Massive Attack y Martina Toply
Bird interpretan en directo el tema "Babel" en Zagreb, noviembre
de 2009 (vídeo colgado en YouTube por canttkeep)¿Quién podría
decir que los miembros de
Massive Attack nunca se consideraron una banda?
¿Cómo adivinar que no se llevaban bien, que les parecía ir en direcciones
opuestas, que nunca estaban de acuerdo en cuanto a sus ideas respectivas, en el
seno de este proyecto que empezó ya hace más de 20 años?
Escuchar a
Massive Attack es cerrar los ojos y dejarse llevar por caminos más o
menos oscuros o fantásticos según sus discos, pero siempre aéreos. Sin duda, es
escaparse a otras dimensiones. Como la sensación de estar despegando de la
tierra para subirse a una partitura de ritmos, melodías, voces y sensaciones.
Como estar en una nave espacial, navegando entre notas, máquinas y estrellas.
Parece que todo fluye, que la nave nunca chocara en contra de ningún planeta,
que estamos seguros a bordo.
Todo empezó a comienzos de los años 90,
cuando
Cameron Mc Vey, personaje del mundo musical inglés, conoció a tres
jóvenes djs llamados
Robert del Naja (del grupo
3D),
Grant
Marshall (
Daddy G) y
Andrew Vowles (
Mushrooms). A pesar
de su poca motivación,
Mc Vey logró convencerles y juntarles en un
estudio. Su olfato no le había fallado: de este encuentro salió el primer éxito
de lo que sería más tarde la banda conocida bajo el nombre de
Massive Attack
(
Blues Lines, 1991), pero sobre todo, había nacido el estilo musical
estrella de los años 90, el Trip Hop.
Massive Attack y Damon Albarn
interpretan en directo "Splitting The Atom", Brixton 17/09/09 (vídeo colgado en
YouTube por alistairburns)Como presagio de lo que iba a suceder
durante toda su carrera, el grupo, indeciso y en constante desacuerdo, prefirió
independizarse para buscar otro camino. En 1994, sacaron el álbum
Protection, de igual cualidad que el anterior y con un estilo bastante
similar. Este segundo éxito hubiera podido apaciguar las tensiones entre los
miembros, pero las discusiones no cesaron. Esta situación explicaría el lado
oscuro y frio de
Mezzanine, su tercer álbum publicado en 1998. Los fans,
ya numerosos, no se molestaron y siguieron aplaudiendo esta banda, que se había
vuelto la referencia en este nuevo género. Finalmente, dos años después,
Andrew Vowles decidió dejar el grupo, cansado de luchar en vano por
defender sus ideas musicales. Sus dos acólitos, de repente el uno frente al
otro, no lograron entenderse y terminaron por separase también.
Robert
del Naja se quedó solo a bordo. Decidido a no abandonar el barco, el músico
se encerró en un estudio con el productor
Neil Davidge de copiloto. En
pocos meses, sacaron el cuarto álbum de lo que podía considerarse como la lógica
continuación de
Massive Attack. El éxito de
100th Windows, que vio
la luz en
2002, fue menor pero no decepcionó al público que siguió fiel,
pidiendo todavía más.
La salida de
Collected en 2006, un álbum con
los mejores éxitos del grupo, colmó el apetito incesante de los fans y dejó
además a
Grant Marshall el tiempo de volver a incorporarse a este
proyecto del que siempre había sido parte y que nunca había muerto por
completo.
Massive Attack: "Girl I Love You" en la versión de
Tarantino (vídeo colgado en YouTube por
Luebeck84)Los dos músicos tardaron tres años en componer
Splitting the Atom (2009), un EP que es en realidad el aperitivo de
Heligoland (2010), la quinta entrega de la banda y su último álbum.
Como en sus discos anteriores, los miembros de
Massive Attack
repitieron algunas de las recetas que les había hecho famosos: originales voces
femeninas, selectos artistas invitados (
Horace Andy,
Damon Albarn
de
Gorillaz) y un diseño psicodélico con un toque morboso, bastante
representativo de los ánimos del capitán del barco, también cantante, pianista y
programador,
Robert de Naja, sin olvidar sus increíbles vídeos con una
producción y un arte que dejan bocabierto al espectador.
