó un gran cambio estético en la concepción artística de lo que vendría a ser este género posteriormente.

Por ello, suponemos que la figura de Silverio Franconetti tuvo que ser determinante en la configuración de los primeros estilos de cantes flamencos y en el posterior desarrollo de los mismos. Para ello, aparte de la documentación escrita que se conserva sobre su figura artística, tenemos en cuenta todos los datos aportados por los profesionales que le conocieron y que fueron sus discípulos, siendo coronado en su época como “Rey de los cantaores”.



Guillermo Castro Buendia: Flamenco Silverio Franconetti Canal 7 Calle Mayor (vídeo colgado en YouTube por Mrguillermocastro)

Nota de la Redacción: agradecemos a Ediciones Carena en la persona de su director, José Membrive, la gentileza por permitir la publicación de este fragmento del libro de Guillermo Castro Buendía, Las mudanzas del cante en tiempos de Silverio Franconetti. Análisis histórico-musical de su escuela de cante (Carena, 2010).