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Entrevista con Chema Ferrer, autor de "Secretum. La España enigmática" (Hermética, 2007)
Por ojosdepapel, domingo, 1 de abril de 2007
Éste es un libro sorprendente y muy novedoso que nos cuenta la historia de las sociedades secretas y de las sectas heréticas y el ocultismo en España. En una tierra tan dada a la formación de corrillos, raro sería que no apareciesen grupos de personas que se impusieran el deber de guardar secreto sobre sus creencias y actividades. Muchos de estos grupos han tenido la fuerza suficiente para plantear graves quebraderos de cabeza a las autoridades eclesiásticas y civiles.
Secretum es un recorrido trepidante y un tanto irreverente por el lado más oculto de las sociedades, hermandades, logias y conciliábulos que han menudeado por la península. A lo largo de sus páginas se pueden conocer los detalles menos conocidos de la herejía priscilianista, la orden del Temple, la Compañía de Jesús, la masonería española e, incluso, el Opus Dei, organizaciones todas ellas a caballo del acierto y el despropósito que se convierten, por obra y gracia de sus miembros, en un reflejo un tanto exagerado de la idiosincrasia española.
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¿Qué entiendes por sociedad secreta?
Básicamente es una agrupación de personas que opera discretamente de manera que nadie que no pertenezca a su hermandad conozca sus fines y actividades. Los motivos pueden ser variados desde la práctica de una religión o culto prohibido por el resto de la sociedad donde se haya, hasta incluso prácticas ilegales o acciones con las que conseguir poder. El crimen y la violencia pueden aparecer en ellas en algunos casos.
¿Por qué apareció en algunas sociedades secretas violencia?
Salvo en casos aislados, aquí fue el huevo antes que la gallina. Algunos humanos se agrupan para conseguir unos objetivos extrapolables al resto de la población, ante la imposibilidad de conseguir sus pretensiones y previamente a su estigmatización, pasan a la clandestinidad y utilizan la amenaza y la violencia para la obtención de sus ínfulas. Se convierten en sociedades secretas a la fuerza y no por su naturaleza.
¿Cuándo y por qué aparecieron las primeras sociedades secretas?
La ocultación de un ideario, religión, propósitos o incluso de información que no se desee compartir fueron el pedernal que obligó al ser humano a asociarse con otros que se encontraran en esa misma circunstancia. Tras las tinieblas de la protohistoria seguramente se esconden muchas de aquellas sociedades secretas de las que solo nos ha llegado su eco. No cabe duda que los ritos histéricos de la antigüedad fueron las primeras sociedades secretas, una información revelada a unos pocos y de la que se infería en ocasiones la búsqueda de influencia y poder.
¿Qué fines acostumbran a perseguir las sociedades secretas? ¿Son habitualmente
negativos?
Los fines que persiguen sus miembros son beneficiosos para ellos mismos y a su parecer también para los que les rodean, aunque no pertenezcan a su organización. Normalmente son perjudiciales para todos aquellos que no piensen como ellos. En ocasiones las sociedades secretas adquieren un carácter perverso, como sucedió con la logia P2 italiana, que utilizó la estructura de la masonería para conformar un contubernio de poder político y económico del que se beneficiaron solo unos pocos. También se puede observar estas perversiones en la religión, el Opus Dei ha sido posada de arribistas y espabilados que en muchas ocasiones han dejado maltrecho el ideario católico original.
¿En que consistió la herejía de Prisciliano?
La herejía se originó en España en el siglo IV y es derivada de las doctrinas gnósticomaniqueas enseñadas por Marco, un egipcio de Menfis. Los miembros de esta secta cristiana se organizaron en una sociedad en la que se unían por juramentos. En ella se defiende la existencia de dos reinos, uno de la Luz y otro de la Oscuridad. Los ángeles y las almas de los hombres fueron arrancados de la sustancia divina, las almas humanas habían de conquistar el reino de las tinieblas pero cayeron y fueron aprisionadas en cuerpos materiales, la salvación del hombre consiste por tanto en la liberación del dominio de la materia. La llegada del Salvador se realizó a través de un cuerpo celeste que aparecía como el de otros hombres y con su doctrina y su muerte aparente liberó a las almas de los hombres de la influencia de lo material. Se aceptaba el Antiguo Testamento pero rechazando la narración de la creación y se reconocían como inspirados algunos escritos apócrifos. La ética del dualismo priscilianista con su concepto de la naturaleza dio origen a un sistema de vida ascética así como a algunas observancias litúrgicas, como el ayuno los domingos y el día de Navidad.
