Prados de Millarès

Prados de Millarès

    AUTOR
Isaac Fernández Sanvisens

    LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO
Barcelona, 1975

    CURRICULUM
Es periodista, especializado en temas de deportes de montaña y turismo y con experiencia en prensa diaria, revistas, televisión e internet. Ha trabajado en medios como el diario Sport, el portal de internet Mundoaventura.com, el programa Gravetat 5.0 de TVE-2 Cataluña o la revista Esports i Natura, entre otros. Actualmente es el responsable de prensa de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME)



Isaac Fernández Sanvisens

Isaac Fernández Sanvisens

Vistas del Berguedà desde las proximidades del antiguo enclave de Escriu

Vistas del Berguedà desde las proximidades del antiguo enclave de Escriu

Descendiendo la vertiente este del Coll d’Escriu

Descendiendo la vertiente este del Coll d’Escriu

Font del Faig

Font del Faig

Cruzando el río Gréixer a la altura de Cal Tinent

Cruzando el río Gréixer a la altura de Cal Tinent

Guardiola de Berguedà

Guardiola de Berguedà

Monasterio de Sant Llorenç prop Bagà

Monasterio de Sant Llorenç prop Bagà


Magazine/Nuestro Mundo
Cavalls del Vent. Travesía senderista por el Parque Natural del Cadí-Moixeró
Por Isaac Fernández Sanvisens, martes, 1 de julio de 2008
La travesía senderista de Cavalls del Vent es probablemente la mejor forma de disfrutar de un entorno natural tan excepcional como el Parque Natural del Cadí-Moixeró, uno de los espacios más sugerentes y diversos de los Pirineos catalanes. Isaac Fernández Sanvisens describe de forma detallada las ocho etapas en las que se divide esta travesía y propone ocho excursiones alternativas para conocer mejor el parque natural. Las diferentes rutas aparecen señaladas en pormenorizados mapas a escala 1:30.000 y las fotografías anticipan algunos de los inigualables paisajes que irá descubriendo el excursionista. Completa cada etapa la invitación a visitar un encantador pueblo de montaña.

Etapa: Del refugio Sant Jordi al refugio de Rebost

El Coll de Pendís es el de menos altura en muchos kilómetros de todos los que forman las sierras del Cadí y el Moixeró, por lo que antiguamente era el paso natural más lógico para conectar las comarcas de Cerdanya y Berguedà. Por este motivo, no es extraño que existiera, en los alrededores de la Font del Faig, en el mismo lugar en que ahora se levanta el refugio Sant Jordi Font del Faig, un hostal muy concurrido durante la década de 1940, sobre todo por trajinantes, pero también por maquis y contrabandistas.

A principios de la década de 1950, tras el abandono del paso debido a la construcción de nuevas carreteras, surgió la idea de construir en la zona de la Font del Faig un refugio de montaña, que finalmente fue inaugurado en 1961 por el entonces delegado regional en Cataluña de la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes, Juan Antonio Samaranch. Las difíciles obras duraron una década. En 1973, Antoni Bosque Boté fue nombrado guarda del refugio, responsabilidad que detentó durante veinticinco años, hasta que su hijo Toni Bosque Miñana cogió el relevo en 1998. Pese a su juventud, el nuevo guarda ha pasado largos períodos de su vida en el refugio Sant Jordi. Para sus compañeros de los refugios de Cavalls del Vent, él es Spinnaker, y así lo llaman cuando se comunican por la emisora de radio. La razón de que su apodo sea el nombre de una vela sólo él os la dará, si conseguís la suficiente confianza. 

Refugio Sant Jordi

Refugio Sant Jordi

Características
Plazas: 48. Refugio libre en ausencia del guarda (6 plazas).
Servicios y equipamientos: Comidas, bar, electricidad (placa solar), chanclas, hogar y estufa de leña.
Alojamiento: Dos dormitorios equipados con literas, colchones, almohadas y mantas.
Cobertura GSM: Buena cobertura de MoviStar en el refugio y algo de cobertura de Amena, mientras que llega una señal algo inestable de Vodafone fuera del refugio.

