Sofia Coppola: <i>Somewhere</i> (2010)

Sofia Coppola: Somewhere (2010)

    GÉNERO
Cine

    TEMA
Crítica de Somewhere, de la directora Sofia Coppola (por Ana Matellanes García)

    FICHA TÉCNICA
Guión: Sofia Coppola. País: EEUU. Año: 2010. Duración: 97 min. Género: Drama. Reparto: Stephen Dorff (Johnny Marco), Elle Fanning (Cleo), Michelle Monaghan (Rebecca), Laura Chiatti (Sylvia), Chris Pontius (Sammy), Benicio del Toro, Amanda Anka (Marge), Ellie Kemper (Claire). Producción: G. Mac Brown, Roman Coppola y Sofia Coppola. Música: Phoenix. Fotografía: Harris Savides. Montaje: Sarah Flack. Diseño de producción: Anne Ross. Vestuario: Stacey Battat



















Ana Matellanes García es Licenciada en Periodismo y en Teoría de la literatura y literatura comparada

Ana Matellanes García es Licenciada en Periodismo y en Teoría de la literatura y literatura comparada


Magazine/Cine y otras artes
Somewhere, película de Sofía Coppola
Por Ana Matellanes García, martes, 1 de noviembre de 2011
Somewhere, la cuarta y hasta el momento última película de Sofia Coppola, no arriesga. Apuesta sobre seguro. Lo cual se convierte, en su caso, en un acierto. Estrenada en las pantallas con un año de retraso tras su conseguir el León de Oro a la Mejor película en el 67º Festival de Venecia –donde venció a la perturbadora y superior Black Swan (Cisne negro)–, la película mantiene el mismo tono estético-narrativo que Coppola ha venido desarrollando en sus anteriores films, empeñada en aportar una voz propia a su discurso fílmico. Algo que consigue repitiendo una misma fórmula desde diversos puntos de vista. Porque la directora neoyorquina se encuentra cómoda con un tipo de historias que ya comienzan a convertirse en “marca de la casa”: historias en las que temas como la incomunicación, el aislamiento, la soledad y el vacío existencial se ofrecen envueltos en una estética preciosista y casi pictórica. Para algunos, cursi y “moderna”; para otros, indudablemente personal.



Una vez más, Somewhere sigue parecidos códigos a los ya expuestos en trabajos anteriores. En esta ocasión se nos presenta la historia de Johnny Marco (Stephen Dorff), un famoso actor de Hollywood cuya vida, llena de excesos y situaciones absurdas derivadas de la fama, cambia con la llegada de su hija de once años Cleo (Ellen Fanning), a quien tiene que cuidar durante unas semanas que influirán decisivamente en su aburrida existencia. El discurso narrativo es sencillo y reducido al mínimo, pero logra comunicar las diversas preocupaciones temáticas de Sofia Coppola, que mantiene una vez más el mismo tono pausado y contemplativo que caracterizaron sus anteriores películas.

El comienzo de Somewhere es una declaración de intenciones. La acción se abre con un plano fijo en el que un Ferrari da vueltas una y otra vez en medio del desierto californiano. Una evidente metáfora de la situación de la que parte Johnny Marco, quien da vueltas sobre sí mismo, sobre su vida, sin detenerse, con el ruido del motor silenciando cualquier pensamiento, sin llegar a ningún punto. Durante toda la película lo veremos alternando momentos de rápido movimiento en su coche con momentos de aburrimiento, inmovilidad y hastío dentro de su habitación de hotel. Y sólo será al final de la película, tras las semanas vividas junto a Cleo, cuando el personaje se atreva a conducir su vida en línea recta y bajar del coche para caminar hacia adelante, con un gesto que parece sugerir al espectador que finalmente ha tomado el control sobre su vida.
Somewhere: hoteles, soledad compartida y actores
Algunos de los temas tratados en Somewhere suponen una nueva incursión de Sofia Coppola en su personal universo, temas insertos en una historia que a muchos recordará a la célebre Lost in Translation(2003). Pero también se esbozan muchas de las preocupaciones narrativas y estéticas que comparte con sus otros dos filmes, The Virgin Suicides (Las vírgenes suicidas, 1999) y Marie Antoinette (María Antonieta, 2006), convirtiendo a Somewhere en la evolución natural de su trayectoria.

Las películas de Sofia Coppola se definen por sus espacios, en muchos casos símbolo de la vida impersonal y vacía de sus personajes. En este sentido, los hoteles son un símbolo recurrente en su filmografía. Así, en tres de sus películas la acción se desarrolla en un hotel: el Chateau Marmont de Los Ángeles de Somewhere, el hotel Hyatt Park de Tokio en Lost in Translation y el Palacio de Versalles que funciona como un exquisito y excesivo hotel para la Marie Antoinette de Kirsten Dunst. Espacios que no pertenecen a los protagonistas, en los que no existe ningún vínculo ni huella emocional y vital, espacios que ahondan y amplifican la sensación de alienación de su habitantes. Una suerte de purgatorio en el que los personajes esperan ese cambio que dará sentido a sus vidas.

Dentro de esos espacios despersonalizados emerge otro de los intereses de Coppola: una especie de existencialismo “light” que reivindica la soledad compartida, en la que nuestra conexión con la realidad se da a través de las relaciones con otras personas, como es el caso de Johnny Marco con la pequeña Cleo. Así, la importancia de la compañía de otros seres humanos para llenar el vacío de cada individuo se convierte en una seña de identidad, donde el sistema de los contrarios articula las relaciones de los personajes. Frente a la inactividad de Johnny Marco, la vitalidad e inocencia de Cleo. Frente al descreimiento y melancolía del Bob Harrys (Bill Murray), la vitalidad e ingenuidad de Charlotte (Scarlett Johansson) en Lost in Translation. Y, en The Virgin Suicides, la falta de contacto con otros seres humanos y la represión religiosa que fomenta su aislamiento.

El concepto de farsa y representación parece ser otra de las preocupaciones de la directora. Al igual que Johnny Marco, el Bob de Lost in Translation es actor, y en otro plano la joven reina de Marie Antoinette se desenvuelve como una consumada actriz en la corte de las apariencias de Versalles, así como las chicas Lisbon de The Virgin Suicides, que tienen que aparentar y disimular ante sus estrictos padres una felicidad lejos de la realidad. La representación de un papel que esconde, en definitiva, su vacío.

En definitiva, en Somethere Sofia Coppola vuelve a proponer una experiencia visual en la que se reflexiona de manera sutil sobre sus temas más característico y otros complementarios: por ejemplo, la condición de la fama y el mundo de Hollywood, donde la belleza y el exceso conviven con la monotonía y el aburrimiento, aderezado con alcohol y bailes privados. La mirada de Coppola oscila entre el punto de vista del actor desorientado y vacío y el de la pequeña Cleo, trazando un interesante juego de miradas entre ellos que basa su éxito en la excelente química entre los dos actores protagonistas. Y, entre las miradas, lo que el New York Times llama un estudio de la soledad dorada. Un nuevo retrato de la soledad y aislamiento de la sociedad actual.



Tráiler subtitulado en español de la película Somewhere, de Sofia Coppola (vídeo colgado en YouTube por PinkCarpetMagazine)