viernes, 29 de febrero de 2008
Sherlock Holmes y Sir Arthur Conan Doyle, las aventuras continúan
Autor: Juan Antonio González Fuentes - Lecturas[{0}] Comentarios[{1}]
Libros y autores en Blog personal por Libros
Nuevas publicaciones, nuevos libros sobre Sherlock Holmes o su creador, prometen felicidad al menos momentánea a las legiones de fieles holmesianos que el mundo habitan

Juan Antonio González Fuentes

Juan Antonio González Fuentes

 Uno de mis mejores recuerdos como lector me lleva hacia atrás en el tiempo hasta hace muchos, muchos años, cuando siendo todavía un niño embozado ya en la adolescencia, leí en las noches negras de un crudo invierno santanderino un libro en cuyas páginas se mezclaba en mi mente lo detectivesco, el terror, los paranormal, lo mitológico... Me refiero a El perro de los Baskerville, de sir Arthur Conan Doyle, una de las aventuras más extraordinarias protagonizadas por el mito Sherlock Holmes y su amigo, un hermanastro de Sancho Panza, el célebre doctor Watson.

En esas noches de difícil olvido nació mi casi fanático interés por el detective más famoso de todos los tiempos y su educado escudero, ejemplo excelso de torpeza convencional en el pensamiento deductivo,  pero símbolo casi sin parangón en la fidelidad y el afecto virilizado. He leído todos los relatos protagonizados por Holmes concebidos por la mente de su creador en volúmenes de distintos padre y madre, y hace tiempo que compré saldada la caja que contiene los volúmenes que encierran todas las aventuras de Holmes. La caja es uno de mis tesoros literarios, aunque no sea una edición costosa ni inencontrable.

Rodolfo Martínez: Sherlock Holmes y la boca del infierno (Bibliópolis, 2007)

Rodolfo Martínez: Sherlock Holmes y la boca del infierno (Bibliópolis, 2007)

En esas páginas está todo el complejo mundo que gira en torno al astro Holmes y a su satélite Watson: los malvados criminales como Moriarty, el hermano enigmático llamado Mycroft, los irregulares de Baker Street, el ama de llaves Ms. Hudson, etc, etc... Repito, me fascina el mundo de Holmes, me fascina la liturgia que implica leer sus aventuras, los lugares y costumbres del personaje que acaban formando parte del propio mundo del lector, quien podría enumerarlas con deleite y sin equivocación alguna.

Tanto me atrae la pareja de sabuesos londinense, que no desdeño en modo alguno la lectura o el contacto con todo lo que con ella está de algún modo relacionado. Los filmes o los episodios británicos para televisión protagonizados por el gran Peter Cushing, o las películas hollywoodienses en las que el héroe está encarnado por un impagable Basil Rathbone, o la romántica y por momentos sobrecogedora historia filmada por Billy Wilder (La vida privada de Sherlock Holmes, 1970). He leído también algunas biografías de sir Arthur Conan Doyle; casi todo lo que conjuntamente escribieron Adrian Conan Doyle (hijo de Sir Arthur), y John Dickson Carr, con los personajes de Watson y Holmes como protagonistas, aventuras, libros que en español ha editado el magnífico sello madrileño Valdemar. Tengo también en mi biblioteca la biografía de Sherlock Holmes que publicó no hace mucho el joven escritor Martín Viejo (Páginas de Espuma)..., en fin, que Holmes y Watson, Watson y Holmes, y todo lo que gira en torno a los famosos habitantes del famoso número 221b de Baker Street me gusta, intriga y apasiona.

Estos días estoy con los niveles de entusiasmo en alto porque cuento con algunas novedades relativas a la vida de Sherlock Holmes y su creador que sospecho me auguran horas muy felices. Por un lado está el descubrimiento de Rodolfo Martínez (Candas, Asturias, 1965), autor del que nada sabía hasta hace unos días, y en el que he descubierto a un entretenidísimo continuador de la labor de antecesores como los ya mencionados Adrian Conan y Dickson Carr, es decir, a un “homenajedador” de Holmes y de sus aventuras. El libro salido de sus manos que tengo entre las mías  lleva por título Sherlock Holmes y la boca del infierno (Bibliópolis, 2007), y por lo que he leído en las solapas es la tercera entrega del asturiano dedicada al detective británico. A esta le precedieron otras que buscaré a partir de ahora con ahínco: Sherlock Holmes y la sabiduría de los muertos (1996 y 2004) y Sherlock Holmes y las huellas del poeta (2005). Las aventuras holmesianas de Rodolfo Martínez mezcla con habilidad y tino el típico argumento propio de las creaciones de Conan Doyle (sigue siendo Watson quien relatas los hechos, por ejemplo), con situaciones y atmósferas que son deudoras de la literatura de clásicos del terror o de la literatura exploradora de lo paranormal como Lovecraft. Lo que llevo leído es de esas ficciones ligeras y sin pretensiones que, sin embargo, te hacen desear regresar al libro para conocer qué ocurrirá en la siguiente página.

 Peter Costello: Conan Doyle, detective (Alba, 2008)

Peter Costello: Conan Doyle, detective (Alba, 2008)

Por otro lado está el libro de Peter Costello dedicado a Conan Doyle, detective (Alba, 2008), es decir, a estudiar y analizar los crímenes reales que el escritor investigó, emulando las habilidades de su más famosa criatura de ficción. Es este otro libro de esos que uno desearía abrir por la primera de sus páginas en el transcurso de unas largas vacaciones tumbado en una cómoda hamaca, escuchando el cercano romper de las olas en la arena de la playa, sintiendo el calor del calor tostándole a uno la piel, dando de vez en cuando tragos a una bebida agradable y refrescante y, por qué no, distrayendo de vez en cuando la mirada hacia los contornos dorados y suaves de un bonito cuerpo de mujer. Las vacaciones aún no están cerca en el horizonte, pero el libro ya está en mi poder. Por algo hay que empezar.

Por otro lado está el libro es decir, a estudiar y analizar los crímenes reales que el escritor investigó, emulando las habilidades de su más famosa criatura de ficción. Es este otro libro de esos que uno desearía abrir por la primera de sus páginas en el transcurso de unas largas vacaciones tumbado en una cómoda hamaca, escuchando el cercano romper de las olas en la arena de la playa, sintiendo el calor del calor tostándole a uno la piel, dando de vez en cuando tragos a una bebida agradable y refrescante y, por qué no, distrayendo de vez en cuando la mirada hacia los contornos dorados y suaves de un bonito cuerpo de mujer. Las vacaciones aún no están cerca en el horizonte, pero el libro ya está en mi poder. Por algo hay que empezar.

Saludos holmesianos del mundo, ¡¡estamos de continua enhorabuena!!  


NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.