Darras acaba de publicar en francés el Canto VII de tal poema, La Maye
réfléchit (Le Cri, Bruxelles, Mars 2009) que contiene un fragmento titulado
precedentemente Moi j’aime la Belgique! Poème parlé-marché,
(Gallimard/L’Arbalète 2001). El Canto IV, Van Eyck et les
rivières, apareció en 1996 (Le Cri, Bruxelles), el Canto V Vous n’avez
pas le vertige? en 2004 (Gallimard/L’Arbalète), y el Canto VI,
Tout à coup je ne suis plus seul. Roman chanté compté, en 2006
(Gallimard/L’Arbalète).
Darras creó en Amiens en 1978 la revista
in’hui (El grito, en la antiquísima lengua picarda, 70 números),
del que apareció en 2008 un avatar, Inuits dans la Jungle (nos. 1 y 2) en
colaboración con las revistas Jungle y Phi. Co-fundó el mensual
nacional de poesía Aujourd’hui Poème (88 números). Es actualmente
profesor emérito de la Universidad de Picardía donde ha enseñado poesía
anglo-americana.
Ha traducido a Walt Whitman ( Grasset Cahiers
Rouges/NRFPoésie Gallimard), Malcolm Lowry (Grasset Cahiers Rouges et Folio
Denoël), Ezra Pound (collectif, Flammarion), Samuel Taylor Coleridge (NRF
Poésie, Gallimard 2007), William Carlos Williams (Gallimard/La Pléïade, à
paraître) Ted Hughes (Gallimard, Du monde entier, 2009) así como a numerosos
poetas británicos y americanos (Bunting, Hill, Harrison, Mac Diarmid etc…)
También es autor de dos recientes ensayos, «Nous ne sommes pas faits pour la
mort» (Stock, Mars 2006), y el segundo consagrado a la poesía en lengua inglesa
«Les Îles gardent l’horizon», (Hermann, Paris, 2007).
Ha sido ya
traducido al español por Miguel Veyrat (tres libros publicados en España y un
cuarto en México en versión de Françoise Morcillo), además de a las lenguas
neerlandesa, italiana, árabe, china, inglesa, etc. Abundan sus actuaciones en
lecturas, solo o acompañado del actor Jacques Bonnaffé (spectacle «Jacques to
Jacques», en tournée desde su creación en el Théâtre de la Bastille en la
Primavera de 2004). Fue el primer y único invitado francés por la BBC para
pronunciar las «Reith Lectures» con ocasión de los actos que celebraban el
bicentenario de la Revolución Francesa (1989). Recientemente ha sido nombrado
presidente del Festival Le Marathon des Mots de Bruxelles en 2009 y asimismo
Presidente del Marché de la Poésie de Paris en 2010. Ha recibido el Premio
Nacional Apollinaire en 2004 y el Grand Prix de Poésie de l’Académie Française
por el conjunto de su obra, en 2006.
Miguel Veyrat (Valencia, 1938) es
poeta, periodista, traductor y ensayista. De su labor como traductor destacan
los libros Los Pasos Perdidos de André Breton, Pensamientos bajo las
nubes, de Philippe Jaccottet y Churchill de François Bédarida. En
2006 se editó su traducción Antología Fluvial de Jacques Darras por la
que obtuvo la XIX edición del Premio Stendhal de la Fundación Consuelo Berges
(Asociación Colegial de Escritores y Traductores). También en 2006 aparece su
traducción del ensayo El amor al Nombre (Ensayo sobre el lirismo y la lírica
amorosa) de Martine Broda, y en 2007 su traducción de Cinco cartas a
Elena de Jacques Darras.
PEQUEÑA "ANTOLOGÍA" DE ARQUEOLOGÍA DEL AGUA (Libros
del Aire )
PREFACIO PARA CINCO ALFORZAS DE AGUA
CON UN PRELUDIO Y UN FINALE PARA
MIS AMIGOS ESPAÑOLES
El tiempo pliegue a pliegue.
JACQUES DARRAS
A todos nos eligen los elementos.
Al nacer, por el hecho de nacer.
Por mi parte nunca dejará de maravillarme el haber sido escogido por el agua
mejor
que por el
fuego o por la tierra.
Más aún porque la elección se produjo en medio del
universal desencadenarse
de
las
fuerzas del fuego que fue la segunda guerra mundial.
Quizás pude haber sido
nuclear y fusional, con algo de mala suerte.
El azar quiso que naciera al
alcance de la vista de las olas del mar, de una bahía llena
de aves
marítimas y un río independiente que se vierte en lo hondo de un valle.
