En la ciudad de Nueva York hay dos grandes equipos de fútbol americano: los Giants y los Jets. En Nueva Jersey se está construyendo un gran estadio para que los dos equipos disputen sus encuentros. El nuevo estadio está previsto que se inaugure en el año 2010, y el coste de su construcción ascenderá a la respetable cantidad de 78 millones de dólares.
Quizá algunos de ustedes sepan que de un tiempo a esta parte se ha puesto bastante de moda que grandes compañías multinacionales pongan su nombre a los nuevos estadios deportivos que se construyen. Las compañías costean toda o una buena parte de la construcción del edificio, y a cambio obtienen numerosas ventajas publicitarias de todo tipo, quedando de alguna manera ligado el nombre de la compañía a los grandes equipos que compiten en el estadio y a sus aficiones/consumidores/clientes potenciales.
En los EE.UU. tales acuerdos deportivo-empresariales tienen bastante más tradición que en Europa, aunque de un tiempo a esta parte en el Viejo Continente empieza a ser una práctica lucrativa e interesante para todas las partes implicadas en el negocio.
A este respecto el ejemplo que quizá ilustra mejor lo dicho está en el nuevo campo de fútbol del equipo más emblemático y laureado de Alemania, el mítico Bayern de Munich. Me refiero al ya famoso Allianz Arena, campo inaugurado en el año 2005 con capacidad para casi 70.000 espectadores en la afueras de la capital bávara, y donde actualmente disputan sus partidos el Bayer y el más modesto TSV 1860 München.
El estadio Allianz Arena (foto procedente de la web de la compañía Allianz)Pues bien, la misma
compañía de seguros alemana que da nombre al nuevo campo de fútbol del Bayer de Munich, era la que estaba en negociaciones para construir y dar nombre al nuevo estadio de los Giants y los Jets en New York. Las negociaciones no iban por mal camino hasta que la noticia saltó a las páginas de los principales medios de comunicación de la ciudad, es decir, hasta que el común de los mortales neoyorquino se pudo enterar. A partir de ese instante todo esfuerzo negociador se fue al traste, y definitivamente
Mark Camping, presidente del estadio, ha anunciado ya públicamente que el nuevo edificio de ninguna manera llevará el nombre de Allianz.
¿Por qué?, ¿qué ha acontecido para que las negociaciones se suspendieran radicalmente, y para que los responsables del nuevo campo se nieguen a tener nada que ver con la gran compañía de seguros Allianz? Protestas, protestas sin número y al más alto nivel por parte de uno de los
lobbys (grupos de presión) más poderosos de los EE.UU., más influyentes del mundo: el
lobby judío, las organizaciones judías radicadas en Nueva York, el centro financiero del orbe contemporáneo occidental.
Aducen los grupos de presión judíos estadounidenses que Allianz fue una de las compañías que más vieron beneficiados sus negocios durante la
época nazi, y el gobierno de
Adolf Hitler, desde 1933 hasta 1945. Es más, las poderosísimas organizaciones judías aducen que la compañía se servicios financieros y de seguros fundada en Munich, fue la más favorecida por el traspaso que a ella hicieron las autoridades nazis de cuentas y recursos de todo tipo pertenecientes a las distintas aseguradoras de los ciudadanos judíos a los que se les privó de dicha propiedad por el mero hecho de ser judíos.
En otras palabras, las organizaciones judías norteamericanas acusan directamente a Allianz de ser una compañía fortalecida y desarrollada con buena parte de los recursos financieros y seguros que se les robó en expolio a las compañías aseguradoras alemanas de origen judío.
Allianz de momento no ha contestado directamente a las acusaciones. Lo que está claro es que el campo de los Giants y los Jets que se abrirá al público en 2010 no llevará el nombre de la compañía multinacional alemana. Y es que en la Gran Manzana una palabra del
lobby judío basta para destruir o construir. Así están las cosas, y así se las quiero contar.