La escena estadounidense está
repleta de buenos artistas folk todavía poco conocidos en España. La sensual Alela Diane, y su nuevo grupo llamado
Wild Divine, forman parte sin
duda de esta feliz camada. Otros artistas imprescindibles como Devendrah Banhart, Andrew Bird o Mr Iron & Wine, entre muchos otros,
también son un ejemplo de esta riqueza musical actual. Todas estas bandas tienen
algo más en común: su estilo no es tan hippy como el de Edward Sharpe and the Magnetic
Zeros, ni tan psicodélico como ciertos álbumes de los Pink Floyd, pero su música
quiere recordar al estado de relajación que procura el consumo de drogas
alucinógenas y se conoce como Folk Psicodélico en su madre patria.
Al igual que todos estos
músicos que buscan de forma más o menos consciente alcanzar este estilo, Alela Diane toca instrumentos acústicos
y mezcla inspiraciones tradicionales y más modernas, recreando una atmósfera muy
tranquila y un ambiente luminoso y relajante en sus canciones. Sin caer nunca en
la tristeza, Alela propone una
música suave, íntima y personal, apoyándose en una preciosa voz con mucho
carácter, que podría incluso, en ciertos acentos, recordar a la voz de Patti Smith.
Alela
Diane: "Rising Greatness" (vídeo colgado en YouTube por
FargoRecords)
Después de dos álbumes muy
logrados, The Pirate’s Gospel (2006)
y To Be Still (2009), que le permitió
arrancar con sus primeras giras y acompañar a varios artistas en su país y en
Inglaterra para empezar, Alela Diane
se junta con su padre, Tom Menig, y
su marido, Tom Bevitori, además de
los músicos Jonas Hasking y Jason Merculief (y el conocido
productor Scott Litt, que trabajó
con REM o Nirvana, por citar solo a los más
conocidos) para formar los Wild
Divine, sus nuevos compañeros de ruta con los que viajó hasta Europa por fin
(y España a finales de septiembre de este pasado año) y presentar su tercer
trabajo.
Su último disco, Alela Diane Wild Divine, es también de
color sepia. Su delicada voz evoluciona sobre ritmos con tintes irlandeses o del
oeste americano, como si el espíritu de Bob Dylan, Leonard Cohen o The Rolling Stones (con los que
comparte varios títulos –pero solo los títulos-) hubieran pasado por el estudio
el día de la grabación. Las influencias de esta compositora y guitarrista
talentosa son varias, pero su trabajo tiene una personalidad muy propia, debido
sin duda a su preciosa voz y su carismática presencia.
Alela
Diane & Wild Divine: "Desire" (vídeo colgado en YouTube por
AlelaDianeWildDivine)
El álbum arranca con un tema
bastante más rockero que las canciones descubiertas en sus discos anteriores.
“To Begin” asienta los parámetros del
disco desde la primera nota: un estilo tranquilo pero no tan romántico o
melódico como los otros trabajos de Alela Diane, con una batería muy presente aunque todavía en un
segundo plano en comparación con su voz, la verdadera protagonista de sus
composiciones.
El
segundo tema, el muy bonito “Elijah”, es un poco más melancólico que el primero;
sin embargo, la cantante parece defenderse de caer en unas melodías demasiado
melancólicas. Al contrario, su álbum se quiere ligero, delicado, con un ligero
toque de nostalgia que sobrevuela sin nunca posarse. “Long Way
Down”, igual de rockero que el primer tema, sigue en esta
vena en blanco y negro, mirando hacia el pasado pero sin arrepentimientos.
Alela Diane &
The Wild Devine: "Suzanne" (vídeo colgado en YouTube por
RandoMonkeyz)
El cuarto tema, del osado
nombre “Suzanne”, es uno de los más melódicos. Los arpegios a la guitarra
proponen un viaje un poco distinto. La voz de Alela, en todo su esplendor en este
tema, se escucha más cargada. Pareciera que el
mensaje se ha vuelto más importante y que la cantante necesita insistir más en
lo que quiere transmitir… “The Wind” mantiene con esta sensación.
La sexta canción, “Of Many
Colors”, relaja un poco la tensión con un ritmo casi
country que transporta a un mundo más alegre y despreocupado. El tema siguiente
comienza igual, pero cuando la cantante empieza a deletrear la palabra “deseo”
(“Desire” en inglés), con este tono tan suyo, la piel se nos pone de gallina.
Solo dura dos minutos, pero “Desire” es sin duda el mejor tema de este
álbum.
Alela Diane &
Wild Divine: "The Wind" (vídeo colgado en YouTube por
AlelaDianeWildDivine)
Suena luego “Heartlesse Highway”, pero no aporta
nada nuevo. Menos mal que la canción siguiente, “Wilthe
Horse”, tiene un ritmo y una melodía muy distintos al
resto de las canciones de este nuevo disco: más cerca del blues y del rock
eléctrico, este tema devuelve relieve a un álbum que podría parecer ligeramente
redundante. La cosa termina bien con “Rising Greatness” que aporta une nota
fresca a un conjunto quizás demasiado homogéneo.
A
pesar de no proponer una cosa realmente nueva y, en general, de carecer de
una acusada originalidad en cada uno de sus álbumes, Alela Diane se apoya en el pasado para
transmitir una relajación espiritual, una cierta paz musical, una sensación de
cobijo muy agradable, gracias a su carácter y su personalidad, pero sobre todo
gracias a su bonita guitarra y una voz realmente preciosa.
Alela
Diane: "Elijah" (vídeo colgado en YouTube por
tylervernjohnson)