Datos de contacto y reservas
Guardas: Toni Bosque Miñana, desde 1998
Propietario: Federació d’Entitats Excursionistes de Catalunya (FEEC)
Teléfonos: 619 239 860 / 00 376 839 926
Dirección postal: Urbanización Les Agudes Parc, bloque A. Apdo. 101 – Sispony (Andorra)

Accesos
Situación: En la vertiente este del Coll de Pendís, al lado de la Font del Faig
Altitud: 1.565 metros
Población más cercana: Bagà (Berguedà)
Acceso en vehículo: Carretera de Bagà a Gisclareny, desvío a la derecha justo antes del puente de Sant Joan y después del camping Bastareny por la pista forestal hacia la Font de l’Adou, que está en buen estado y es transitable para turismos. Hay que dejar el coche a la altura de Cal Cerdanyola y la Font Nostra, desde donde se llega al refugio a pie siguiendo las marcas de Cavalls del Vent a través del Torrent del Forat y Els Empedrats, en una caminata de dos horas. Otra opción es la carretera de Bagà al Coll de Pal; aparcando el vehículo en el kilómetro 4, en la curva que lleva a la aldea de Gréixer, desde donde hay unas dos horas y media a pie hasta el refugio, siempre siguiendo las marcas de Cavalls del Vent. La última opción es la pista que sale de Riu de Cerdanya en dirección al Coll de Pendís hasta la barrera que cierra el paso a los vehículos, desde donde quedan unos cuarenta minutos a pie hasta el refugio, al que se llega cruzando el citado collado y bajando por el sendero GR 107.

Aparcamiento: Al lado de Cal Cerdanyola, en la misma pista forestal para la primera de las vías de acceso. En una curva de la carretera del Coll de Pal cercana a Gréixer para la segunda opción de acceso. En la pista del Coll de Pendís, antes de llegar a la barrera para vehículos si se llega por este camino.

Acceso en transporte público: Se puede llegar hasta Bagà en autobús desde Barcelona, Manresa, Berga, Andorra, La Seu d’Urgell y Puigcerdà. Desde Bagà, se puede acceder al refugio en una caminata de unas tres horas.

Descripción del itinerario

Desnivel positivo: 939 metros
Desnivel negativo: 1.540 metros
Duración estándar: 3 horas 30 minutos
Zonas de paso: Refugio Sant Jordi (1.565 metros) – Torrent de la Malesa – Escriu – Torrent d’Escriu – Coll d’Escriu (1.509 metros) – Clot d’en Pere – Gréixer (1.102 metros) – Cal Tinent – La Llobera – Millarès – Collet de la Ferreria – Restable de la Creu de l’Om – Refugio de Rebost (1.640 metros)

Salid del refugio Sant Jordi y dirigíos hacia la parte baja del prado hasta encontrar una bifurcación señalizada mediante un poste metálico con diversas flechas indicadoras. Desde aquí debéis encaminaros hacia la vertiente del valle que queda a vuestra izquierda y recorrer un sendero por una zona descubierta y pedregosa, con vegetación muy seca, hasta llegar a la entrada del bosque. A partir de ahí, y en un continuo descenso moderado, os iréis adentrando en la espesura, que pronto se convierte en un hayedo fresco y húmedo cruzado por varios pequeños torrentes. El hayedo y el pinar se van alternando hasta llegar a una vieja casa, el último vestigio de Escriu.

En Escriu, el camino de Cavalls del Vent y el del GR 107 se desvían hacia la izquierda, iniciando la ascensión al Coll d’Escriu. Aunque la distancia a recorrer no es muy grande, hay que superar un marcado desnivel que dificulta la subida. Afortunadamente, la sombra de un bosquecillo mediterráneo de pinos facilita la ascensión prácticamente en su totalidad. En lo alto del collado, los árboles se abren y las vistas premian al esforzado excursionista.

