Admiramos
su poética libertadora contra el intento de amputación de la vida personal por
parte de la Historia; una poética consciente de que el Estado, para hacer
ciudadanos, deshace individuos.
Estamos
ante una poesía que transmite el lado fértil de la adversidad desde su honda
participación en la experiencia integral del ser humano.
Una
poesía que cumple su más alto destino: nombrar épicamente el mundo, y
líricamente su propio mundo, salvándolos del poder aniquilador de la
temporalidad.
Zhivka
emprende una expedición a la claridad, si por claridad entendemos la capacidad
de fundir todas las luces y todas las sombras, creando nuevas iridiscencias
sobre las cosas.
Poesía
más fuerte que la tortura, la indiferencia o el desprecio, más resucitable que
la muerte.
Ángel
Guinda (4 de enero de 2013. Auditorio del Centro de Poesía José Hierro. Madrid,
Getafe.)
Ángel Guinda
(4 de enero de 2013. Auditorio del Centro
de Poesía José Hierro. Madrid, Getafe.)
Selección de poemas de Zhivka
Baltadzhieva
OVIDIO
II
Quedarme
en esos mundos
donde
no
se anuncia ningún Mesías
decadente
de
entre todos los sueños caducos
y
genius loci de las comunicaciones.
Apegado
a la tentativa
quedarme,
contemplando
la metamorfosis
desde
dentro,
nadando
aguas
arriba
en
la clandestinidad
del
Origen.
***
Pequeñas
intuiciones
frente a lo lógico e
inmenso.
Brotes de hierba lechosa y
traviesa,
sigilosa
incertidumbre
en el soplo del movimiento
browniano.
En el caos
numerado,
etiquetado
y con la Lista de
Propiedades
oculta.
Las flores evaporan el prado
otorgado al éxtasis sin
estrategias.
Materia
confusa e
íntima,
sin origen
conocido,
confirmada en el disco duro del
espacio
y descartada de lo
posible.
¿Salvar todo esto?
¿En la palabra? ¿Compacta
y definitiva?
¿Como sólo lo
es
el artificio?
***
HILERAS DE LETRAS
II
Hileras de letras, sombras
invertidas,
bajorrelieves del
impulso.
Traspasan las ondas de
espejismos,
las mareas de
vacío.
Hormigas
que cargan, aplastadas bajo la miga
de consciente
y la volátil emoción.
Rápidas, rápidas,
rápidas.
¿Dónde corren,
dónde agolpan cúmulos,
reservas fragmentos de
mí?
¿Dónde
me abandonan,
dónde
me abandonan?
¿Qué queda?
Soterrado.
***
Los
pormenores son lo más importante.
Una
carta olvidada en el bolsillo e ilegible
después
de pasar por la lavadora,
la
mirada en la que no me he fijado,
la
voz de lo no dicho, el aliento del campo temblando
en
resonancias momentáneas,
el
cotidiano y único rostro de mi madre que se ha ido.
Los
pormenores son lo amado.
Cada
vez quedan menos en este mundo civilizado.
Industria,
grandes cantidades de lo mismo.
Y
ni gota de lo otro. Pensaba el retrato
del
exánime dedo meñique de tu mano izquierda
en
el museo de los más íntimos
recuerdos,
pero
reproducirán mi mente y mi corazón huidizo
y
no sé dónde protegerte.
***
DIVINA
COMEDIA
Cada vez más conectados, pululando
entre nuestras heridas
y las que asestamos nosotros.
Cada vez más
conectados y más ocupados
en que nos toque
nadie,
y menos con la
mirada.
Cada vez más conectados,
más
hacia las hormigas. ¿Hacia dónde
excavamos
en el universo
plano?
Invisibles
y
(¿acaso?) inexistentes
multimillones de
perdidos.
¿En la
ciudad?
¿En el campo?
¿En el cielo?
¿Infierno?
No me
encuentro en mí misma.
***
Un kit de preparados químicos
al módico precio de X dólares
servirá
para analizar en casa el ADN
personal.
La simple muestra de células del
interior de la boca
escribe la novela
genográfica
de la especie humana. Y la mía
propia.
El argumento busca en el cromosoma Y
masculino
y en el ADN mitrocondrial que
transmiten las madres
la ruta de la iniciación en
humanidad.
Fue hace escaso millón de años,
según se
dice por ahí, cuando
aquello comenzó.
Y aún comienza, comienza,
comienza.
¿Cada vez por primera
vez?
Cada vez
por
primera vez?
Y a menudo
no sucede.
No sucede.
En absoluto.
***
CONCEPCIÓN
INMACULADA
Hemos descifrado la
Biblia.
Hemos llegado al
Principio.
Se ha escrito el
verbo.
Empieza el Génesis de la
Autorreproducción.
Fabricación controlada y
cómoda
en vez de esta incierta, dolorosa
Creación.
Y ¿qué creará? el Hijo
no-Único,
diseñado a
medida
mía y de este
mundo,
sin incógnitas
gestado,
huérfano de
más
allá
en los vertederos de la
inmortalidad.
***
GOYA.
LA QUINTA DEL SORDO
18 robots SWORDS, 18
soldados cibernéticos,
entran este abril en
acción. Máquinas de matar autónomas.
Neutralizan al enemigo con una
super
ametralladora.
