Popper asegura que Platón está en la raíz misma del marxismo y el fascismo.
El paralelismo anacrónico que el filósofo austríaco expone de la teoría política
platónica y el pensamiento del totalitarismo occidental del siglo XX en su
ensayo
La sociedad abierta y sus enemigos, no subraya una premisa
fundamental para entender el ideario del pensador griego: el nacimiento de
Platón ocurre cuando la Guerra del Peloponeso lleva librándose ya cinco años.
Hijo de una familia ateniense de larga tradición aristocrática, atravesará
infancia y juventud sufriendo la crisis de la democracia ateniense e inmerso en
una guerra que le acompañará hasta bien entrada su mayoría de edad (el
nacimiento del filósofo fue en el 427 a.C. y la Guerra del Peloponeso dura del
431 al 403). Sus parientes, además, protagonizaron los acontecimientos bélicos y
políticos en primera persona, por lo que Platón creció entre los programas
antidemocráticos que aquella crisis propició.
De este momento político
es el discurso de Trasímaco – hacia el 411, del que se conserva un bello
fragmento dirigido a la Asamblea Ateniense, por cierto, de una actualidad
evidente en el siglo XXI pues aconseja la armonía entre los partidos, y evitar
que sea el ansia de poder lo que legitime sus luchas partidistas –que, como
otros brillantes oradores, intenta buscar soluciones en el pasado ante la
necesidad urgente de paz. Símbolos de esta vuelta a épocas menos participativas
pero más pacíficas y fuertes, son la restauración de algunas instituciones
anteriores a la guerra como el Consejo del Areópago y la elección de los
Treinta. Platón, que fue invitado a colaborar en este segundo círculo (los
Treinta redactaron las nuevas leyes de la Patria), acabó decepcionado entre
otras cosas por los procesos contra Sócrates y León de Salamina, criticando
también –Popper no abunda ya mucho en ello- la oligarquía y la tiranía.
Donald Kagan, se ha convertido en la
máxima autoridad del conflicto heleno al que lleva dedicado casi cincuenta años.
A él se debe el relato pormenorizado, científico y analítico de este
trascendental episodio histórico, que publicó en cuatro volúmenes desde 1965 a
1981 y que ahora resumidos llegan en español
La Guerra del Peloponeso, además, ha seguido siendo
enseñanza de filósofos, historiadores, estrategas y políticos. Las tres décadas
del siglo V a. C. que duró el enfrentamiento entre la liga de Delos, liderada
por Atenas, y la de Peloponeso, conducida por Esparta, fueron relatadas casi en
su totalidad por su contemporáneo Tucídides iniciando el ateniense con esta
narración la ciencia de la Historia crítica, en la que el autor no se limita a
describir los acontecimientos – como hace Herodoto- sino a investigar en las
razones más profundas de los mismos.
Muchos siglos después, el
Catedrático de Historia Clásica de la Universidad de Yale,
Donald
Kagan, se ha convertido en la máxima autoridad del
conflicto heleno al que lleva dedicado casi cincuenta años. A él se debe el
relato pormenorizado, científico y analítico de este trascendental episodio
histórico, que publicó en cuatro volúmenes desde 1965 a 1981. Tras alguna
monografía más abundando en el fracaso ateniense y en el áureo siglo de
Pericles, Kagan –coincidiendo con su decanato en el Yale College- comenzó a
escribir estudios comparados entre los conflictos clásicos y las guerras del
presente. El lanzamiento de su libro
Sobre las causas de la guerra y la
preservación de la paz y su curso universitario homónimo, le convirtieron en
uno de los profesores universitarios más populares y mediáticos, especialmente
tras publicar con su hijo, apenas unos meses antes del atentado contra el World
Trade Center en septiembre de 2001, su monografía
Mientras América
duerme, una llamada clara para incrementar los gastos de defensa de los
Estados Unidos. Tras ese momento convulso de fama y política, el profesor de
cuna lituana y criado en Brooklyn, volvió a la soledad de su despacho para
volcarse de nuevo en la Historia clásica y preparar un resumen de su estudio
principal, la Guerra del Peloponeso, en esta ocasión en un único volumen y
destinado al gran público.
Su edición original de 2003 ha llegado este
año a España. Y por primera vez en español Kagan muestra al lector su vasto
conocimiento del mundo clásico y de la historia de la guerra, pues su gran
enciclopedia sobre el conflicto del Peloponeso no ha sido traducida del inglés.
En la introducción de este nuevo libro, el historiador no puede resistirse a
proyectar el ayer como punto de referencia para comprender nuestro reciente
pasado y en esbozo nos presenta una “guerra fría” trasladada al mundo griego
donde Esparta representaría el totalitarismo soviético y Atenas una democracia
liberal occidental en profunda crisis.
El relato histórico se basa en los
hechos prebélicos y bélicos, en Tucídides, en sus propias investigaciones de las
últimas décadas y en otras interesantes fuentes que integran un libro ameno y de
ágil lectura
La metáfora no continúa. El
resto del relato se basa en los hechos prebélicos y bélicos, en Tucídides, en
sus propias investigaciones de las últimas décadas y en otras interesantes
fuentes que integran un libro ameno y de ágil lectura. La división de la
monografía es, como no cabía esperar de otra manera, cronológica: siete partes
narradas, eso sí, con un epicentro ateniense –no en vano la gran fuente de
inspiración del autor norteamericano es Tucídides- desde los orígenes de la
contienda, "El camino a la guerra". "La guerra de Pericles", título del segundo
capítulo, abunda en la defensa de Atenas por tierra y mar, buena estrategia del
estadista que tuvo su talón de Aquiles en la peste que se presentó en esos años
y que causó graves bajas incluida la del propio Pericles trasladándose el
escenario de la guerra del Ática a Asia Menor y al Egeo.
Una nueva
generación de dirigentes protagoniza entonces la guerra, "Nuevas estrategias",
llama Kagan a esta etapa en la que, por agotamiento de ambos contendientes,
aparecen las primeras aproximaciones a la paz, más bien treguas-. Pero sin
vencedores no fue más que una "falsa paz" (título del capítulo cuarto) de apenas
tres años que sirvió para que en un segundo aire ambos rivales buscasen nuevos
aliados reanudándose las hostilidades en un nuevo escenario con la expedición
ateniense a Sicilia.
En el sexto capítulo, "Revolución en Atenas y en el
Imperio", Kagan relata las luchas intestinas en los últimos estertores de la
democracia ateniense y la guerra del Helesponto, victoria de los áticos que
permite a los espartanos preparar, en alianza con el Imperio persa, el ataque
decisivo a su gran rival.
De este momento trata la última parte del
libro de Kagan, "La caída de Atenas". El comandante de la flota espartana
Lisandro y Ciro, el hijo del rey persa Darío II, derrotan definitivamente a una
exhausta Atenas que firmó la paz y perdió definitivamente su papel hegemónico en
el mundo.
El final de la lectura incita a conocer más profundamente un
periodo de la historia que no por lejano en el tiempo se distancia demasiado de
nuestra presente realidad. El libro de Kagan tiene excelentes ingredientes y
factura final para hacerlo apto a cualquier lector al que le interese la
civilización griega, la historia de las guerras y quiera saber algo más de uno
de los momentos clave de evolución de nuestra propia cultura. O pretenda
reflexionar, como hizo Toynbee precisamente a partir de la Guerra del
Peloponeso, sobre el destino del hombre y la concepción cíclica de la
historia.