Chikamatsu Monzaemon: <i>Los amantes suicidas de Sonezaki y otras piezas</i> (Satori, 2011)

Chikamatsu Monzaemon: Los amantes suicidas de Sonezaki y otras piezas (Satori, 2011)

    TÍTULO
Los amantes suicidas de Sonezaki y otras piezas

    AUTOR
Chikamatsu Monzaemon

    EDITORIAL
Satori

    TRADUCCCION
Yoko Ogihara y Fernando Cordobés

    OTROS DATOS
Gijón, 2011. 293 páginas. 23 €



Retrato de Chikamatsu Monzaemon por Hozumi Ikan (fuente: wikimedia)

Retrato de Chikamatsu Monzaemon por Hozumi Ikan (fuente: wikimedia)

Ana Matellanes García

Ana Matellanes García


Reseñas de libros/Ficción
Chikamatsu Monzaemon: Los amantes suicidas de Sonezaki y otras piezas (Satori, 2011)
Por Ana Matellanes García, martes, 3 de enero de 2012
La literatura japonesa es ya, a estas alturas, una vieja conocida entre los lectores en lengua española. No es raro encontrar en las mesas de novedades de las librerías traducciones de los últimos éxitos del panorama editorial nipón o grandes clásicos que hasta ahora no habían encontrado hueco en los catálogos. Especialmente novelas y géneros ya populares como el del haiku. Pero… ¿qué hay del teatro japonés? Este (relativo) desconocimiento de la dramaturgia japonesa empieza a serlo un poco menos con la reciente publicación a manos de la editorial Satori de Los amantes suicidas de Sonezaki y otras piezas, de Chikamatsu Monzaemo, uno de los grandes autores teatrales de Japón equiparable a nombres como Shakespeare o Lope de Vega.
La editorial gijonesa Satori, dentro de su colección Maestros de la Literatura Japonesa, ha editado hace unos meses esta recopilación de tres piezas teatrales de Chikamatsu Monzaemon (1653-1725), considerado uno de los grandes al dotar al género del bunraku o “teatro de marionetas” de una entidad artística y literaria que hasta entonces este popular género no tenía.

Los amantes suicidas de Sonezaki y otras piezas reúne tres obras representativas de la producción de Chikamatsu Monzaemon, quien llegó a escribir más de cien piezas teatrales: “La herencia de los Soga”, “Los amantes suicidas de Sonezaki” y “Las batallas de Coxinga”. Todas ellas fueron escritas para un género casi desconocido en Occidente, el bunraku o “teatro de marionetas“, emparentado con el más conocido kabuki o el solemne noh. Mientras que en el kabuki la acción es representada por actores “de carne y hueso”, en el bunraku el peso de la dramatización recae en unas marionetas de tamaño casi natural operadas por varias personas vestidas de negro; un cantante, acompañado por varios músicos, narra y dialoga la historia representando todos los papeles de la obra. Un asombroso y artificial espectáculo que impacta por el ambiguo realismo de las “marionetas”, ataviadas como actores y capaces de expresar con la misma intensidad que un ser humano emociones como el dolor, el amor o el odio (ver vídeo al pie del texto).

Unas obras que, pese a estar despojadas de su elemento escénico, conmueven con la fuerza de sus palabras y por la riqueza de las historias

La obra que abre el volumen es “La herencia de los Soga”, una pieza que tiene como tema central la venganza y la lealtad. En ella, dos criados deciden vengar la muerte de sus amos ayudados por las amantes de éstos, dos cortesanas de los barrios de placer. Se trata de una obra que eleva a la categoría de héroe a personajes populares movidos por la lealtad y la sed de justicia, al mismo tiempo que establece la autoridad del sogunato. Destaca en esta obra el sutil retrato de las dos geishas, dignificadas por Chikamatsu al dotarlas de un heroísmo y valentía equiparable a los de los dos protagonistas, y la delicada textura de sus descripciones, que pone de manifiesto la potencia visual de las imágenes del dramaturgo nipón: “Su forma de caminar,/ lenta y agraciada,/ es digna de los cielos,/ como las mangas del quimono/ que parecen hechas de plumas/ a punto de alzar el vuelo,/ como gansos en tránsito hacia la luna.