El periódico no da detalles. Pero pronto
gatearán
por
todas las páginas Web.
Otra dolorosa pintura negra para la Quinta del
Sordo,
el hábitat de nuestro
ser.
Asmodeas, Aquelarres,
interactivos algoritmos
de
Fusilamientos del Dos de Mayo y descargas de mamelucos
desde Lasca y Perperikón hasta YONIVERSO,
la
Bienal Internacional de Arte Contemporáneo
de
Sevilla.
El átomo humano. Un programa
que evoluciona por sí mismo,
desintegrándose a asesino y asesinado.
Duelo a garrotazos interior.
El sueño de la razón produce
monstruos.
¿Y el sueño en la
razón?
***
EL CEMENTERIO
NUCLEAR
POEMA
ESTREMECIDO
Bajo mis pies
el Cementerio Nuclear
florece.
Aromas
primaverales
y un mirlo
en las ramas
aceleradas.
Comprimidas ondas
sonoras
y materia
enrarecida.
Como si dentro de una flauta
alguien
me respira.
Sin luz de
fondo.
Melodía
mutante
entre los picos
irregulares
de la armónica del
Universo,
cereza letal,
embebida de agua
pesada,
en la mordedura del devoto paisaje
del Jardín del
Paraíso
local.
En el banco chirriante un ángel
leucémico
imagina
el Génesis insaciable
en el Cementerio
Nuclear.
***
EL SATÉLITE IRAS
¿Luz desconfiada? ¿Ser
limítrofe?
¿Nada mágico? Sólo
perturbación
gravitacional,
trayectoria
torcida,
ensordecido excéntrico icono,
gestual?
Y yo,
al lado, allí,
presente,
y tan arcana, ausente. Sin
constancia
de que el mundo
tuviera
otras
dimensiones
y heridas.
Me inundan
preguntas, ira, cariño, dudas,
hastío,
amor, incertidumbre. ¿Cuál sería
el sentimiento
redentor?
¿El sentido
existe?
¿Existiría?
***
¿Ser o ser?
Esa es la
pregunta.
Un ser entumecido, hecho
cuchillo
para rajarse a sí mismo,
dejar de gritar
amor.
¿Ser o ser?
***
Instalados en la Plaza de las
Glorias
y con la vida por delante sin
trascendencia
nos entrenamos
febrilmente
bajo la trampilla de la noche y el
lince del sol escurridizo
para que nada
cambie,
nada suceda.
***
EXTRANJEROS
Ante el orden
existente.
Y
después del
amor.
***
ORFEO
Me devuelven a
Eurídice
pero no podré ver su
sombra.
Me devuelven a
Eurídice
pero sin la memoria del
amor
que baja al
infierno.
Me devuelven a
Eurídice
pero sin camino de ida y
vuelta
¿adónde? ¿y a
quién?
¿Cómo
encontrarme?
¿Soy la lira que
arrancan
con dientes y
uñas
las bacantes?
Sin recuerdos
no veo la luz
de la que me hablaron los dioses del
Tártaro
y los rayos –
sortilegios
de la
escritura.
Me devuelven a
Eurídice.
¿pero en qué
dirección
me siguen sus
pasos?
Descendí al fondo de mí
mismo
y me echaron.
Sin sombra.
Sin mirada.
Hasta mi
sangre
quema
en la herida de
Otro.
Nada sufro.
Y canto.
Porque no siento.
***
HILERAS DE LETRAS
I
Hileras de letras, pequeñas columnas
volátiles,
hormigas
omnívoras,
agarradas al sentido y el
sentimiento.
Negras cadenas
¿hacia dónde?
Las sombras invertidas traspasan las
ondas,
los espejos del
vacío
¿hacia dónde?
Un paréntesis de tiempo en el
tiempo.
El bucle del verso propaga luz e
imagina oscuridades
por los cuatro
costados.
¿Hacia dónde?
Cada vez más velozmente cortan los
mundos
los versoalas de
corneja.
¿Hacia dónde?
Hay tanta
lejanía
en el soplo de los abanicos
negro-blancos
¿hacia dónde?
***
FOTOGRAFIA
DIGITAL
Sentada
en un banco en la sombra,
en
la plaza empedrada de la iglesia de San Demetrio,
en
Sliven, mi сiudad, mi paisaje genético,
siento
el sol y el aguacero
de
lo que ya ha pasado, de lo que pasará.
Aunque
nunca pudo ser pronunciado mi amor,
y
tampoco mi amargura,
las
nubes, los árboles, las blancas paredes de las casas
de
antaño,
los
nuevos edificios de cristal y plásticos inteligentes,
las
pequeñas flores que burlan el pavimento,
los
sobresaltados pájaros del horizonte,
los
transeúntes y los ausentes
silabean
su fervor sin darse cuenta.
Solo
que la piel de la vida y de la muerte se eriza.
Y
entonces, el aire sopla levemente
y
apacigua el paisaje.
***
Ovidio mira el
Danubio.
El agua confusa fluye
lenta
hacia el Mar Negro, hacia el
Ponto.
Queda poco.
La llanura de los dos lados es un
melocotón
partido
y la vertiente del
río
semilla, costilla del devenir,
lanceta fría.
Todo es forma,
todo informe
e inclemente.