Desde el Coll d’Escriu os espera un larguísimo descenso, hasta Cal Tinent, de casi 600 metros de desnivel y bastantes kilómetros de distancia. En su práctica totalidad, la bajada es moderada y cómoda, y se realiza por caminos fáciles, si bien en algunos momentos el sol puede ser bastante molesto. En este sentido, hay que tener en cuenta que pasaréis por el punto de menor altura de toda la travesía de Cavalls del Vent —junto con el paso por Cal Cerdanyola y la Font Nostra—, lo que incrementa las posibilidades de que este tramo sea uno de los más calurosos. Antes de llegar a esa zona, atravesaréis el hayedo del Clot d’en Pere, donde podréis disfrutar de la observación de este bosque que, aunque bastante abierto, es muy agradable por su frescor, humedad y sombra. Además, en el Clot d’en Pere encontraréis otros puntos de interés, como la fuente homónima, y tendréis excelentes vistas del cercano Estanyet de Gréixer desde una peña pedregosa con pinos enanos sobre su loma que se extiende a la izquierda del camino, ya en la parte baja del hayedo.

Parque Natural del Cadí-Moixeró

Parque Natural del Cadí-Moixeró

Cruzaréis el Torrent de Fontbona justo por debajo de la pequeña presa que provocó hace muchos años la formación del Estanyet de Gréixer y continuaréis caminando en todo momento por una pista ancha. A partir de este punto, la vegetación se transforma. El hayedo queda atrás y los pinos y las encinas lo sustituyen, alternándose con algunos campos a medida que os acercáis a la población de Gréixer. Toda esta zona está expuesta al sol debido a la amplitus de la pista, por lo que en los días más soleados puede convertirse en un trayecto duro.

Poco más abajo de la localidad de Gréixer, la pista llega hasta una amplia curva de la carretera asfaltada que va desde Bagà hasta el Coll de Pal. Vuestro camino cruza en línea recta la carretera y el sendero continúa al otro lado de la misma, descendiendo todavía hasta el curso del río Gréixer, cuyas aguas transparentes y habitualmente en calma debéis vadear en un paraje que sorprende por su humedad y sus altísimos árboles, pues se halla en un entorno que anuncia más bien sequedad. Aquí debéis prestar atención para no perder de vista las marcas de pintura de Cavalls del Vent. Ya estáis a la altura de Cal Tinent, cuyas construcciones en ruinas podéis apreciar un poco más adelante, a vuestra derecha. Pero no es ése el camino que tenéis que seguir, ya que el vuestro se adentra en la espesura de la izquierda por una senda muy estrecha que empieza a ascender de forma bastante directa. También se puede seguir la pista principal, que lleva hasta un comedero de vacas y asciende de forma más moderada haciendo varias curvas en zigzag hasta confluir con la senda marcada con las señales de Cavalls del Vent casi en el mismo puente por el que se cruza por debajo la carretera C-16, la que lleva al túnel del Cadí.

Ya habéis completado los más de 1.500 metros de desnivel de bajada que tenía la etapa y ahora os enfrentaréis a su tramo más duro, el cual, después de más de 700 metros de desnivel en continua subida, os llevará hasta el refugio de Rebost. El ascenso empieza en unos prados que hay que atravesar casi en línea recta hasta encontrar las señales de pintura de Cavalls del Vent que os adentran en el bosque que se halla al fondo. Tras los prados, en la zona de la Llobera, primero alcanzaréis un robledal, prácticamente el único de toda la travesía, y posteriormente otro hayedo. Después de dejar la zona de árboles, pasaréis por un nuevo prado, ya en las inmediaciones de Millarès. En este lugar, y tras rodear la casa y cruzar todos sus campos –de nuevo completamente expuestos a los rayos solares–, enlazaréis con una ancha pista forestal que conduce al interior de otro bosque, con su bienvenida sombra. Al llegar a Millarès habréis cubierto el primer tercio de la subida hasta Rebost, tramo sin dificultad alguna pero que puede hacerse duro en los días soleados y calurosos, ya que transcurre en gran parte por zonas muy abiertas.

