jueves, 28 de junio de 2007
Roger Osborne: Civilización. Una historia crítica del mundo occidental (Crítica, 2007
Un fascinante recorrido por la historia que nos demuestra que la idea de un modelo occidental de civilización, extendido al mundo entero, ha sido una de las principales causas de muchas de las catástrofes del pasado y del presente.
Título:
Civilización. Una historia crítica del mundo occidental
Autor: Roger Osborne
Traducción: Antonio Prometeo Moya y Rosa Salleras
Editorial: Crítica
Lugar y fecha: Barcelona, 2007
Páginas: 728
Precio: 29,90 €
Vivimos en momentos en que se nos quiere convencer de que nos hallamos en plena lucha de la civilización contra la barbarie, empeñados en defender una herencia cultural que data de la Grecia Clásica y del Cristianismo y que incluye en su caudal los valores del Renacimiento, de la revolución científica y de la ilustración. Este de civilización es un concepto que ya sirvió a los antiguos griegos para diferenciarse de los bárbaros, que revivió en el Renacimiento para designar la tradición de una cultura superior específicamente europea y que sirvió después de inspiración a los europeos que se dedicaron a someter a otros pueblos con la excusa de civilizarlos.
Los horrores del siglo XX, con sus dos guerras mundiales y sus campañas de genocidio y de exterminio, debilitaron esta ilusión, y la experiencia de las últimas décadas, que nos han mostrado la fragilidad del progreso continuo que creíamos que era inherente a nuestra cultura, nos obliga a plantearnos nuevos interrogantes. Pero nuestros gobernantes siguen pretendiendo hoy que nos enfrentamos a un "choque de civilizaciones" del que depende nuestro futuro.
Este libro nos lleva a un fascinante recorrido por la historia que nos demuestra que la idea de un modelo occidental de civilización, cuya extensión al mundo entero debería conducir a una felicidad universal, ha sido una de las principales causas de muchas de las catástrofes del pasado y del presente. "La incómoda verdad a que hemos de enfrentarnos -concluye Osborne- es que esta creencia resulta tan peligrosa para la humanidad como una conquista militar".
Roger Osborne, geólogo de formación, durante años editor en Londres de obras científicas y técnicas, inició su carrera de escritor n el 1992. Ahora se dedica a la historia, dónde muestra su poco académico –pero bien documentado– método de hacer asequible la historia a todo el mundo, con interpretaciones nativas y alejadas de tópicos. Es autor de
The Floating Egg: Episodes in the Making of Geology (1999),
The Deprat Affair: Ambition, Revenge and Deceit in French Indo-China (2000) y
The Dreamer of the Calle San Salvador: Visions of Sedition and Sacrilege in Sixteenth Century Spain (2002).
En la reseña de
Julio Crespo MacLennan para el
ABCD de las Artes y las Letras (23-6-2007), titulada
En la tradición de la autocrítica, aparece descrito el contenido del libro. Estos son algunos párrafos destacados:
En septiembre de 2001 el presidente Bush hizo un llamamiento a «la lucha por la civilización»; en 2004, Tony Blair argumentaba que «los valores que el Reino Unido comparte con el resto de Europa y Norteamérica constituyen los valores cuya luz debe guiar a la humanidad». Fueron citas como éstas en las que nuestros líderes occidentales se autoproclamaban defensores de la civilización, lo que llevó a Roger Osborne a indagar por el significado de la palabra civilización y sus implicaciones; el resultado es esta historia crítica del mundo occidental, que constituye un loable intento por revisar los mitos sobre la civilización y la narrativa excesivamente triunfal sobre Occidente con el que se justifica su presente y su futuro.
Entre los méritos de este libro cabe destacar la habilidad sintetizadora de su autor; es capaz de resumir, en un solo volumen no demasiado extenso, la historia de Occidente remontándose a la prehistoria, otorgando la debida importancia a cada época, sus movimientos políticos y sociales, sus corrientes culturales y también los grandes líderes y figuras emblemáticas.
(...)
La sociedad ideal para Roger Osborne se asemeja a las pequeñas localidades en las cuales los individuos viven en perfecta armonía con sus vecinos y con su entorno natural; por esta razón la Edad Media, que desde la perspectiva actual resulta tan atrasada, constituye para el autor una especie de paraíso perdido en el cual no existían las fronteras entre reinos, etnias o religiones ni tampoco la centralización. De la misma manera que el imperio romano acabó con muchos de los pequeños pueblos a los que llamaban bárbaros, las ideas de Occidente iban a liquidar progresivamente ese paraíso medieval. El nacimiento del estado nación supuso el surgimiento del interés nacional y éste iba a servir para que los ciudadanos se comportaran de una forma que como individuos les avergonzaría.
(...)
En la actualidad, el último jalón en la historia de Occidente lo constituye la globalización, mediante la cual las grandes potencias, con Estados Unidos a la cabeza, llevan su influencia hasta los últimos confines de la tierra, imponiendo una empobrecedora uniformidad cultural. Brillante ensayo, donde el autor logra su propósito de hacernos dudar sobre los teóricos logros de la sociedad occidental y preguntarnos si hay algo que merezca preservarse. También es cierto que está muy en la línea de las ideas de la Ilustración y la larga tradición de autocrítica de la historia intelectual de Occidente. Pues frente a todos los defectos de la sociedad occidental, una de sus virtudes ha sido precisamente fomentar un espíritu crítico como el de Osborne, algo sin lo que Occidente no hubiera podido avanzar hacia la democracia ni erigirse como modelo de sociedad de atracción universal.
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NOTA: Este blog es una suerte de
Escaparate dedicado a los libros y revistas, pero no a la crítica, sino a dar noticia de ellos a través de la información que proporcionan las editoriales, la prensa y las revistas y suplementos culturales.