Magazine/Música
Crítica del CD Cuba le canta a Serrat, Volumen 2
Por Marion Cassabalian, martes, 3 de julio de 2007
Por segunda vez, grupos cubanos se juntan para cantar temas de Serrat, a su manera. En Cuba le canta a Serrat, Volumen 2, no se sabe si es Cuba quien homenajea al cantautor catalán o si es él quien permite que el mundo descubra el talento musical actual cubano, que va mucho más allá de la salsa y del son.
Más que un viaje por la obra de Serrat, este disco es un viaje por la enigmática isla de Cuba. Curiosamente, lo que más conoce el mundo occidental de este pequeño país cortado del mundo es su música. Aunque realmente, lo que nos llega de la música cubana es más bien la salsa de los Van Van, el hip hop de los Orishas y algún que otro tema de la vieja trova gracias al Buena Vista Social Club de Ry Cooder.
Pero Cuba es mucho más: son las letras profundas de Buena Fe, el ritmo sensual de Polo Montañez y la voz tan inconfundible de Santiago Feliu. Cuba también es compromiso, solidaridad y curiosidad, adjetivos que podrían atribuirse perfectamente al cantautor catalán, al homenajeado en cuestión.
Al autentico Serrat hay que buscarlo en aquella ya lejana primera gira por Latinoamérica en la que se enamoró de estas tierras y de su gente, con un amor que el tiempo y la distancia no lograron truncar
No es de extrañar que los cubanos le rindan tributo a un cantautor que consideran desde hace años como un verdadero hermano, tanto a nivel personal como profesional; un hombre que comparte sus ideales, tanto musicales como de compromiso con la libertad.
Porque Joan Manual Serrat es el hombre que nació un 27 de diciembre del 1943 en el corazón de ese barrio barcelonés orgullosamente obrero que es el Poble Sec, el hijo de un lampista aferrado al ideario de libertad y fraternidad de la CNT y una aragonesa que jamás olvidará su sueño de juventud de ser bailarina profesional. Serrat es este joven con melena que tuvo su primer triunfo en el programa de Radioscope de Radio Barcelona; este chico comprometido que se atrevió a cantar por primera vez en catalán en Televisión Española; este artista que sus más fieles admiradores llaman el Nano.
Pero quizás al autentico Serrat hay que buscarlo en aquella ya lejana primera gira por Latinoamérica en la que se enamoró de estas tierras y de su gente, con un amor que el tiempo y la distancia no lograron truncar. Este hombre que se marchó al exilio durante un año en el que recorrió México en un autobús que bautizó como la Gordita y al que vetaron las dictaduras de Chile, Argentina y Uruguay; este hombre que llenó los teatros Amadeo Roldán y Karl Marx de La Habana, un artista comprometido con su próximos y con la historia.
Lo más envidiable de este disco es que desvela grupos cubanos que gozan en la actualidad de un tremendo éxito en su isla -cuya población ama y vive por la música-, pero que todavía son unos desconocidos fuera de su país
La primera vez que los músicos cubanos se atrevieron con la poética letra de Serrat fue en el 2004 y el éxito fue redondo: una nominación al Premio Grammy Latino y unas ventas superiores a las 100.000 copias. El promotor de la iniciativa, Miguel Ángel Sancho, presidente de la compañía española Blau/Discmedi evidentemente ha querido repetir suerte y convocó de nuevo a 24 formaciones musicales cubanas para interpretar otras 24 canciones del Nano.
Si en el primer disco el acento era trovadoresco, con Pablo Milanés, Silvio Rodríguez y celebridades del Buena Vista Social Club como Omara Portuondo y los fallecidos Ibrahim Ferrer y Pío Leyva, Cuba le canta a Serrat 2 tiene mucho más de ritmo tropical y salsero; de hecho reúne a las principales orquestas de música popular cubana. Los Van Van hacen suya “Si la muerte toca mi huerto”, NG La Banda se atreve con “Para vivir”, Adalberto y su Son con “De vez en cuando la vida”. Desde luego, hay también trovadores: Santiago Feliu (“Mediterráneo”), Carlos Varela (“Cada loco con su tema”), Polito Ibáñez (“Sombras de la China”)…
Pero lo más envidiable de este disco es que desvela grupos cubanos que gozan en la actualidad de un tremendo éxito en su isla -cuya población ama y vive por la música-, pero que todavía son unos desconocidos fuera de su país: rockeros como X Alfonso (quien canta “La saeta”) y Síntesis (“Nanas de la cebolla”) o los talentosos Buena Fe que se atreven con un soberbio “Disculpe el Señor”. Se cuela incluso algo de catalán con la bella interpretación de Liuba María Hevia de “Paraules d’amor”.
El resultado es sorprendente. La combinación de la poesía de Serrat y los sonidos y ritmos cálidos cubanos resulta muy productiva. Algunos temas son irreconocibles, otros el calco del original pero con ritmo tropical de telón de fondo… De las 24 versiones, no todas son igual de buenas, pero todas respetan el espíritu del cantante catalán.
Con tanto talento sobre la mesa, no sabemos si es Cuba quien homenajea a Serrat o si es Serrat quien desvela la extrema riqueza del actual talento musical cubano.