Pablo Cerezal: <i>Los cuadernos del Hafa</i> (Ediciones Carena, 2012)

Pablo Cerezal: Los cuadernos del Hafa (Ediciones Carena, 2012)

    TÍTULO
Los cuadernos del Hafa

    AUTOR
Pablo Cerezal

    EDITORIAL
Ediciones Carena, 2012

    OTROS DATOS
Barcelona, 2012. 366 páginas. 15 €



Pablo Cerezal

Pablo Cerezal


Reseñas de libros/Ficción
Pablo Cerezal: Los cuadernos del Hafa (Ediciones Carena, 2012)
Por José G. Cordonié, viernes, 4 de mayo de 2012
Es evidente que Los cuadernos del Hafa es una novela que fue escrita sin el ánimo de ser publicada, que se desarrolló con el único fin del disfrute durante su escritura. Es decir, por la necesidad creadora y por el divertimento intrínseco y solitario que supone la propia creación: el juego, la definición de personajes, el escenario donde transcurren sus vidas. Por eso mismo, esta obra no fue escrita con fines comerciales. Ni lucrativos. No fue dirigida ni estructurada para ser una novela de gran venta, ni parece serlo. Más bien creo que llegará a ser una novela para una minoría selecta, que llega hasta nosotros con la vocación de convertirse en un libro de culto, indómito y atemporal.

En primer lugar porque da un paso sobre la literatura que se hace en estos tiempos, retomando lo mágico de las obras que nos adentraron en el underground y en la vanguardia de esa otra realidad del siglo XX, la que vieron y vivieron muchos de los personajes que por esta obra asoman. Y también por ser, a la vez, una novela muy actual, atrevida y valiente en el lenguaje y en la forma.

Encontramos en Los cuadernos del Hafa una mezcla de géneros, perfectamente proporcionada, con la lógica geométrica de un caleidoscopio, que nos permiten, además de la diversión y el entretenimiento de su lectura, la información sobre otras culturas, otros lugares, otras maneras de pensar, de actuar y de ser.

Esta novela podría ser un libro de viajes, pero no lo es. Podría llevarnos, a través de un realismo sucio, a los oscurantistas laberintos de las drogas, pero no lo hace. Podría ser una apología del hachís y no lo es. Como también podría ser, pero no, un encomio sobre la música, el arte y la literatura. O podría, incluso, ser un ensayo documentado sobre la cultura magrebí, sobre la mezcla entre Oriente y Occidente, un retazo costumbrista sobre un país y sus gentes. Tampoco es esto otro. Los cuadernos del Hafa no es nada de esto, aun siendo un poco de todo ello a la vez.

Los cuadernos del Hafa es una novela donde el amor es una parte suculenta de sus páginas

Los cuadernos del Hafa es, principalmente, una ficción.

Una ficción donde se cruzan personajes imaginados, que parecen de carne y hueso, con otros que son reales y que, sin embargo, cobran vida a través de ficciones.

Porque, de algún modo, Los cuadernos del Hafa, es una amalgama de realidades inventadas. Todo lo que aquí sucede pudo ocurrir, pero no ocurrió. O quizá sí. De otra manera. O quizá no.

Por un lado están los personajes. Los personajes ficticios y los personajes verdaderos, que existieron y habitaron el mágico entorno de Tánger, donde transcurre principalmente la novela. Esa es justamente una de las osadías del autor y, a la vez, uno de sus grandes aciertos: poner voz a personas reales, que, además, y por si fuera poco, son conocidas y reconocidas en todo el mundo: Brian Jones, William S. Burroughs, Kerouac, el matrimonio Bowles, Anita Pallemberg o Brion Gysin,  entre otros, a los que el autor da voz y da vida.

Una narración sagaz, que roza la poética en ocasiones y que nos lleva a líneas hirientes de realidad en otras

Y también están los otros personajes, los  que nunca existieron antes de ser creados para este libro, y que respiran una realidad y una vitalidad que nos hace pensar si en verdad no existen o no existieron: Munir el soñador, la cálida Aanisa, la puta Tiziana, el viejo Larbi, Karim el del Mercedes 500, la tía Fátima...

Y por otro lado está el lugar: Marruecos. El Norte de África. La ciudad de Tánger y, cómo no, el mítico Café Hafa, que actúa como eje y amarre de todo aquello que transcurre por estas páginas. Ese café que desde 1921 avanza hacia el mar en la costa de Tánger, al filo del acantilado que allí se recorta, que en los años 50 y 60 del pasado siglo fue testigo, amante y confidente de muchos de los grandes artistas que derramaron la cultura underground y la psicodelia sobre el mundo, y que bebieron de la cultura magrebí, y de su folklore.

El Hafa, es un buen lugar donde pararse a beber un té con hierbabuena. A fumar un porro de hachís. Un lugar donde pararse a detener el mundo, a buscar la línea del horizonte cuando se curva en azul entre el cielo y el mar. Un lugar donde pararse a escribir unas líneas en una de sus desvencijadas mesas. Donde aún es

Esta novela debe ser resaltada por la voz auténticamente literaria del autor

Ese Café, como he dicho, es directa o indirectamente el hilo que enreda la tela donde se trama esta novela. Adonde llega el personaje principal para reinventarse en un mundo nuevo que le atrapa, como le atrapa el amor. Porque Los Cuadernos del Hafa es una novela donde el amor es una parte suculenta de sus páginas. Donde el sentimiento amoroso se desvela en la noche de los sentimientos para hacerse poderoso y tiránico, como lo son siempre los sentimientos más puros.

Sin duda Los cuadernos del Hafa es una lectura apasionante, una narración sagaz, que roza la poética en ocasiones y que nos lleva a líneas hirientes de realidad en otras. A narraciones desgarradas que se hunden en un existencialismo visceralmente humano, a veces lírico y sensible, que pronto te atrapa y ya no te suelta.

Pero además, esta novela debe ser resaltada por la voz auténticamente literaria del autor. Porque a pesar de que Los cuadernos del Hafa es la primera obra que publica Pablo Cerezal, no hay duda de que no es lo primero que escribe. Se intuye que antes de esta novela debió llenar muchos papeles con diferentes escritos, que algún día quizá vean la luz. O quizá no. Posiblemente obras de menor volumen donde se definieron y afilaron los que son los rasgos literarios claros del autor: la sintaxis atrevida, la adjetivación pormenorizada, la metáfora instintiva, el dominio del vocablo por encima del significado, la autoridad de su pluma reescribiendo el pensamiento, el sentimiento confinado en la letra, en la grafía que forman las palabras, los renglones y los párrafos. Por todo eso, y aún siendo un escritor novel, en Los cuadernos del Hafa encontramos un escritor maduro, que doma la palabra, la destila y la escancia ante nuestros ojos para adentrarnos en una ficción que se entrevera con esas realidades inventadas de las que he hablado. En una realidad poliédrica, que nos lleva al corazón de Marruecos y nos permite conocer un punto de vista, tan real como auténtico, que resulta muy diferente al que desde aquí, los que no han visitado nunca ese país, puedan imaginar o intuir. A la realidad de una ciudad y un café que siguen existiendo, pero de otro modo.

Y es esa realidad poliédrica, o ficción calidoscópica, la que hará que cada lector saque sus propias conclusiones de la obra. Su propio punto de vista de lo que aquí se narra o de lo que significa realmente Los cuadernos del Hafa.