Desde Millarès el recorrido discurre predominantemente por el interior de un bosque de pinos, robles y encinas. La pista todavía será vuestro camino durante un trecho, pero cuando la abandonéis definitivamente en una doble curva, las marcas de pintura os indicarán una estrecha y empinada senda que lleva hasta el Collet de la Ferreria, donde entraréis en la zona denominada tradicionalmente Restable de la Creu de l’Om. Siguiendo el cauce de una torrentera de fuerte desnivel llegaréis prácticamente hasta el punto donde debéis cruzar otra vez la carretera de Bagà al Coll de Pal, referencia que os indicará que habéis cubierto ya dos tercios de esta última ascensión de la jornada. Sólo os quedan 200 metros de desnivel de subida para llegar al refugio de Rebost. Además, buena parte de este tramo pasa a través de un hayedo, correspondiente a la parte más baja de la Baga Gran, cuyo frescor y sombra agradeceréis como un alivio a vuestro esfuerzo, aunque la pendiente sea muy marcada y no permita ningún descanso.

El Pedraforca desde Coll d’Escriu

El Pedraforca desde Coll d’Escriu

La última parte de la jornada, una vez fuera del hayedo, atraviesa una zona en la que se alternan algunos árboles con campos abandonados dispuestos en terrazas. Así pues, deberéis ir ascendiendo terraza a terraza a través de los campos hasta llegar finalmente a la altura del refugio de Rebost. En ese momento, os cruzaréis con el GR 4.2, que va desde Bagà hasta el Rebost, y veréis marcas amarillas de diferentes itinerarios cercanos al refugio. No os dejéis confundir ni os desviéis nunca hacia la derecha, ya que vuestro camino continúa hacia la izquierda con las marcas de Cavalls del Vent y pasa por una de las terrazas de un prado hasta llegar, caminando junto a una valla para el ganado, al refugio, que queda a unos escasos doscientos metros de ese cruce de caminos.

Propuesta alternativa

Los tres collados

Desde el refugio Sant Jordi debéis iniciar la ascensión en dirección norte hacia el Coll de Pendís, al que llegaréis en veinte minutos siguiendo un camino que discurre entre matas de boj y pinos. A este collado llega, procedente de la vertiente de la Cerdanya, una pista forestal cuyo paso se encuentra limitado por una barrera.

Desde el Coll de Pendís os dirigiréis hacia el oeste por un sendero llano bien marcado entre pinos negros. En unos diez minutos llegaréis al Coll de Vimboca, donde debéis buscar en dirección sur el inicio de un sendero sin señalizar que desciende suavemente, siguiendo un pequeño valle denominado Galligans, cuya parte más profunda quedará a vuestra derecha. En las tarteras situadas a vuestros pies quizá podáis observar la presencia de algún rebeco a lo lejos.

Al cabo de unos quince minutos llegaréis al Coll de Galligans, un pequeño espacio sin apenas pinos que os permite cambiar de vertiente. Desde aquí podéis iniciar el regreso al refugio Sant Jordi, por un camino que surge entre matas de boj y que desciende hasta el refugio en unos veinte minutos. Un poco antes de llegar a éste, pasaréis al lado de una gran roca de la que brota agua, la denominada Font del Faig, así como de los restos de la antigua masía del mismo nombre. El camino, ya llano y en una zona de verdes prados, os conducirá en pocos minutos hasta el refugio.

Desde el Coll de Galligans tenéis la alternativa de seguir en dirección sur hasta cruzar la cresta, donde tendréis excelentes vistas del Cap de la Pelosa y del valle del río Bastareny (en diez minutos). Los más intrépidos podéis incluso ascender dicha cresta hasta la cima del Cap de la Boixassa (1.825 m). Aquéllos a los que se les haya hecho corta esta excursión, pueden descender por un sendero en zigzag hacia el Cap de la Pelosa, donde acaba una pista forestal, en unos 25 minutos. Para volver al refugio hay que regresar hasta el Coll de Galligans e iniciar el descenso directo hasta el Sant Jordi.

Coll d’Escriu

Cuando estéis llegando a lo alto del Coll d’Escriu, no perdáis la oportunidad de giraros y descubrir, entre las copas de los pinos jóvenes, el macizo del Pedraforca. Los árboles constituyen el mejor marco para la montaña. Además, este collado os dará un respiro para calmar la sed y reponer fuerzas antes de iniciar un largo descenso.

