Edward Sharpe y
sus Magnetic Zeros nos proponen, en su segundo álbum titulado Here, un viaje dulce hacia un bosque
encantado. Con voces celestiales muy setenteras, la banda mezcla los coros y la
pandereta con una magia agradable e hipnótica a lo largo de nueve temas
particularmente optimistas y felices. Lo único malo de este disco es que es
demasiado corto.
Edward
Sharpe & The Magnetic Zeros: "That's What's Up" (vídeo colgado en
YouTube por JIMMY KIMMEL LIVE)
Desde la primera canción, “Man on Fire”,
nos instalamos en el van de los Magnetic Zeros y nos vamos de gira con
ellos, que sea desde nuestro sofá o desde la calle, el pelo al viento y el
acordeón en el baúl. En vivo, la sensación es aún mayor. Que seamos fans o
enamorados por primera vez, todos en algún momento queremos ser parte de este
grupo de músicos y simpáticos trovadores que son los Magnetic
Zeros.
Alex Ebert, el más carismático de la banda, cambió su
nombre por el de un personaje de una de las novelas que estaba escribiendo, Edward Sharpe, ya que quería cambiar de
vida y de identidad después de un pasado lamentablemente demasiado ligado con la
heroína. Su nueva vida se llenó entonces de espiritualidad y Sharpe pudo dar riendas sueltas a sus
convicciones hippies. Sus buenas intenciones y su reinserción en un mundo sin
drogas (¡duras!) le fue recompensado con el amor. Sharpe conoció entonces a Jade
Castrinos, una mujer cuyo físico,
voz y actitud, recuerdan a ratos a Janis Joplin, Joan Baez o
Yoko Ono, formando una pareja exitosa en la vida y en el
escenario.
Edward Sharpe & The Magnetic Zeros:
"I Don't Wanna Pray" (vídeo colgado en YouTube por kcrw)
De este
encuentro, no solamente surgió el amor, sino que también nació la creatividad
musical y la amistad ya que los amigos músicos de Jade, ella y
Sharpe se juntaron para tocar y nacieron los Magnetic Zeros. La
química entre los miembros de esta banda fue evidente y
contagiosa.
El primer álbum de esta formación, Up From Below, se grabó en 2009 en Laurel Canyon, lugar
mítico de California y pasaje obligatorio por toda banda buscando las
vibraciones y la inspiración de los antepasados de la época dorada de los
músicos hippies de la región, desde Jimmy Hendrix a James Taylor, pasando por algunos miembros de
los Rolling Stones entre otros. De
esta casa encantada han salido varios músicos contemporáneos como Jonathan Wilson, por ejemplo, también
hechizados por los sonidos de estos años de fertilidad musical y de esta
filosofía comunitaria que se desprende hoy de los Magnetic Zeros.
En este primer álbum, aparece la canción,
“Home”, que cuenta la historia de
amor entre la pareja protagonista del grupo. Este tema, tremendamente lleno de
buena onda y de energía positiva, es para escuchar sin falta de vez en cuando
para recordar las cosas dulces y los buenos momentos de la vida.
Edward Sharpe & The Magnetic Zeros:
"Dear Believer" (vídeo colgado en YouTube por lilruny)
El segundo álbum, Here, también está lleno de buenas
ondas, de amor y de sol. Después de conquistarnos con el primer tema, “Man on
Fire”, los Magnetic Zeros nos hacen
bailar con “That’s What’s Up”, la segunda canción en la que Jade Castrinos luce una voz más blusera
que nunca. A ratos, tenemos realmente la sensación de haber viajado 40 años
atrás y de formar parte de la excelente y tan emblemática comedia musical de Milos Forman, Hair.
En el tercer
tema, Sharpe canta con su dulce voz y unos coros que son una de las
fuerzas musicales de la banda, que “adora a su dios porque dios es amor”. Tanto
“hipismo” podría parecer forzado, pero al parecer, Edward Shape y los
Magnetic Zeros lo viven plenamente y sin deseo de pretender. Lo mejor es
dejarse llevar por estos mensajes de paz y amor y tocar las palmas en ritmo.
Este tercer tema nos lleva al interior de una iglesia (no sabemos bien cuál,
pero esto no parece importar) en la que lo fundamental es simplemente el hecho
de creer en algo (o alguien)...
Edward Sharpe & The Magnetic Zeros:
"Mayla" (vídeo colgado en YouTube por lilruny)
A pesar de ser un tema más tranquilo, la
cuarta canción titulada ”Mayla”, transmite sus dosis de amor incondicional por
la belleza de la vida. Los coros siguen estando presentes, dando un relieve
particular a la melodía, como una sensación de elevación que se confunde con las
letras cada vez más espirituales. El tema siguiente, “Dear Believer”, empieza de
forma muy tranquila, pero, poco a poco, esta melodía llena de esperanza se carga
de más emociones (gracias, entre otros a los vientos). Esta emoción decae en
“Child”, la canción siguiente, que
simplemente transmite serenidad, al igual que “One Love
to Another”.
Cuando el nivel musical parece disminuir y
llegan los primeros segundos de algo que podría parecerse a un comienzo de
aburrimiento, Edward Sharpe and the
Magnetic Zeros arrancan con “Fiya
Wata”, un curioso tema cuya instrumentalización flirtea
con una onda psicodélica, mezclándose con los eternos coros que representan sin
duda el mejor instrumento de esta banda.
Edward Sharpe & The Magnetic Zeros:
"Up From Below (Big Easy Express)" (vídeo colgado en YouTube por
joao2f)
Para terminar, una hermosa balada, muy
representativa del estilo a la vez peculiar y tradicional de este grupo,
titulado simplemente “Here”.
Dicen
que este segundo álbum es la primera parte de un díptico cuya segunda parte
saldrá próximamente. Ojala no tengamos que esperar demasiado de manera que la
sonrisa que tenemos dibujada en la cara no desaparezca…