Añadid un lindero forestal al fondo, como escenario.
El azar ha hecho
bien las cosas, la mitad.
A mí me tocaba la otra mitad.
Me dedico a ella
desde hace cincuenta años.
No he hallado demasiado largo el tiempo,
creedme.
Quizás un poco al principio, pero he aquí que los años se
precipitan con la Tierra
en la carrera
de los astros en el cielo.
¡He escrito ya tanto el fluido, la fluidez, he
derramado tanto caudal
que ahora tengo
que efectuar cortes, calas de sondas para ascender sobre la escala aluvial.
Allá afuera, la poca tierra que quedaba bajo mis pies al nacer, había sido
ya
colonizada
por la Prehistoria.
SÍlex, hachas talladas, rascadores, mandíbulas de huesos
maxilares de rinoceronte,
vértebras de
iguanodontes dispersas constituían nuestro indígena
polvo
primitivo.
Mis maestros me llevaron a cruzar fácilmente la Mancha hasta Darwin.
En
consecuencia tenía al Tiempo fluyendo bajo mi banco en la forma de un río
pequeño libre e independiente, el Maye, que se derramaba por encima, por el
amontonamiento
polvoriento de los siglos y las eras, por el Tiempo.
El tiempo, pliegue a
pliegue.
Sus dobleces, sus reflejos.
Sí, claro, un día me moriré, pero
aún no tengo edad.
Sí, claro, un día me moriré, pero moriré sin edad.
Un
escalofrío de frescor rodeará mis tobillos hasta llegar anillado hasta arriba.
Sonoro y fresco avanzaré hacia el horizonte en marea baja en medio
de
una
corriente, para evaporarme de pronto, quieto, en su espejo de agua.
Contemos
juntos aquí, jugando, mis pliegues, mis arrugas.
Son cinco, y quedan muchas
más.
¡Demasiadas, me dicen mis enemigos!
Cuando me cruzo con ellos en la
calle, los repliego, me hago superficie reflexiva
sonriente.
Vosotros, los de España, amigos míos, aquí estáis como consecuencia de
ellas.
Igual que mi querido amigo Miguel Veyrat, como Cervantes, las ha
hecho aflorar al
alba,
en la muela líquida de su molino.
¡Ah, energía motriz de la lengua española!
¡Qué rueda! ¡Qué ronda! ¡Qué redoble de erres y de jotas!
DE "PRIMER PLIEGUE"
ORKNEY
la librera sueca de Orkney pasea su perro
yo he detenido mi
automóvil verde en Maybourn Court
he ido a echar una carta bajo la puerta
del numéro 3
embarcamos a las 15 horas en el Saint Ola
¿George no está
en casa?
(George Mackay Brown, el poeta de la isla)
tell him
dígale que le he escrito una nota para darle las gracias
que venga a casa
para decirle adiós he comes at 1 pm
el perro desaparece en la única
calle de Stromness
siga por detrás de la última casa que avanza hacia el
puerto
fue ayer cuando me vendió usted un mapa de las Shetlands en lugar de
uno de Orkney
¿quiere que lo cambiemos?