La segunda pieza recogida es “Los amantes suicidas de Sonezaki”, un drama de amor pasional con dos únicos protagonistas que encaran un trágico destino. Esta célebre pieza inauguró la moda de dramatizar sucesos contemporáneos ya que su autor se inspiró en un suceso real al que dotó de un carácter solemne y emocionante. El suicidio por amor suponía para los japoneses una suerte de ejercicio supremo de sinceridad del amor entre dos amantes, capaces de abandonar el mundo a la par y de manera trágica. En definitiva, pureza y sinceridad de una acción como el amor, dos principios reguladores y complementarios de la naturaleza humana que emana directamente de las enseñanzas sintoístas de las que el propio Chikamatsu era seguidor. Un ideal que, además, tiene en la literatura japonesa una categoría preferente que podemos encontrar en narraciones contemporáneas como, por ejemplo, en la novela recientemente publicada por ediciones Alfabia Kinshu. Tapiz de otoño de Teru Miyamoto.

Merece una mención final la introducción que abre la edición de la obra, a cargo del profesor Carlos Rubio, didáctica e interesante aproximación al mundo del bunraku

Pese a la brevedad de la pieza, la fuerza de la historia de los amantes que ven imposibilitado su amor conmueve mediante la recreación de las fuerzas que mueven a los seres humanos, como la pasión, la voluntad o el honor. Los protagonistas se debaten entre el deber ser y el querer ser, componiendo un patético y solemne drama que el dramaturgo japonés adorna con hermosas y emocionantes imágenes. “Adiós al mundo, adiós también a la noche. / Nosotros, los que transitamos por el camino de la muerte / ¿a qué nos podemos comparar?/ A la escarcha de un sendero que conduce al cementerio/ desvaneciéndose a cada paso. / Triste es este soñar en el sueño. / Suenan las campanas,/ pero de los cuatro repiques que anuncian el amanecer/ tan solo han sonado tres./ El que resta será el último eco/ que escuchen en esta vida./ Anunciarán la dicha de la aniquilación./ Adiós;/ y no solo a las campanadas./ Una vez más los dos amantes contemplarán la hierba,/ los árboles, el cielo,/ las nubes despreocupadas en las distancia,/ el tembloroso resplandor de la Estrella Polar en el agua,/ el encuentro de Orihime y Hikoboshi en la Vía Láctea.

La tercera y última obra cambia totalmente de registro y nos sitúa en un mundo heroico y cercano a la epopeya occidental. “Las batallas de Coxinga” nos sumerge en un mundo de guerreros y honor, en el que el tema central es la restauración de la dinastía Ming en China. Diálogos contundentes, escenarios exóticos, personajes heroicos y espectaculares escenas bélicas se entremezclan con temas como el sacrificio o el honor en una pieza llena de acción, ritmo y fuerza.

Merece una mención final la introducción que abre la edición de la obra, a cargo del profesor Carlos Rubio. Gracias a su didáctica e interesante aproximación al mundo del bunraku, el lector puede adentrarse a las piezas que componen la recopilación de Chikamatsu con una visión más completa de la profundidad y significado de los dramas del “Shakespeare nipón”.

Unas obras que, pese a estar despojadas de su elemento escénico, conmueven con la fuerza de sus palabras y por la riqueza de las historias. De nuevo, de la mano de Satori, una oportunidad para acercarse a la literatura japonesa más interesante y menos mediática.



Inicio del film Dolls (2002) del director japonés Takeshi Kitano, donde se recrea una representación de bunraku (vídeo colgado en YouTube por miltonwhatever)