Magazine/Música
Las costumbres sexuales de la mantis religiosa
Por Marion Cassabalian, jueves, 4 de enero de 2007
Tom Waits nos regala tres discos nuevos, alocados y diferentes para el año nuevo. Desde el blues a las hermosas baladas románticas, pasando por el boggie y las percusiones hechas con la voz, Waits no para de sorprendernos por su creatividad y su genialidad.
Los tres discos que componen Orphans, el último trabajo de Tom Waits, son un homenaje a la música, su música, su arte y los sonidos en general. De las 56 canciones, 30 son totalmente inéditas (y dos escondidas al final) y demuestran que este alocado artista sigue teniendo la misma creatividad de siempre, sino más, desde que, según el propio Waits, “lleva una vida burguesa” (entiéndase, sin alcohol ni drogas).
Casado y con cinco hijos, este sorprendente artista nacido en Pomona (California) en 1949 dejo atrás las locuras, pero no la genialidad. Su mujer, Kathleen Brennan, tuvo mucho que ver con esto: por un lado le ayudó a combatir su adicción y, por otra parte, se interesó tanto en el trabajo de su marido que desde el disco anterior de Waits, Real Gone, ella firma todas las composiciones con el.
Con o sin música, Tom Waits logra transmitir emociones sorprendentes en estos tres discos, en este orden Brawlers, Bawlers y Bastards, a la vez parecidos entre sí y muy distintos. Algunos temas transportan a bares de carretera, llenos de humo y de whisky con hielo, mientras otros hacen pensar en la nieve que cae en un jardín en navidad… Tom Waits es un inventor de emociones y no duda en utilizar lo que sea para transmitirlas.
La carrera de Waits está siempre en lo más alto ya que cada entrega suya es un descubrimiento y un aprendizaje. Tom Waits es una verdadera maquina de parir canciones inconvencionales, que van mas allá de los limites conocidos de la música, en las que siempre intenta destapar las historias de desdicha, locura e idealismo que yacen en los cimientos del Sueño Americano
Orphans es una obra en la que se mezclan el blues primario, las baladas míticas y extrañamente melódicas, los ritmos eléctricos, el acid jazz y el sonido sucio. Incluso, se escuchan algunos boogies, temas de rock y otros estilos difícilmente clasificables… El mayor logro de estos tres discos reside quizás en algunas de sus baladas rompecorazones o, mejor dicho, con una sensibilidad a flor de piel. Algunos temas de este nuevo trabajo recuerdan a Real Gone (como por ejemplo “Spidey’s wild ride”), ya que se apoyan en sonidos hechos con la voz y no en música tradicional. Finalmente, Waits intenta conservar el valor intrínseco de su música y mantener la libertad de expresión.
En lo que se refiere a la letra, Tom Waits tampoco se queda corto: inspirándose en recortes de periódicos, el músico habla entre otros temas de Kissinger y Bush y de su relación con Israel o de la historia de un palestino suicida, en la canción “Road to peace”…
Y si se le acaba la inspiración (o porque hay un profundo mensaje muy escondido), el músico abre una enciclopedia y describe, con fondo de jazz, las costumbres sexuales de la mantis religiosa (“Army Ants”) o de lo bonito que son los pontiacs (“The pontiac”)…
Este genio, que parece haberse criado en un burdel del Missisipi, también rinde un homenaje a numerosos artistas en Orphans, cuyos temas o textos originales cambian de color al pasar por el filtro “waitsiano”: Kurt Weill, Bertold Brecht (“What keeps mankind alive”) y Leadbelly, Los Ramones (“The return of Jackie and Judy”, “Danny says”), Jack Kerouac (“Home i’ll never be”, “On the road”), Bukowski (“Nirvana”) o Chuck Weiss (“Rains on me”)… hasta convertir el pathos de Kink Kong, infantil canción de Daniel Johnston basada en la película, en un áspero himno a los marginados (“King Kong”).
Las extrañezas de Waits no sólo pasan por su producción musical sino también por su forma de manejar su carrera: el músico ofrece muy pocos conciertos y al realizarlos, lo hace en ciudades más bien pequeñas. Muy pocas veces concede entrevistas y no suele publicitar la salida de sus álbumes…
Sin embargo, la carrera de Waits está siempre en lo más alto ya que cada entrega suya es un descubrimiento y un aprendizaje. Tom Waits es una verdadera maquina de parir canciones inconvencionales, que van mas allá de los limites conocidos de la música, en las que siempre intenta destapar las historias de desdicha, locura e idealismo que yacen en los cimientos del Sueño Americano. Waits recicla los desechos de la sociedad y los envuelve con sonidos. Y aunque suene increíble con esta voz de ogro, logra transmitir emociones tan puras que ponen la piel de gallina.