es domingo
tengo la llave de
la librería
no importa ya conocemos esos lugares George nos llevó
Ingjeborg tallest of women
la librera sueca es rubia
la librera
sueca lleva unos vaqueros
hablamos de geografía
de un malentendido en
los mapas
estamos en la isla de Orkney
el mar asoma entre la línea de
casas
flota nuestra conversación
las frases son como amarras más o menos
tensas
las frases pasan de largo como nubes
las frases hablan de cosas
de la tierra
los ojos dicen de la inmensidad que rodea las frases
los
ojos dicen de la inmensidad de la luz y del agua
el amor sube por sí solo
como una marea
el amor es la apertura infinita del mundo donde retrocede la
mirada
en el muelle dos hermanas se despiden
la separación resulta tanto
más viva cuanto que las dos hermanas se parecen
los cuerpos son islas
la
movilidad del espacio en el cuerpo
la movilidad de los ojos
la movilidad
de las palabras
todo lo que hay de móvil de fluido en nosotros baña las
fracturas sólidas
el Saint Ola describe el arco de un círculo en el puerto
podría escribir la historia de las dos hermanas que se despiden
la
explosión espontánea de los gestos
la extensión de las manos para llenar el
espacio
la extensión de las manos para llevar la mirada más allá que las
palabras
la separación sin duda será larga
las dos pequeñas estrellas
hermanas quizás no se vuelvan a ver
el Saint Ola vira hacia Hoy
en la
extremidad del puerto una casa avanza en el agua
en el jardín corre un perro
dos siluetas están de pie
un amplio chal negro se agita
me dicen
adiós con un amplio chal negro
estoy apoyado en la borda
sonrío
he
leído los romances del Grial
alzo la mano derecha con la palma abierta
escribo en el espacio como sobre una página
DE "SEGUNDO PLIEGUE"
PROLIFERACIÓN DE LA
CÉLULA FÁUSTICA
(AUTOBIOGRAFÍA DE LA ESPECIE HUMANA)
(Fragmento inicial)
Digo que hay un solo hombre
Digo que hay un solo hombre
Que se divide en varios
Digo que hay un solo hombre
Que se divide en
varias
Unidades de hombre, como horas
Que asimismo se dividen
En
minutos y segundos
A su vez se fraccionan, y
A su vez se rompen en
pausas
(¡Si quedara algo por romper
En esta escala del tiempo,
Aparte de nuestros relojes!) y no por ello
Dejan de ser y seguir las
horas,
La única y la misma hora
Que vemos y no vemos en la esfera
Pasar, como decimos para decir
Que nada hay más visible
Que
nuestras fracciones en las esferas,
Y que el hombre como la hora,
Desde
que se mide por muertos
Sucesivos, y el aguijón
De la muerte inflexible
Pasa y repasa por el 1
(Que es la cifra del hombre muerto)
Y
jamás adelanta ni atrasa.
Digo que hay un solo hombre
Digo también que
está en hora,
Digo que la complejidad
La puso el hombre en la hora
La puso el hombre en el hombre
Para hacer como si no fuera 1.
Ser uno no es estar solo
Ser uno en varios seres,
Cuando varias
veces ser da uno
Es mil veces menos trágico,
Que estar solo siendo uno.
Es mil veces menos trágico
Que ser único en Ser Dios,
Lo que no
imaginamos ser
Entre varios ¿Quién sabe
Si no somos Dios sin
saberlo?
¿O si El mismo no es nuestra suma?
¿Y si no fuera porque el
hombre
Sabe contar hasta 1
Y que Dios, El, que no conoce
La
aritmética escolar
Es por lo que persiste en ser
Dios solitario en
Cielo Propio?
¿Dios es una segregación?
¿Tiene acaso regla de cálculo
Original? La operación
Espíritu Santo, Tres en Uno,
¿Por qué resultó
excepcional?
¿Por qué no se reproduce?
¿El Libro de Caja de San Pedro
Tiene una sola columna
Donde por milagro los miliardos
Serían
contados como 1? ¡Contar
Contar! ¿Quién cuenta para quién
En la tabla de
la evolución?
¿La gráfica de los ramales
Humanos no es más que un cifra
o
imagen? —¡Si eres bueno tendrás una!
Llevo en mi cuerpo la
división
¡Soy cien mil millones de células!
Cien mil millones una
milésima
de milímetros cada una
(o sea, 1 Micra) si no yerro,
Me
dividen hasta mis pies
De individuo. De individuo
Que se divide al
infinito
Que se divide y revisa
Como lección memorizada
Haciendo
novillos
Instruyéndose a sí mismo.
¡Qué memoria, mi cuerpo
De
escolar!¡Qué de proezas
En ortografía Genética! Quisiera
Saber
replicarme a mí mismo
Como Él, sin errores, poder
Conservar una
copia de mí,
Desplegarla como una camisa
¡Abrir un cajón y Hale Hop!
Darras se convierte en sí mismo
O bien Mallarmé se desnuda
De su
envoltura mortal
Hasta mañana (¡ah! ¡virginal hoy en día!).
Puede
que un día yo resucite
Desde mis huellas y tome prestada
A mi banquero
—con cheque
Póstumo firmado en blanco
Antes de morir, una segunda
Identidad idéntica
A la primera —conformado:
¡Firme por favor donde
la cruz!
(…)
DE "TERCER PLIEGUE"
NOMBRAR NAMUR
(Fragmento)
(…)
3.
Baudelaire lo había visto claro.
Poeta quiere decir monje o
soldado a partir de ahora.
Él escogió el retiro en el monasterio de la
afasia.
Demasiado barroco.
Demasiado jesuíticamente barroco para su
gusto, incluso para el suyo.
No lo bastante jansenista.
Demasiado Pascal
secularizado.
Demasiada escisión entre los polos opuestos de su doble
postulación.
