Tom Waits: "Satisfied" (vídeo colgado en YouTube por
antirecords)
Vuelve el mismísimo
Tom Waits, uno de los
artistas más creativos y originales del panorama musical de los 40 últimos años,
con un disco de estudio, y un título muy acorde al personaje,
Bad As Me,
después de siete años de silencio (en las disqueras por lo menos, pero no en el
cine).
Este músico y compositor, nacido en California en el 1949, empezó
su carrera con
Herb Cohen, el manager de
Frank Zappa. Este detalle
quizá puede ilustrar un poco mejor la locura y la personalidad del joven
Waits, quien con 22 años ya tenía todo un personaje armado y una voz
inimitable que no dejaba a nadie indiferente (
Closing Times, 1973).
Su carácter provocativo, su gran sensibilidad, su curiosidad insaciable
en lo que se refiere a las sonoridades y su inmenso interés por todo lo que le
rodea, con especial atención sobre lo que ocurre en el mundo, terminaron de
definir el estilo inconfundible de este peculiar artista.
Tom
Waits: "Last Leaf" (vídeo colgado en YouTube por
mindthegap007)
Desde entonces,
Waits ha navegado en cada
uno de sus 18 álbumes por el blues y el jazz, con un piano omnipresente, en
discos emblemáticos como
Frank’s Wild Years (1973) o
The Heart of
Saturday Night (1974), los sonidos electrónicos en el increíble
Real
Gone (2004) y cualquier otro tipo de música (del swing al cabaret, pasando
por el country o el vals) en
Rain Dogs (1985) o
Blood Money
(2002), alternando la canción con el cuento (
Nighthawks at the Diner,
1975), eligiendo instrumentos étnicos (
Swordsfishtrombones, 1983) u
ordenadores, y mezclando las baladas poéticas, en
Blue Valentine (1978),
Alice (2002) u
Orphans (2006), entre otros, con el rock casi
agresivo (
Mule Variations, 1999). Todos estos ingredientes se superponen
en cada uno de sus trabajos (incluyendo a
Bad As Me, 2011), tirando hacia
un lado u otro, pero siempre con su voz áspera y potente como principal
protagonista… y mucho ritmo.
Su notoriedad y la gran calidad de cada una
de sus propuestas, le permiten rodearse de grandes músicos. En
Bad As Me,
participaron 19 artistas más o menos conocidos, pero todos a la altura de las
locuras creativas del señor
Waits. Algunos de ellos son fieles
acompañantes del artista como
Marc Ribot a la guitarra o su hijo
Casey
Waits a la batería, que lo siguen desde hace años, sin olvidar a
Kathleen
Brennan, su esposa y compañera musical desde los años 80. Otros son
invitados de lujo, como el mismísimo
Keith Richards, Flea (bajista
de los
Red Hot Chili Peppers) o
David Hidalgo de
Los Lobos
a la guitarra, percusiones y acordeón (que también trabajó en el
Together
Through Life de
Bob Dylan).
Tom Waits: "Tell Me" (vídeo colgado en YouTube por
jurassicpunk)
Bad As Me es muy representativo de los
trabajos de
Waits. Las dos principales diferencias son
unos temas
más cortos que de costumbre y un piano bastante discreto. Sus discos suelen
empezar con piezas potentes, como en este caso “
Chicago”,
con una guitarra “Rollinga” y un ritmo casi agresivo. La energía no decae con
“
Raised
Right Men”, un rock enojado, en el que
Waits
subraya la intensidad del conjunto tocando la tabla, esta percusión hipnótica
india, sin parar.
Menos mal que desacelera un poco el ritmo con la
canción siguiente, “Talking At The Same Time”, la típica balada
waitsiana, con un piano blusero que apoya en tela de fondo una voz casi
dulce y romántica. Sin embargo,
Waits no habla de amor, sino de la sangre
derramada en el mundo “al mismo tiempo” que otros ganan mucho, mucho dinero…
Tom Waits: "Back In The Crowd" (vídeo colgado en YouTube
por antirecords)
Otras baladas componen este álbum como
“
Face
to The Highway”, “
Pay
Me”, “Back in the Crowd”, “Kiss Me”, “
New
Year’s Eve” o “Tell Me” (uno de los tres temas del disco
bonus) de las que algunas son pequeñas joyas (“Last Leaf”). A pesar de esta voz
áspera y dura, que casi podría molestar, y de esta imagen de personaje rudo y
poco accesible,
Waits siempre compone melodías muy dulces y humanas que
oscilan entre el ambiente de carretera sureña o de navidad debajo de la nieve…
La fuerza de este artista reside, entre otras características, en su
capacidad de alternar en un mismo disco estos temas suaves y nostálgicos con
pequeñas locuras muy suyas: “
Get
Lost” (un delirio blusero en el que nos creemos
tranquilamente que puede haberse perdido), “
Bad
As Me”, “Satisfied” (un homenaje rockero a los
Rolling
Stones) o el alucinante “
Hell Broke
Luce” (con sonidos de ametralladora de regalo), por
ejemplo.
Su personalidad, además de este estilo totalmente atípico y
personal, lo afianzan como un músico totalmente indispensable e incomparable.