¿Qué hay de ficción y que hay de realidad sobre los templarios?
Los templarios fueron la orden de monjes guerreros más importante de la Edad Media, solo le hicieron sombra los hospitalarios y porque heredaron buena parte de sus posesiones y castillos tras la extinción eclesiástica de aquellos en el año 1312. A estas alturas no cabe duda que los templarios eran los adalides de un cristianismo renovado cuyo ideólogo y cabeza visible fue San Bernardo de Claraval, impulsor principal del monacato del Císter en toda Europa y padrino de los Pobres Caballeros del Templo de Salomón. Los templarios tenían como objetivo principal el allanar el camino para la llegada de la nueva Jerusalén Celeste que aparece en el Apocalipsis, el cristianismo católico era la vía para ellos aceptada pero a un tiempo reconocían los demás modos que convergían hacia ese mismo destino. Es obvio que solo una elite era partícipe de la importancia del proyecto y fueron ellos los encargados de compilar los conocimientos que desde fuentes paganas hasta las monoteístas les permitieran componer una idea densa y amplia de la cosmogonía que envolvía la existencia humana. De ahí su relación con la alquimia, los hachissin, los cabalistas hebreos, el sufismo, las fuentes druídicas y un largo etcétera.
¿Cuáles fueron y son las sociedades secretas más destacadas en España?
Desde la antigüedad hasta nuestros días y contando con ser originales y castizas destacaría a los priscilianistas, los cabalistas hebreos, los dedicados a la alquimia, los diversos iluminados del Siglo de Oro, el Ángel Exterminador y la decimonónica Mano Negra.
¿Cómo te documentaste para conseguir esta información?
La tarea fue ardua, porque además de rodearse de una buena bibliografía, hubo que acudir a archivos públicos y privados donde recabar datos que completaran el cuadro expositivo. He de confesar que las instituciones relacionadas con aspectos oscuros de nuestra historia no repararon en ningún momento en colaborar en mi investigación. Reciba mi merecido homenaje don Marcelino Menéndez Pelayo por su erudita y extraordinaria obra: “Historia de los heterodoxos españoles”, la lectura de sus tomos ocuparon muchas madrugadas de bombillas y silencio.
¿Qué diferencia hay entre religiones, sectas y sociedades secretas?
Sus fronteras a veces son difíciles de delimitar, una religión puede dividirse en otras y en ese momento pasarían a denominarse despreciativamente sectas, aunque estas propiamente nacen al amparo de un líder o gurú al que los adeptos le profesan obediencia, cosa que no sucede en una religión. Si alguna de ellas cayera en la ilegalidad y continuara sus actividades pasaría a considerarse también como sociedad secreta. Además de los motivos religiosos, las sociedades secretas pueden formarse por motivos políticos, económicos o simplemente con fines delictivos, como sucedería con las conocidas Mafia, Camorra o Yakuza.
¿Qué opinión te mereció el maestro masón Javier Jiménez Carpintero, a quien entrevistaste para tu libro?
Sinceridad e interés por aclarar lo que de oculto y misterioso puede tener una sociedad histórica y universal que ellos mismos clasifican de “discreta”. Por otro lado, transmitía su preocupación por la leyenda negra que sobre ella se creó durante los tiempos de la dictadura. Cualquier país democrático moderno cuenta entre sus ciudadanos más preclaros a miembros de la masonería.
¿Intentaste realizar más entrevistas que no te concedieron?
No, a toda institución u organización a la que me dirigí, tuvieron a bien el atender mi solicitud de información. Obviamente, respondían a lo que querían y del modo que más le convenía. En el delicado caso de contactar con sociedades relacionadas con la violencia, solo lo pude llevar a cabo con miembros históricos y que ya no pertenecían a ellas así como de personas cercanas únicamente a su ideario.
Últimamente se han escrito muchos libros sobre sociedades secretas, ¿en qué se diferencia el tuyo de los demás?
Secretum es un compendio claro y conciso de las organizaciones y sociedades españolas laicas o religiosas, que tanto desde su origen como fortuitamente a lo largo de su existencia tuvieran que recurrir al secreto y la discreción para continuar con sus actividades. En una exposición amena y dinámica, sus capítulos se ciñen al hilo narrativo de la misma historia de España. Su lectura permite tener una idea clara y de conjunto de los arcanos más desconocidos de la historia de los españoles.
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NOTA DE LA REDACCION: Agradecemos a Ediciones Robinbook y a su responsable de prensa, Bibiana Ripol, la gentileza por ceder los derechos de la entrevista para publicarla en Ojos de Papel.