El 4 de febrero de 1866, en la iglesia de Saint-Loup de Namur,
al alzar la cabeza hacia
el extraño techo de
artesonado gusaniforme.
Hemiplejia, lo pulmomar explota en la cabeza.
Hemiplejia y afasia.
Se derrumban Baudelaire y su poema.
Con él se
derrumba el armazón.
La llave de nuestra poesía.
La ogival columna le
cae sobre las vértebras.
Apisonamiento.
Aplastamiento.
El accidente
laboral no es advertido ni denunciado por nadie.
«Hoy he sentido una señal
singular,
He sentido en mí el viento del ala de la imbecilidad».
No
abandonemos ya Namur.
Aquí estamos.
Vertiente de poema francés orientado
al Norte.
Hacia Germania.
Vertiente de las catástrofes glaciares
hiperbóreas.
Vertiente batir de ala de cisne aleatorio mallarmeano.
Acechando con la inmovilidad de Gracq Julien en su bosque a
ejércitos románticos
cuando se desparramen en oleadas de pinos desde Turingia.
Acechante
acechador melancólico aliento cuellicortado.
Acechando Stavelot con el
artillero de nombre de agua mineral.
Acechando el regreso de Arturo el
grande quondam et futurus rex.
Acechando su regreso a través de las
ilustraciones orientales del viejo Mosa.
Entreteniendo nuestra espera
hemipléjica francesa.
Con un frotar de alas de imbecilidad.
Frotar de
alas de grandes murciélados nocturnos que tienen por nombre la Parpue, la
Darelette,
L’Épigrue, la Cartive, la Meige, l’Émeu con pus en las orejas, la
Courtipliane
con su caminar de eunuco, etc.
Frotantes succiones de grandes
fósiles de pulpos retoricistas congelados en las hulleras
valonas como si se
tratase de un conservatorio de la animales boscosos
promocionando su
cavidad bucal ese agujero bucal cilíndrico y burdélico
horadado
enconadamente en mi chunga balbbuceadora de balbuciente
impenitente.
(…)
De "CUARTO PLIEGUE"
BRUSELAS GRAND’PLACE.
«LA BROUETTE»
(Fragmento inicial)
1
.
Aprender muy deprisa a dejar sitio para la admiración en
la frase
Aprender a dejar dilatarse los pulmones en nuestras propias frases
Aprender a dejar sitio al sitio que ocupa en nosotros el aire pulmonar
Aprender a hablarnos a nosotros mismos oscura o abiertamente
No
necesariamente en público no necesariamente ante masas públicas
Existe una
arquitectura de la palabra hablada que corresponde a la arquitectura edificada
Basta con que nos dirijamos públicamente a nuestro interior
Que
aprendamos a dejar sitio en nosotros para otras lenguas arquitectónicas
Que
dejemos sitio a las lenguas más foráneamente próximas a nosotros
¿Lo
entendéis, Valones? ¿Lo entendéis, Flamencos? ¿Entendéis, Franceses?
Existe
una arquitectura que no puede construirse sino con la ayuda de los pulmones
¡Ventiladla haced que corra que se dilate en las praderas de yerbas
extranjeras!
¡Ventilad las plazas públicas de vuestras intimidades
desdramatizad vuestras lenguas
enmohecidas!
¡Moveos entre la arquitectura de todas las tuberculosis que habréis evitado!
¡Admirad la Grand’Place de Bruselas que en flamenco se llama Grote Markt!
¡Admirad la gran plaza pulmonar en todas sus lenguas arquitectónicas!
¡Admirad la gran catedral que no dispone de otro techo que nuestras
exclamaciones!
¡Admirad la plaza que Emplaza en mí cada vez mi admiración!
¡Admirad su capacidad de grito libremente adquirida mediante antiguos miedos
exorcizados!
¡Comuna! ¡Comuna! —como un toque a rebato de alegre incendio resonando
dentro mí
¡Te admiro viejo nedermerkt vieja Plaza de los siete linajes de
nueve naciones!
Cómo se alza el viento de los Flandes costeros en tus
cordajes en tus velas
El soplo del viento llegado de Ostende en la tela de
tu efímero mercado
Siento cómo me infla admirativamente los pulmones en
singular y plural
Lo siento arrebatarme como una barcaza de Brujas
embarcando en el Zwin
Grote Markt Grand’Place tú gritas en traducciones
simultáneas que somos aire
Que somos Cielo que nuestras oraciones a Dios
tomarán la ruta de las gaviotas
Que los cuervos Cucaña que las urracas
Patíbulo que anidan entre las enramadas del ojo
Serán desalojadas por
nuestras voces el día en que se desmelenen conjuntamente los
techos de las
iglesias
Y que al hablar sin tapujos de tú a tú en el tejado con el Gran
Arquitecto Superior
¡Nos deslizaremos navegaremos por su nave de velamen
palatal!
