Cecilio Pineda Rodríguez: <i>¡Thalassa Thalassa!</i> (Carena, 2010)

Cecilio Pineda Rodríguez: ¡Thalassa Thalassa! (Carena, 2010)

    AUTOR
Cecilio Pineda Rodríguez

    LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO
Murcia (España), 1945

    BREVE CURRICULUM
Capitán de la marina mercante. Obra publicada: Gran Cabotaje (2002), Mar de Amores (2004) y El último candray (2009). Premio Mario Vargas Llosa en 2008. Tras los estudios de náutica comienza a navegar en 1969. En 1981, la República de Mozambique le contrata como capitán-instructor. Ocho años de navegación conradiana por sus costas y ríos. En 1988, regresa a Barcelona, emprende negocios y en 1997 funda el Premio Nostromo “La Aventura Marítima”. Regenta el Café Nostromo




Creación/Creación
Cecilio Pineda Rodríguez: ¡Thalassa Thalassa!
Por Cecilio Pineda Rodríguez, jueves, 1 de julio de 2010
¡Thalassa Thalassa!, en la crónica del mundo antiguo, es un grito de júbilo y esperanza por encontrarse con el mar; y aquí también, pero la crónica es de la lucha con el mar y los barcos a través de historias de la vida diaria, entre ráfagas de camaradería, frustraciones compartidas y aromas de salitre y fuel. Leyendo la obra de Cecilio Pineda Rodríguez no se descubre el mar, sino algo todavía más profundo: vida humana en la mar. Se sumerge uno en los barcos mercantes y en la densa atmósfera de a bordo, y observa un microcosmos sorprendente, tan vivo y tan real que, de tan real, se diría surrealista. Es de esperar y desear que el lector, cuando lleguen al final del poemario, no se sientan mareados de literatura preciosista, sino plenos de resaca de mar y ardor de vida, como si hubieran ingerido una botella de ron a tragos cortos y sugerentes a bordo de un candray.

PAÑOL GRANDE

(Lo que en un barco sobra
se bota al pañol grande)

Los pañoles toman nombre
de las cosas que allí guardan:
el de jarcia, el de pinturas,
el de ropa y el de máquinas.
Otros tienen nombre propio:
la gambuza de los víveres,
el pañol del contramaestre,
la castrense Santabárbara.
Y uno al que todo le cabe,
a veces el barco entero,
que por tener hasta tiene
pañolero titulado.
Un vejete cascarrabias
con el tridente oxidado.
A los mercantones


ARGONAUTAS

(Hay más nautas en la Hélade
que en todo el Mediterráneo)

Émulos de los fenicios.
Mentores de los romanos.
Troya diera maleficios.
Homero los besamanos.
De Odiseo y de Jasón,
sus nautas más azarosos,
fuera emérito el blasón
de periplos glamorosos.
Los Diez Mil de Jenofonte
claman ¡Thalassa Thalassa!
No hay heleno que no afronte
la mar como propia casa
Les tachan de mercenarios.
Se embarcan en lo que hay
No cabe en sus diccionarios
nuestra palabra candray.
Al capitán Mangauras


EL CANDRAY

Qué pecado cometiera
contra natura el Candray
para que, en hora malhaya,
se tache en caño y ribera
de La Carraca y de Cádiz
como Candray de playa.
Las inglesas can y dry,
traducción de lata y seca,
se contraen en Candray,
condición de nave vieja.
A Juan



Nota de la Redacción: agradecemos a Ediciones Carena en la persona de su director, José Membrive, la gentileza por permitir la publicación de estos poemas del libro de Cecilio Pineda Rodríguez, ¡Thalassa Thalassa! (Carena, 2010).