Gréixer

La ruta de Cavalls del Vent pasa de largo el camino que lleva hasta Gréixer (o Greixa, tal como aparece escrito en algunos documentos), aunque discurre a unos escasos cincuenta metros del centro mismo de la población, que merece una visita si vais bien de tiempo y la meteorología acompaña. El pueblo es muy pequeño pero se mantiene en un perfecto estado de conservación. Se penetra en él a través de la plaza, cuya superficie empedrada y los balcones de madera de las casas que dan a ella son sus mejores credenciales. El monumento más interesante de la villa es la iglesia románica dedicada a san Andrés y construida en el siglo XII, aunque existe documentación referida a un edificio anterior, de estilo prerrománico, consagrado por el obispo Guisad II de Urgell en el año 871. La fuente de Gréixer, situada detrás de unas casas que quedan a la izquierda según se entra por la plaza, de la que brota abundante agua fresca, ofrece una excelente sombra que invita a disfrutar de un paréntesis para reponer fuerzas.

GUARDIOLA DE BERGUEDÀ

Altura: 720 metros
Población: 937 habitantes

La capital del municipio de Guardiola de Berguedà es el núcleo habitado más reciente de todos los que lo componen, que son, además de Guardiola, Brocà, Gavarrós, Llenes y Sant Climent de Torra de Foix. Todos ellos, excepto el que presta el nombre al municipio, ya existían en los siglos IX y X. Sin embargo, los monumentos históricos más importantes del municipio son dos grandes edificios aislados: el castillo de Guardiola y el monasterio de Sant Llorenç prop Bagà. En la Edad Media los religiosos del monasterio eran los señores feudales de un territorio que estaba formado por masías rurales semiaisladas o concentradas en pequeños vecindarios. Las luchas entre el monasterio de Sant Llorenç prop Bagà y los barones de Pinós, establecidos en la población de Bagà, por el estratégico enclave del castillo de Guardiola marcaron en gran medida la historia de la región. El declive del monasterio se inició con los terremotos de los años 1427 y 1429, que hundieron gran parte del edificio de la iglesia y las dependencias monacales.

El proceso de industrialización de los siglos XVIII, XIX y, sobre todo, de inicios del siglo XX significó la prosperidad para Guardiola de Berguedà, siendo el punto culminante la llegada del ferrocarril en 1904. Este hecho contribuyó a la formación del actual núcleo de Guardiola y lo convirtió en puerta de entrada de la modernización para la subcomarca del Alt Berguedà. La minería y la industria marcaron a partir de entonces el carácter de un pueblo cuyo crecimiento conllevó la capitalidad del municipio. Actualmente, con las actividades mineras y textiles prácticamente desaparecidas, Guardiola dirige su mirada hacia el turismo.

Lugares de interés

Monasterio de Sant Llorenç prop Bagà: La gran joya del patrimonio medieval de Guardiola se encuentra en una posición privilegiada, dominando desde una altura media todo el pueblo. Documentado desde el año 898, no paró de crecer y enriquecerse hasta el siglo XV cuando, a raíz de los terremotos que asolaron la región, sufrió graves daños en sus dependencias. Su restauración fue impulsada en la década de 1970 y sigue actualmente en marcha, sacando a la luz partes importantes del claustro y la hospedería.

Puente de Guardiola: Justo en la confluencia de los ríos Saldes y Llobregat se alza este viejo puente, cuya estructura original se estima que sería del siglo X, aunque su aspecto actual es posterior, de factura gótica, remodelada en el siglo XVIII. La loma que queda encima del túnel de la carretera, justo a espaldas del puente, todavía conserva algunos restos ruinosos y poco visibles del histórico castillo de Guardiola.
 

Nota de la Redacción: agradecemos a Alhena Media su gentileza por permitir la publicación de esta ruta de Cavalls del Vent. Travesía senderista por el PN del Cadí-Moixeró, obra de Isaac Fernández Sanvisens (Alhena Media) en Ojos de Papel.