Harry G. Gelber: El Dragón y los demonios extranjeros. China y el mundo a lo largo de la historia (RBA Libros, 2008)

Harry G. Gelber: El Dragón y los demonios extranjeros. China y el mundo a lo largo de la historia (RBA Libros, 2008)

    AUTOR
Harry G. Gelber

    FECHA DE NACIMIENTO
1926

    BREVE CURRICULUM
Ha sido profesor de política internacional en las universidades de Boston, Harvard, LSE, Yale y Monash. Entre 1975 y 1992 fue catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad de Tasmania, profesor invitado del Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Harvard (2004-2006) y miembro de la junta de gobierno del Departamento de Relaciones Internacionales de la London School of Economics (2001-2004). Otras obras suyas son Nations and Empires (2001) y Opium, Soldiers and Evangelicals (2004)



Harry G. Gelber

Harry G. Gelber


Tribuna/Tribuna internacional
El Dragón y los demonios extranjeros. China y el mundo a lo largo de la historia
Por Harry G. Gelber, jueves, 2 de octubre de 2008
El resurgimiento actual de China como potencia mundial es tema de apasionante interés. El desarrollo explosivo de la economía china y la posibilidad de que la República Popular sea pronto una de las superpotencias mundiales, con hegemonía en Asia oriental e influyente en el resto del mundo, suscita interés, admiración y envidia universal; y también alarma. La mayoría de los historiadores abordan la historia de China según la crónica de sus dinastías, los conflictos por la defensa de sus fronteras y su política interna. El dragón y los demonios extranjeros. China y el mundo a lo largo de la historia (RBA Libros, 2008) cuenta la historia de China simultáneamente desde fuera y desde dentro. Su excelente narración analiza la red de relaciones del proceso, desde las incursiones de los pueblos montados de la estepa hacia 200 a. C. hasta el imperio mongol de Gengis Khan, desde el viaje de Marco Polo hasta las guerras del opio, y a partir de la revolución comunista de 1949 hasta la protesta en la plaza de Tiananmen en 1989, para concluir con el reciente resurgimiento de China con su pujante economía, protagonista importante en el escenario mundial.
En la actualidad, China es la potencia emergente más extraordinaria de todo el mundo. El desarrollo explosivo de la economía china y la posibilidad de que la República Popular China esté a punto de convertirse en la tercera superpotencia, dominante en Asia oriental e influyente en el resto del mundo, ha causado interés general, admiración y envidia universal… pero también alarma. Es un cambio espectacular comparado con la situación, hace apenas medio siglo, de una China asolada por la guerra y la pobreza, más objeto que sujeto de la política de las grandes potencias.

Pero estos cambios que parecen surgir de repente tienen sus raíces en un lejano pretérito histórico del país. Y no sólo de él, sino de numerosas tribus, reinos, naciones y estados cuya historia se entrelaza con la de China en dilatados períodos y cuya consecuencia ha influido en la configuración de la China actual.

Este libro recorre esa historia de relaciones entre China y el resto del mundo, desde sus inicios hace más de tres mil años, y hace hincapié en los intereses y puntos de vista de otros pueblos y estados, no sólo de los propios chinos y de sus dinastías reinantes.

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El libro se inicia con la cuestión de cómo y cuándo surgió una «China» identificable y coherente para que fuera tomada en consideración por otros pueblos como entidad soberana independiente, para posteriormente narrar su historia hasta justo el inicio del siglo XXI.

La gran ventaja de esta exposición es que la narración facilita tres perspectivas. En primer lugar, procura dar una idea amplia de las relaciones en juego, desde las incursiones en China de los jinetes de la estepa hacia el 200 a. C. hasta las conquistas de los mongoles del siglo XIII, y desde la llegada de los primeros viajeros europeos hasta la decadencia de China y, a continuación, después de 1911, su reducción a objeto de la política de las grandes potencias y foco posterior de atención internacional por los sucesos de la plaza Tiananmen en 1989. Por otra parte, se ha querido explicar las motivaciones de esas sociedades extranjeras grandes y pequeñas, el modo en que su afán por China encajaba en el marco de sus intereses principales y su cosmovisión. Como tercer enfoque, se ha resumido a grandes rasgos algunos temas curiosos recurrentes a lo largo de tan dilatado período.

Se observa en la historia de China el ciclo pendular entre disturbios y desorden y un gobierno central fuerte, y viceversa. Cada uno de esos ciclos obedece, al parecer, a los tres problemas importantes del país: el aumento de población, una administración central excesivamente personalizada y sus fronteras inestables, tres problemas que el libro expone pormenorizadamente.

La actitud de los pueblos extranjeros se ha movido también según oleadas o ciclos, desde la admiración y la codicia hasta la decepción, la irritación e incluso el desprecio, para volver al punto inicial en el que se vuelve a empezar.

En el caso de personajes, asuntos o momentos clave que requieren una mayor explicación dentro del texto general, se han introducido resúmenes o intermezzos de temática diversa: desde Confucio a las concubinas; de la última emperatriz del siglo XX, Chi-Xi, a la decisiva repercusión que tuvo para la guerra del Pacífico en 1941-1945 que la marina estadounidense pudiera descifrar los códigos navales japoneses; así como sucintas biografías de personajes y figuras importantes como Madame Chiang o Deng Xiaoping, todo ello sin interrumpir el hilo de la narración.

Por lo tanto, el libro se inicia con el lento desarrollo histórico, más que con una fecha concreta, y concluye en el año 2001. La razón es que, aunque el final abre una expectativa de futuro, su contenido expone los ciclos del pasado, no sólo aspectos que se relacionen con la política o la economía del siglo xxi. En cualquier caso, los hechos que relata el libro guardan relación —sorprendente a veces— con la actualidad, precisamente por la recurrencia de sus temas principales, dado que el espectacular renacer actual de China, incluso el modo de encarar sus propios problemas, continúa claramente entrelazado con las relaciones económicas y políticas del país con otros países y potencias.

Desde hace poco tiempo, la historia y la cultura de China se han convertido en Occidente en una importante industria editorial. Es lógico, ya que la fascinación por China, la delicadeza de su arquitectura, el arte, la cerámica y la poesía no son de ayer. Sin embargo, su reciente historia de revolución y trastornos, unida a la explosiva expansión económica y demográfica, va más allá del simple interés cultural y ha suscitado admiración, aunque también consideraciones erróneas por el peso de la influencia económica de China como potencia en el mercado global. Esta circunstancia ha provocado un amplio y variopinto caudal de ensayos, desde relatos de viajeros, artículos sobre negocios y finanzas, hasta encomiables estudios académicos sobre la historia de China, o artículos de orientación política sobre las relaciones futuras con China. No obstante, el vaivén histórico de intereses de otros estados y sociedades hacia China, en el contexto de sus propias políticas y perspectivas, así como los intereses o la falta de interés de China al respecto, no se han tenido en consideración. Ésta es la laguna que intenta llenar este libro.

Nota de la Redacción: Este texto corresponde a la introducción del libro Harry G. Gelber, El Dragón y los demonios extranjeros. China y el mundo a lo largo de la historia (RBA Libros, 2008). Queremos hacer constar nuestro agradecimiento a RBA LIbros por su gentileza al facilitar la publicación en Ojos de Papel.