Magazine/Música
Sólo es una cuestión de idioma…
Por Marion Cassabalian, martes, 13 de enero de 2004
La ex-modelo italiana Carla Bruni se ha lanzado al mercado musical con su primer álbum "Quelqu’un m’a dit" (Alguien me dijo), con 11 temas en francés (reside en París desde que cumplió los cinco años) y una canción en italiano. Este álbum fue relativamente bien recibido en el país galo, pero sus mayores fans residen fuera de las fronteras francesas… ¿Será por la sensualidad de la artista a la hora de susurrar el francés o simplemente porque su público no entiende las letras?
El nombre de Carla Bruni no es muy conocido en España, menos quizá para la gente aficcionada al mundo de la moda. Esta ex-modelo italiana, que radica en París desde que tiene cinco años y desfiló para los más grandes como Christian Dior, Paco Rabanne, Sonia Rykiel o Versace en la segunda mitad de los años 90, acaba de entrar en el mundo de la música con su primer álbum Quelqu’un m’a dit (Alguien me dijo), que obtuvo un éxito sorprendente fuera de las fronteras francesas, teniendo en cuenta la poca promoción realizada.
Carla Bruni reunió en este disco muchos elementos que hoy en día están de moda: tapa en blanco y negro "al natural", baladas melancólicas de su propia composición, con voz desgarrada y guitarra como único instrumento… Además, su belleza y su capacidad para susurrar el francés al oído le dan todavía más puntos a su ventaja en los países no francófonos. Si a esto le agregamos el hecho de que está cumpliendo con su sueño, que ser modelo "no lo es todo en la vida", y que sus padres, ambos grandes artistas, deben de estar muy orgullosos de su niña, tenemos al producto del año.
"Soy tu cara y tú mi cruz, soy el té y tú la taza, tú la guitarra y yo el bajo, tú la raqueta y yo la pelota"… Frente a tanta poesia, uno se queda con ganas de profundizar en su estudio...
¿Cómo explicar entonces que Carla Bruni presente un álbum tan aburrido y sin personalidad? El mayor problema reside sin duda en sus letras (por no mencionar la monotonía de su voz), lo que explica el éxito de este álbum en España y otros países donde los oyentes, por razones obvias de idioma, no pueden juzgar la mediocridad de sus textos: "Soy tu cara y tú mi cruz, soy el té y tú la taza, tú la guitarra y yo el bajo, tú la raqueta y yo la pelota"… Frente a tanta poesia, uno se queda con ganas de profundizar en su estudio... "J’en connais" (Conozco a algunos), séptimo tema de este disco, es una lista de todos los hombres que conoció la ex-modelo y dice así: "Conozco a algunos que me hacen mujer, algunos que me roban mis ‘bodys’, conozco a tantos que me ocupa demasiado tiempo y mi pobre mamá dice suspirando: ‘¿Qué hice para merecer esto? ¿Es culpa mía si mi hija es así?’ "... Es que en francés, rima.
No hace falta extenderse mucho sobre la pesadez de la décima canción, "L’excessive" (La excesiva), que resulta ser una lista de todas las palabras del diccionario francés que contienen la letra "x"… La idea puede parecer divertida, pero el resultado es muy poco natural y bastante ridículo: "No tengo excusas, es inexplicable, hasta inexorable. No es por el éxtasis, es que la existencia, sin un poco de extremismo, me es inaceptable...". Insisto: en francés, " inaceptable" también va con "x".
El álbum contiene también una canción en italiano, una versión de "La noyée" (La ahogada), de Serge Gainsbourg, uno de los mayores artistas franceses, fallecido en 1991, y el tema "Quelqu'un m'a dit", el primer y, de lejos, mejor tema del disco. Además, por solo algunos euros más, se puede disfrutar de este álbum con un DVD que contiene una película de 17 minutos de "Ella y Louis en el estudio", fotos de la artista niña (imprescindible para poder alcanzar la profundidad de su arte), y un vídeo de Leo Carax. En vista del entusiasmo que ha despertado su álbum debut, Carla Bruni ya está preparando lo que será su segundo disco en el que abandona la lengua gala y se pasa al inglés.
Afortunadamente, Carla Bruni contó con el apoyo de Louis Bertignac, uno de los mejores guitarristas franceses, que realizó y se encargó de todos los arreglos de este álbum, además de acompañarla con la guitarra en algunos temas. Carla Bruni tiene también a su favor el hecho de ser una persona agradable, bonita y muy respectada en Francia. Además, no es nada tonta, sólo que le sale mejor desfilar que cantar.