Jacques Audiard:<I>Un profeta</i> (2009)

Jacques Audiard:Un profeta (2009)

    GÉNERO
Cine

    TEMA
Crítica de Un profeta, pelícla de Jacques Audiard (por Eva Pereiro López)

    TITULO ORIGINAL
Un prophète

    OTROS DATOS
País: Francia. Año: 2009. Duración: 154 minutos. Género: Drama. Reparto: Tahar Rahim, Niels Arestrup, Adel Bencherif, Reda Kateb, Hichem Yacoubi, Jean-Philippe Ricci, Gilles Cohen, Antoine Basler, Leïla Bekhti, Pierre Leccia, Foued Nassah. Guión: Jacques Audiard y Thomas Bidegain, basado en un argumento de Abdel Raouf Dafri y Nicolas Peufaillit. Producción: Martine Cassinelli. Música: Alexandre Desplat. Fotografía: Stéphane Fontaine. Montaje: Juliette Welfling. Vestuario: Virginie Montel




















Magazine/Cine y otras artes
Un profeta, película de Jacques Audiard
Por Eva Pereiro López, jueves, 1 de abril de 2010
Malik El Djebena (Tahar Rahim), de origen magrebí, es un pequeño delincuente. Tiene 19 años y le acaban de caer seis años en “Central” – una de las prisiones parisinas. Analfabeto, sin familia, ni amigos, ni apoyo moral o protección de ningún tipo, es discreto, sigiloso, solitario y exhala una fragilidad engañosa que parece sentenciarle a pocos días de vida en un medio tan violento como el carcelario, retratado impecablemente por Jacques Audiard en el film Un profeta .


Un profeta
es el quinto largometraje de Jacques Audiard después de De latir, mi corazón se ha parado, ganadora de ocho premios César en 2005. Audiard ha vuelto a arrebatar sin contemplaciones otros nueve en 2010, entre ellos los de mejor película, mejor actor (Tahar Rahim), mejor actor secundario (Niels Arestrup) y mejor guión. El realizador francés describe en esta ocasión los ambientes mafiosos carcelarios, la hermeticidad de los clanes, en particular el corso y el árabe, sus rituales, sus códigos de honor, los enfrentamientos entre viejos y nuevos reclusos, la corrupción, la servidumbre permanente. Pero esta es sobre todo la historia de una asombrosa ascensión, la de un joven por el que nadie hubiese apostado. Perturbador, sutil, rico en su complejidad, con una tensión de fondo continua, el film no tiene como objetivo establecer un análisis sociológico sobre el estado de las cárceles francesas, aunque, sin duda, pone en entredicho su función.

Malik es perspicaz e inteligente; un oportunista que juega bien sus cartas. Asume rápidamente su debilidad frente a los clanes que hacen su ley y se subyuga a uno de ellos para salvar el pellejo. En contra de todas las expectativas - ¿acaso no es árabe? - elegirá el clan corso dirigido por el capo César Luciani (Niels Arestrup). Aprenderá el idioma, se ganará su confianza aceptando humillaciones y todo tipo de encargos. Con la cabeza baja, discretamente pero aguzando el instinto, utilizará la fuerza del adversario para su propio provecho. Y su oportunidad acabará llegando. Se hará con el poder y llevará a cabo su venganza.

Cuando sale de prisión, entero, Malik es un hombre que se ha constituido su red mafiosa, que ha aprendido a comprender y evaluar al ser humano adelantándose a los demás. Su estancia en la cárcel le ha brindado una formación única y excepcional, ha sido para él una escuela de la vida y su mejor futuro. Un profeta es la historia de un hombre que nunca hubiese llegado a alcanzar su posición si no hubiese pasado un tiempo entre rejas. El protagonista le debe todo a la cárcel, una paradoja social, un reflejo turbador.

Audiard rueda en tres idiomas, francés, corso y árabe, de manera rigurosa, en una escenografía construida exclusivamente para la ocasión y con un protagonista debutante, Tahar Rahim, merecedor de toda nuestra atención por su extraordinario trabajo. El ambiente claustrofóbico y violento tiene un contrapunto lírico en la soledad de la celda, cuando Malik se imagina conversando con su primera víctima, aquella que no tuvo más remedio que asesinar para mantener su propia integridad. Ante la violencia de la sociedad actual y cualquier reivindicación identitaria de los distintos grupos sea étnica, lingüística o religiosa, el héroe profesa una fe ciega en la libertad individual. Como nos dice él mismo: “je travaille pour ma gueule” – trabajo exclusivamente para mí.

El Festival de Cannes 2010 concedió a Un profeta el Gran Premio del Jurado. Su competidora directa por la Palma de Oro, La cinta blanca de Michael Haneke, se lo puso difícil. Pero esta excepción de Audiard - el cine francés ha explorado este género en contadas ocasiones -, es efectiva, impactante y sobresaliente.



Tráiler subtitulado en español de la película Un profeta, del director Jacques Audiard (vídeo colgado en YouTube por SonypicturesMexico)