(…)
De "QUINTO PLIEGUE"
PIERRE PAUL RUBENS
DIALOGANDO CON HELENA FOURMENT, SU MUJER, DESNUDA DENTRO DE UN MANTO
DE PIEL
NEGRA
(Fragmento inicial)
La belleza habla con voz de mujer.
Ella se llama la
belleza, belleza es femenino.
Los que hacen hablar a la belleza se llaman
los pintores.
Piden a una mujer que se quede de pie ante ellos.
Quédese
de pie, por favor, quédese de pie, no se mueva.
La belleza consiente, la
belleza es consentidora, la belleza no protesta.
Esto es muy importante, la
belleza es una mujer que consiente.
¿Con qué consiente ella?
Con que la
miren, a que un hombre la mire detenidamente.
Un hombre, un modista un
modelista un costurero un fotógrafo un pintor.
Lo mejor de todo es la
pintura, en la fusión del trazo en el empaste.
En la fusión del difumino que
el tejido expulsa, que recubre el color.
Una mujer aguarda por
consentimiento que un pintor la vista la desvista.
¿Hablan entre ellos?
Dialogan, de eso no cabe duda.
Aunque sólo intercambiasen con la voz dos
o tres palabras, dialogan.
¿Qué otra cosa podemos hacer con la belleza sino
dialogar con ella?
Se la toma entre los brazos como un hombre toma a una
mujer, y la belleza se acaba.
La belleza deja de ser la belleza para ser
deseo realizado.
El deseo de belleza requiere distancia, la distancia
precisa.
La belleza es una imagen pintada de la belleza.
Una mujer ha
estado en pie, sentada, acostada durante varias horas.
Varias sesiones
varias posturas.
Varios días varias semanas, vuelva a verme mañana por
favor.
E imaginamos que el pintor algunas veces no ha podido no ha debido
resistirse,
ciertamente.
Que se ha acercado suavemente a su modelo tras dejar los
pinceles.
E imaginamos que la modelo ha pensado que quería corregir su
postura.
Y nos representamos al pintor tomándole delicadamente el brazo.
Desplegarlo, desplegar lentamente el brazo del modelo de la belleza.
Más
tarde con aliento entrecortado, colocar la mano palma abierta sobre el seno de
la
belleza
Colocar la palma abierta dedos ligeramente presionando su seno.
La
modelo, la belleza, se ha preguntado ¿es esto una corrección de postura?
Sorpresa, la belleza ha podido creer en una nueva indicación.
Y no,
suavemente una vez, no dos veces, volved a vuestra postura de pintor.
Y no,
la belleza no ha cedido acerca de la belleza, ni un solo dedo de una mano.
Recoged vuestros trebejos de pintor la espátula los pinceles, le ha dicho al
pintor.
Cuando la belleza era realmente la belleza poniendo distancia al
deseo.
¿Pero siempre ha sido así, estamos del todo seguros?
(…)
De "FINALE"
(Fragmento final)
(…)
lo innombrable es la división
la mano nombra la
división
mi cuerpo deletrea la división
mi cuerpo remonta hasta las
fuentes de la división
mi cuerpo remonta hasta el arco líquido del diluvio
mi cuerpo remonta hasta la abertura líquida del mundo
mi cuerpo atraca
en el silencio del umbral
mi cuerpo se acerca a las puertas de la playa
tú me unes al silencio
tú me abres al lecho silencioso del mundo
tú
me abres al ascenso líquido de la corriente del mundo
tú eres lo lejano
hecho cercanía
tú eres la ola hecha inminente
tú eres el romper del
aliento contenido
tú eres el temblor del arco de la tierra
tú eres el
silencio roto
tú eres el grito del mar
tú eres la ruptura del origen
los planetas se sumen en tu grito
las estrellas oscilan en la onda de tu
grito
los soles se apagan en el agua de tu grito
la noche deviene
desnudez
la noche deviene luz de cuerpo
la noche deviene vestido de
silencio
la noche se calla en sus labios
tú eres la noche
la noche
empieza en ti
estás en el comienzo de la noche
tú eres el comienzo
comienza la noche