jueves, 25 de enero de 2007
Martín Alonso: “Doce de septiembre. La guerra civil occidental” (Gota a Gota, 2006)
El 11 de septiembre de 2001 no cambió nuestro mundo, sino que puso de manifiesto cuánto había cambiado mientras no mirábamos.
Título:
Doce de septiembre. La guerra civil occidental
Autor: Martín Alonso
Prólogo: Álvaro Vargas Llosa
Editorial: Gota a Gota
Lugar y fecha: Madrid, 2006
Páginas: 232
Precio: 21 €
La existencia de una cultura occidental es inseparable de la idea de libertad individual. Y es inseparable también de la existencia de una idea común sobre lo que es real y lo que no lo es. Las teorías conspiratorias sobre los ataques del 11 de Septiembre y las irreconciliables percepciones sobre Estados Unidos, sobre la historia reciente y remota o sobre nuestra propia identidad, llevan al autor a hablar de la existencia de una “guerra civil” occidental. Del desenlace de esa “guerra” por la identidad depende la viabilidad de nuestra cultura y la preservación de la libertad.
Osama Bin Laden dijo que los hombres, ante la opción de elegir entre un caballo fuerte y otro débil, optan naturalmente por el primero. Pero su agenda existencial se basa en la hipótesis de que eso no es así en Occidente. Tal vez. Tal vez no.
Martín Alonso deja abiertos los posibles desenlaces de esa “guerra” por la identidad occidental.
Álvaro Vargas Llosa, en el prólogo, es más optimista. Mantiene que los enemigos de la libertad parecen haber ganado hoy la partida en el campo de la opinión pública. Pero la guerra no está perdida: los partidarios de la libertad la volveremos a ganar, como se la ganamos al nazismo y al comunismo, esos dos totalitarismos.
Martín Alonso es abogado, articulista y crítico literario. Madrileño de cuarenta y cinco años, estudió Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y Economía y Relaciones Internacionales en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Master en Asesoría Jurídica de Empresas por el Instituto de Empresa, Alonso es un estudioso de la historia de Estados Unidos y de la sociología de la cultura.
En la reseña para el
ABCD de las Artes y las Letras (13-1-2007), titulada
Un legado milenario,
Florentino Portero, profesor especialista en Relaciones Internacionales, estableces las siguientes apreciaciones sobre el libro:
En Europa son muchos los que no están dispuestos a asumir las consecuencias de la guerra que nos ha declarado el islamismo. Esta falta de fibra moral y vitalidad ha llevado a algunos a iniciar una línea de trabajo, menos académica y más ensayística, sobre la decadencia europea. Este es un tema recurrente que viene de principios del siglo XX, cuando ya se hicieron evidentes los primeros síntomas de crisis.
Ahora vuelve, con tanto fundamento como entonces, para centrarse en la crisis de valores que caracteriza a Occidente en nuestros días. En pocas décadas hemos pasado de vivir en un marco de creencias fuertes y valores consolidados a otro en el que lo más llamativo es el relativismo. La realidad no es tal. No existe la certeza más allá de las ciencias. Todos tenemos algo de razón. Todo vale. Esta crisis de valores tiene mucho que ver con el hundimiento del paradigma socialista, que le ha privado de un programa coherente. Ahora la izquierda sólo es capaz de criticar y trata de destruir el legado liberal-conservador, pero sin poder ofrecer una nativa. Europa rechaza su propia historia, sus principios judeo-cristianos y su gran herencia cultural. Ese pasado es asociado por muchos a los desastres sufridos. Quieren ir más allá, asegurar la paz y para ello están dispuestos a reinventarse, a asumir plenamente las fallidas estrategias de apaciguamiento, que a punto estuvieron de acabar con las libertades en Europa hace medio siglo, y a ceder cuanto sea necesario. Si no se cree en casi nada que no sean las ventajas del estado de bienestar es muy difícil que surja la reacción ante la amenaza que sufrimos. De ahí que el debate sobre cómo actuar ante la amenaza islamista nos lleve de la mano a otro no menos importante, que Martín Alonso ha denominado, de forma muy expresiva, la guerra civil occidental. Hay guerra porque las ideas se presentan de forma excluyente y lo que hay detrás es la lucha entre dos opciones, la evolución de Occidente desde sus fundamentos históricos o su transformación en un espacio multicultural abocado a arrinconar sus raíces por falta de voluntad de defenderlas. Alonso ha escrito un libro interesante donde inicia al lector español en el debate internacional sobre el rechazo al liberalismo. Este es un tema poco tratado entre nosotros, aunque tiene buenos precedentes en el mercado anglosajón. De su pluma van apareciendo los personajes de referencia, los estereotipos, las muletillas y argumentos que utilizan todos aquellos que, desde Europa o Estados Unidos, cultivan la literatura de la culpa: nosotros los occidentales liberales somos los culpables de todo, del hambre, de la falta de estabilidad económica en el Mundo Árabe, de los fracasos de experiencias democráticas, siempre con el trasfondo de nuestra ansia por el petróleo.
Pero lo de menos son las críticas parciales, lo más grave es la denuncia de los valores clásicamente europeos y la disposición a ceder a cuantas presiones se nos hagan. Esta nueva izquierda antiliberal sabe que nunca conseguirá levantar un orden nativo, de ahí que concentre sus energías en demoler un legado milenario y no tenga inconveniente en considerar a formaciones terroristas como compañeras de viaje, interlocutores legítimos con los que negociar nuestra descomposición. La política contra el islamismo es ininteligible al margen de la reflexión occidental sobre nuestra propia identidad. Dos problemas que se cruzan en nuestros días caracterizando el debate que vamos a vivir en los próximos años.
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NOTA: Este blog es una suerte de
Escaparate dedicado a los libros y revistas, pero no a la crítica, sino a dar noticia de ellos a través de la información que proporcionan las editoriales, la prensa y las revistas y suplementos culturales.