A pesar de
arrastrar un pasado tormentoso,
Heligoland transmite paz y seguridad,
transportándonos por un universo paralelo, en el que hace calor y nos sentimos a
salvo. El primer tema, “Pray For Rain”, instala este clima durante casi siete
minutos, apoyándose en una percusión redonda e hipnótica, varias voces
masculinas que se entrelazan y apoyan a la voz principal, en algunos momentos
particularmente melódica. Los sonidos electrónicos que aparecen antes del final
tienen un toque acuático que instalan en este clima agradable y cálido.
Massive Attack y Martina Toply Bird
interpretan: "Psyche" (vídeo colgado en YouTube por vbueso)
El
teclado y el bajo potente de “Babel”, la segunda composición, hace las veces de
unión entre los dos temas. La linda voz de
Martina Toply Bird invita a
más. El viaje es definitivamente confortable y no se hace para nada largo, a
pesar de durar cinco minutos.
“Splitting the Atom”, con una rítmica más
sostenida, despierta a los que ya habían cerrado los ojos. La voz emblemática
del cantante jamaicano
Horace Andy se mezcla
a la perfección con
las otras voces masculinas que entonan una melodía, casi demasiado simple a
veces.
El clima se vuelve más inquietante y llamativo en el siguiente
tema, “Girl I Love You”, también más original en su línea melódica y rítmica.
Heligoland no cae en la facilidad y este cuarto tema potente y profundo,
con unos sonidos cercanos a unos instrumentos de viento que recuerdan a cuernos
de caza, levanta las expectativas.
“Psyche” ralentiza y tranquiliza
nuestro ritmo cardiaco y nos mece de nuevo la voz casi sensual de
Martina, acompañada por una elegante guitarra. El viaje sigue sin
obstáculo, volvemos a cerrar los ojos.
Massive Attack y Martina Toply Bird
interpreten "Paradise Circus" (vídeo colgado en YouTube por
Havotro)“
Flat of the
Blade” vuelve a llevarnos en el mundo de la música
electrónica, con todo tipo de ruiditos puntuales en tres dimensiones y un sonido
más alargado parecido a unos violines de fondo, que instalan una atmosfera
densa.
El teclado y la voz de
Martina instalan la sexta canción,
“Paradise Circus”, en la música instrumental con batería, bajo y unas originales
percusiones parecidas a unas palmas que le dan relieve al conjunto.
“
Rush
Minute” pone en primer plano a la voz de
Marshall,
sostenida por unas percusiones repetitivas y casi hipnóticas. Sin embargo, el
tema no parece durar tanto (casi cinco minutos) y el corte final nos saca de
este viaje lancinante para dar la bienvenida al penúltimo tema, “Saturday Come
Slow”, una canción más instrumental con otra voz emblemática como protagonista,
la de
Damon Albarn, preguntando a gritos y con una desesperada ternura si
lo queremos…
Para terminar, los músicos eligieron un tema, “
Atlas
Air”, con una base de teclado y batería puntuada por unos
sonidos electrónicos y otra voz masculina. No es un punto final, tampoco es una
canción tan relevante como otras en el conjunto de este álbum, son solamente
ocho minutos que recuerdan al primer tema con el que arrancamos nuestro viaje y
dan ganas de volver a empezar a dar la misma vuelta, una y otra vez.
Heligoland es sin duda un excelente disco; se puede escucharse
para descansar la mente, ponerse a bailar con los ojos cerrados o simplemente
disfrutar de un momento musical de calidad. Cada tema tiene su particularidad y
una discreta personalidad, sin embargo todo fluye y parece atado de nota en nota
desde el comienzo.
Massive Attack siempre ha mezclado con mucho
gusto y elegancia la música electrónica con los instrumentos tradicionales,
incluyendo las voces, sean masculinas o femeninas. Es un grupo que compone
música para acompañar viajes interiores, en la calma o en la tormenta, según los
ánimos de cada uno… y de los de sus protagonistas.